Armando ‘Hormiga’ González y su padre, dos generaciones que viven por Chivas
Padre e hijo comparten su historia con Chivas: una charla de legado, pasión y esfuerzo que une a dos generaciones rojiblancas
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En una charla exclusiva para Claro Sports, Armando ‘Hormiga’ González, actual jugador de Chivas, compartió una conversación íntima junto a su padre, Armando González Alba, exjugador del mismo club. En un diálogo lleno de complicidad y orgullo, ambos recordaron los momentos más significativos de su historia en el fútbol, compararon estilos, evocaron los inicios de la ‘Hormiga’ y reflexionaron sobre la mentalidad que los ha llevado a triunfar dentro y fuera de la cancha.
Dos generaciones rojiblancas
La entrevista comenzó con una pregunta que parecía sencilla pero que reveló la humildad y el respeto entre ambos: ¿Quién es mejor? Sin dudarlo, el joven respondió con una sonrisa: “Él”. Su padre, en cambio, devolvió el elogio con una reflexión cargada de admiración: “Yo realmente nunca fui un ‘9’ con las cualidades que él tiene. Jugué como delantero, pero un poquito más suelto. No era un ‘9’ de área, incluso acabé mi carrera hasta jugando de volante”. Y añadió: “Como ‘9’, él tiene muchas más condiciones. En lo poco que lleva de carrera ha logrado más que yo. Tiene año y medio y ha tenido un despunte muy importante”.

La herencia de un sueño
El padre recordó que su retiro del fútbol coincidió con el nacimiento del ‘Hormiga’. “Cuando yo me retiro, Armando estaba recién nacido. Me retiré en diciembre y él había nacido en abril, entonces son pocos meses”, compartió con nostalgia. El hijo, que creció viendo videos de su padre, reconoce en él a su primer referente. “He visto muchos videos. En uno mete gol contra Tecos, una pelota que queda suelta sin portero. Por los videos que he visto, mi papá era mucho más rápido y algo que tenía y que le he aprendido mucho es el remate de cabeza. Definía muy bien y le pegaba excelente al balón”, contó con admiración.
La mentalidad, el legado más fuerte
El exfutbolista no solo heredó a su hijo la pasión por el balón, sino también una mentalidad de acero. “Desde muy chiquito sus actitudes más fuertes han sido la tenacidad y sus objetivos claros”, explicó. Recordó una anécdota que marcó el carácter de Armando desde temprana edad: “Cuando empezó a jugar en tercera división era el menor, con apenas 14 o 15 años, enfrentando a jugadores de 20. Me acuerdo que en un partido hubo un penal y fue él quien tomó el balón y lo tiró sin dudar”.
Orgulloso, el padre agregó: “Me ha sorprendido su manera de ser profesional, es el primero que llega, el último que se va. Entrena todos los días de manera extraordinaria, cuida su alimentación y está muy metido en lo que quiere. Eso le ha dado frutos”.
El camino a Chivas: una obsesión cumplida
La historia del ‘Hormiga’ con Chivas comenzó como una obsesión. “Hubo un momento en que mi hermano se fue a Chivas y fue cuando me obsesioné. No hubo un día que no quisiera venirme para acá. En secundaria le decía a mi mamá que ya para qué estudiaba, que yo quería irme a Chivas”, recordó entre risas.
Ya en el club, los primeros meses no fueron fáciles. “Mi primer torneo solo jugué un minuto en la sub 15, pero nunca pensé que no podía ser jugador profesional. Nunca pasó por mi mente que no podía estar aquí en Chivas”, confesó.
Rechazos, pruebas y perseverancia
Su llegada al club tapatío no fue sencilla. “Las dificultades empezaron desde antes, porque a los 12 o 13 años me probé aquí y no me aceptaron. Me dijeron que estaba muy chaparro para ser centrodelantero. Al siguiente año volví a intentarlo y tampoco me aceptaron”, narró.
Pero la persistencia dio resultado. “Ya el tercer año, cuando jugaba en tercera, me invitaron a la sub 15. Estuve tres días a prueba, y el tercer día ya tenía mi maleta lista para irme porque no me habían dicho nada. Al final, me aceptaron”, recordó con emoción.
El hermano mayor y el ejemplo familiar
La pasión por el fútbol corre en la sangre. Armando González Alba también habló de su otro hijo, Emilio, quien sigue el mismo camino. “Está en Andorra. Estuvo en las fuerzas básicas de Chivas, jugó en Costa Rica, en Irapuato y ahora está allá”, explicó. “Por eso cuando Armando estaba aquí le urgía venirse, decía: ‘Yo quiero estar allá, quiero estar en Fuerzas Básicas de Chivas’”.
Goles que marcan historia
Uno de los momentos más emotivos fue cuando el ‘Hormiga’ recordó su gol al América. “Por cómo veníamos en el torneo, con muchas dudas sobre nosotros, fue una euforia muy grande. Además, me acordé que mi papá estaba ahí en el estadio. Siempre nos decía cuando jugábamos en el jardín: ‘Sí, pero ahora en el Jalisco con 50 mil personas’. Pues ya está, ahora fue en el Estadio Azul”, relató entre risas.
Su padre revivió una historia similar: “Ese partido fue algo muy parecido. Nosotros estábamos abajo en la tabla y América era superlíder. El estadio estaba lleno porque venía Hugo Sánchez, recién llegado de España. Ese también fue un gol muy bonito y, además, el de la victoria”.
En cada palabra se percibe el respeto, la admiración y el orgullo mutuo. Padre e hijo, dos generaciones que han defendido los colores de Chivas, demuestran que el talento se hereda, pero la pasión se construye todos los días con trabajo, humildad y amor por el fútbol.
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