¿Cómo le fue a Centroamérica en la historia de los Mundiales?

Desde 1970, cuando El Salvador se convirtió en el primer país del istmo en alcanzar el torneo, solo cuatro naciones han logrado clasificar.

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La historia de las selecciones centroamericanas en la Copa Mundial de la FIFA refleja la pasión de una región que respira fútbol, pero también la dificultad de abrirse paso en un escenario dominado por potencias. Desde 1970, cuando El Salvador se convirtió en el primer país del istmo en alcanzar el torneo, solo cuatro naciones han logrado clasificar: El Salvador, Honduras, Costa Rica y Panamá. Entre todas suman 12 participaciones, una cifra que, si bien modesta frente a otras zonas, es un símbolo del esfuerzo de países con estructuras deportivas limitadas y competiciones locales en crecimiento.

Costa Rica, con seis clasificaciones, es el país más constante y exitoso; Honduras ha sabido hacerse presente en tres ediciones; El Salvador abrió el camino en los setenta y ochenta; y Panamá cumplió un sueño largamente esperado en 2018. Por otro lado, Guatemala, Nicaragua y Belice aún no conocen lo que es disputar un Mundial, aunque en cada proceso eliminatorio mantienen viva la ilusión.

En términos deportivos, los resultados no siempre han favorecido al istmo, pero cada clasificación ha generado un entusiasmo masivo que trasciende lo futbolístico. Calles colmadas de banderas, caravanas interminables y celebraciones históricas son prueba de que el fútbol sigue siendo un elemento de unión y orgullo nacional en Centroamérica.

Costa Rica: la referencia regional

Costa Rica es, sin discusión, la selección centroamericana más destacada en la historia de los Mundiales. Debutó en Italia 1990 y sorprendió alcanzando los octavos de final. Repitió buenas actuaciones en 2002 y 2006, pero su punto cumbre llegó en Brasil 2014, cuando integró el llamado “grupo de la muerte” con Italia, Uruguay e Inglaterra, y aun así avanzó como líder. Eliminó luego a Grecia y solo cayó en cuartos de final por penales ante Holanda. Esa gesta puso a los “Ticos” en el mapa mundial.

Honduras: constancia y lucha

Honduras debutó en España 1982, donde empató ante la anfitriona y sorprendió con su garra. Tardó casi tres décadas en volver, pero clasificó a Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Aunque no avanzó de la fase de grupos, su presencia significó un progreso importante para el fútbol catracho, que sigue produciendo talentos reconocidos en la región.

El Salvador: pioneros en la región

El Salvador fue el primer centroamericano en disputar un Mundial, en México 1970. Doce años después regresó en España 1982, donde sufrió la derrota más abultada de la historia de los Mundiales (10-1 ante Hungría). A pesar de ese duro registro, su papel pionero abrió camino a los demás países del istmo.

Panamá: el sueño cumplido

La clasificación de Panamá a Rusia 2018 marcó un antes y un después. Con un gol agónico de Román Torres en las eliminatorias, el país entero celebró su debut en la máxima cita. Aunque perdió sus tres partidos, el tanto de Felipe Baloy contra Inglaterra quedó grabado en la memoria colectiva como un logro histórico.

Guatemala: la deuda pendiente

Guatemala ha estado cerca en varias ocasiones, especialmente en el camino hacia Alemania 2006, pero nunca logró concretar el pase. Sus limitaciones estructurales y falta de continuidad en los procesos han pesado, aunque la afición mantiene viva la esperanza de ver a la “Bicolor” en un Mundial.

Nicaragua y Belice: el desafío más grande

Nicaragua y Belice son las selecciones con menos recorrido internacional en la región. Con ligas locales modestas y menor desarrollo futbolístico, aún no han logrado acercarse a una clasificación. Sin embargo, cada proceso eliminatorio les da la oportunidad de crecer y consolidar una base que sueña con un debut histórico.

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