Pumas, ante un ‘apocalipsis’ tras el Clásico Capitalino: seis finales para sobrevivir

Los universitarios se aferran a los últimos partidos de la fase regular para tratar de clasificar al Play In

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Los Pumas de la UNAM entraron en territorio hostil. El Clásico Capitalino fue un baño azulcrema: América los destrozó 4-1 y dejó a los dirigidos por Efraín Juárez tambaleando en medio de un apocalipsis de puntos y clasificaciones. Hoy, los universitarios son décimos de la tabla con 13 unidades, apenas sosteniéndose en la última rendija del Play In.

La Liga MX no perdona, y Pumas, sin margen de error, encara ahora seis duelos que parecen más capítulos de supervivencia zombie que jornadas de futbol. El 5 de octubre reciben a Chivas, novenos de la general. Será como pelear por la última lata de comida en un refugio en ruinas: el que gana sobrevive, el que pierde se hunde más en el caos.

Luego, en la jornada 13, la de terror, Monterrey espera. La Pandilla es sublíder y Pumas jamás ha ganado en ese territorio maldito. Una misión suicida en campo enemigo.

El Atlético de San Luis llega a CU para la 14, otro rival directo por el Play In. En esta guerra de clanes, no se puede regalar ni un paso. Después, León en la fecha 15: la Fiera, que recién cambió de técnico y se reencuentra con el héroe, Nachito Ambriz, buscando rearmarse en medio del desastre.

El 2 de noviembre, en Día de los Muertos, Pumas se mide a Tijuana, sexto lugar, equipo capaz de tumbar al invicto Cruz Azul, tal vez sea el peor augurio. Y finalmente, el cierre de la fase regular contra Cruz Azul en un duelo de película, contra un gigante que domina el mapa del torneo.

Los números reflejan con crudeza la situación: Pumas ha recibido 18 goles en 12 partidos y apenas suma tres victorias en el Apertura 2025. La diferencia de goles es negativa y el margen para recomponer el rumbo es mínimo. Cada error, cada desconcentración, puede costar la permanencia en la pelea por la Liguilla.

La presión también recae sobre Efraín Juárez, técnico que intenta sostener al equipo entre críticas y dudas sobre su capacidad de gestión. La goleada sufrida frente al América no solo golpeó en lo deportivo, sino también en lo anímico, con un plantel que parece perder confianza jornada tras jornada. La exigencia de la afición en CU no da tregua.

La historia reciente muestra a Pumas como un club ubicado en un escenario de resistencia, donde el margen de error se ha agotado y el desenlace podría ser tan dramático como la narrativa que hoy rodea su calendario final.

La misión es clara: sobrevivir seis finales en un calendario infernal. Pumas ya no juega fútbol… lucha por su vida.

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