Colombia, referente de crecimiento en el fútbol femenino

Las cafeteras vienen de menos a más en todas las competencias internacionales

La Selección Colombia Femenina cerró su participación en la Copa América 2025 con una derrota en la final ante Brasil, pero el resultado no opaca el trayecto que las futbolistas cafetaleras recorrieron. Con garra, entrega y determinación, el equipo demostró que el fútbol femenino colombiano sigue creciendo y que está preparado para competir en el máximo nivel del continente.

El torneo fue una muestra clara del avance estructural y competitivo del seleccionado. Colombia no perdió ningún partido del torneo en los 90 minutos reglamentarios y solo fue superado en la tanda de penales en la final. Contra Argentina, lograron el boleto a la final y a los Juegos Olímpicos de Los Angeles 2028. Ante Brasil, empataron en fase de grupos y en la final en tiempos extra, en un juego de alto nivel y emociones.

Una fase de grupos de menos a más

En la primera fase, el equipo dirigido por Ángelo Marsiglia mostró solvencia desde el inicio. La igualdad frente a Venezuela marcó un inicio táctico, al que siguieron dos victorias con autoridad: una goleada sobre Bolivia y un triunfo claro ante Paraguay. En el último duelo del grupo, Colombia enfrentó a Brasil y logró un empate que alimentó la confianza del grupo de cara a la fase final.

Este recorrido dejó en evidencia una escuadra capaz de adaptarse a distintos contextos de juego. Linda Caicedo y Mayra Ramírez ofrecieron alternativas ofensivas, mientras que en defensa, el bloque supo resistir ante selecciones con historia y estructura.

Semifinales y final: corazón y convicción

Frente a Argentina, el equipo compitió con intensidad. El empate sin goles llevó el desenlace a los penales, donde Colombia logró clasificarse pese a fallos y tensión. Esa victoria aseguró el pase a la final y, sobre todo, el cupo a los Juegos Olímpicos, uno de los objetivos más relevantes del año.

En la final, otra vez frente a Brasil, Colombia jugó con valentía. Linda Caicedo y Mayra Ramírez pusieron en aprietos a la defensa brasileña y el marcador reflejó la paridad: un 4-4 tras el tiempo extra, en el que ambas selecciones mostraron oficio y deseo de levantar el trofeo. En los penales, Brasil se llevó el título, pero el desenlace no borra lo hecho en la cancha.

Un ejemplo continental

Lo conseguido por Colombia trasciende el resultado. La clasificación a Los Angeles 2028, la regularidad durante todo el torneo y la forma en que enfrentaron a rivales de peso consolidan al equipo como uno de los referentes del fútbol femenino sudamericano.

La inversión, el trabajo en procesos de selecciones juveniles y la aparición de figuras como Caicedo, Ramírez y Leicy Santos son señales de un proyecto que ha madurado. Las jugadoras representaron con orgullo a su país y dejaron un mensaje claro: el fútbol femenino colombiano está para grandes cosas.

Lo logrado en esta edición de la Copa América debe marcar un punto de apoyo para las autoridades, clubes y federaciones. Con más respaldo, la Selección puede seguir desarrollándose y compitiendo a nivel mundial. La Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos son escenarios donde este grupo puede volver a escribir historia.

Colombia no solo compitió. Inspiró. Y en ese trayecto, el mensaje quedó claro: con trabajo, confianza y oportunidad, el fútbol femenino puede ser un motor de orgullo nacional y un modelo de progreso para toda Latinoamérica.

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