Éder Militao: “Pensé en dejar el fútbol, pero volví al máximo nivel”

El central confesó que pensó en dejar el fútbol tras su segunda lesión de ligamento cruzado, pero regresó a su mejor nivel con Real Madrid y Brasil

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Éder Militao, defensa del Real Madrid y de la selección brasileña, abrió su corazón tras vivir uno de los momentos más complicados de su carrera. El central confesó que, después de sufrir su segunda lesión de ligamento cruzado en apenas dos años, llegó a pensar seriamente en dejar el fútbol profesional. Sin embargo, el apoyo de su familia, compañeros y cuerpo técnico fue clave para que hoy pueda disfrutar nuevamente del juego y sentirse en plenitud física. El zaguero, que actualmente atraviesa un gran momento en el conjunto blanco, fue incluido por Carlo Ancelotti en la lista de convocados para los amistosos de Brasil ante Corea del Sur el viernes 10 de octubre y frente a Japón el martes 14, encuentros que marcarán su regreso oficial con la ‘Canarinha’ tras un largo proceso de recuperación.

Un calvario repetido en dos años

Militao vivió un camino lleno de obstáculos desde agosto de 2023, cuando sufrió la primera rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda durante el debut liguero del Real Madrid ante el Athletic Club en San Mamés. Aquella lesión lo obligó a pasar por quirófano y perderse toda la temporada 2023-24, un golpe durísimo para uno de los pilares de la defensa madridista.

El brasileño trabajó con disciplina y paciencia durante más de ocho meses, con la esperanza de regresar al máximo nivel. Finalmente, pudo reaparecer en abril de 2024, recibiendo el reconocimiento del cuerpo técnico y del vestuario por su esfuerzo y mentalidad. Sin embargo, pocos meses después, el infortunio volvió a golpearlo: otra rotura de ligamento cruzado, esta vez en la rodilla derecha, lo dejó fuera de los terrenos de juego nuevamente por varios meses.

Dos lesiones idénticas en menos de dos años. Dos operaciones y dos procesos de rehabilitación. Y, sobre todo, un sinfín de emociones y dudas que pusieron a prueba su fortaleza mental. “Con mi segunda lesión (rodilla derecha), me pasaron muchas cosas por la cabeza. Pensé en dejar el fútbol porque no es fácil, pero con la ayuda de mi esposa, mi hija y mis compañeros, hoy estoy aquí para jugar bien”, confesó Militao con sinceridad.

La batalla invisible de la recuperación

El jugador reconoció que la segunda lesión fue distinta, no solo por el dolor físico, sino por el impacto psicológico. Ya conocía el proceso, sabía lo que le esperaba: largas sesiones de fisioterapia, meses sin competir, la dependencia de otros para las actividades más básicas. “Han sido dos años difíciles, con dos lesiones muy complicadas. La segunda la enfrentas de otra manera porque ya conoces el proceso. No es fácil. Tienes que estar muy apegado a tu familia, a Dios… Te quita la rutina, lo que estás acostumbrado a hacer, entrenar. De repente, estás en casa, dependiendo de ayuda, de que alguien te ayude. Gracias a Dios, me recuperé de las lesiones y volví al máximo nivel, lo cual no es fácil”, relató.

Estas palabras resumen la dimensión humana del sufrimiento que afrontó el brasileño, una lucha interna que muchos futbolistas atraviesan en silencio. Durante los meses de rehabilitación, el Real Madrid le brindó todo el apoyo necesario. Para Militao, el factor emocional fue determinante. Su esposa y su hija se convirtieron en su sostén durante los meses más difíciles, recordándole que su historia en el fútbol todavía tenía capítulos por escribir.

Después de superar las dos cirugías y más de 18 meses acumulados de rehabilitación, Militao volvió a jugar con la camiseta del Real Madrid en el inicio de la temporada 2025-26. Su rendimiento ha sorprendido por la solidez y confianza con la que se ha reincorporado a la zaga blanca como titular, complementando de manera efectiva a Dean Huijsen.

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