Mundial 2026: la oportunidad que transformará a México, Estados Unidos y Canadá

El Mundial 2026 en México, EE. UU. y Canadá promete impacto económico, turístico y social, con récord de selecciones y espectadores

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El Mundial de 2026 marcará un punto de inflexión en la historia del futbol y en la economía del continente americano. Con México, Estados Unidos y Canadá como sedes, la Copa del Mundo se perfila como un evento que trascenderá lo deportivo y se convertirá en un fenómeno social, económico y cultural sin precedentes.

El contexto que prepara el terreno

Los antecedentes del futbol en América del Norte explican la magnitud del reto. México ya vivió un Mundial histórico en 1986, que generó el equivalente a más de 22 mil millones de pesos actuales. En 1994, Estados Unidos batió récords con 3.5 millones de asistentes. Ahora, Canadá se suma por primera vez a la lista de anfitriones, proyectando ingresos por más de 3.8 mil millones de dólares canadienses y la creación de más de 24 mil empleos entre 2023 y 2026. El impacto económico y turístico será clave. Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México recibirán 13 partidos en total, con proyecciones de millones de visitantes y una derrama superior a los 6 mil millones de dólares en conjunto. A nivel continental, el evento busca superar los 5 mil millones de espectadores e integrar a más de 48 selecciones, lo que representa la mayor expansión en la historia del torneo.

La emoción crece entre los aficionados

De acuerdo con un estudio realizado por la empresa Kantar, el 89% de los mexicanos planea ver los partidos del Mundial 2026, y seis de cada diez consideran asistir de manera presencial. México es la sede con mayor intención de visitas, aunque el costo elevado de boletos y las dificultades para adquirirlos son las principales barreras. La emoción se vive desde ya: siete de cada diez personas dicen sentirse más entusiasmadas que en Qatar 2022, mientras que nueve de cada diez aseguran que seguirán viendo el torneo incluso si la selección mexicana es eliminada. Este dato refleja un cambio en la cultura futbolística nacional, donde el interés por el evento global trasciende al desempeño del equipo local.

El Mundial como fenómeno social y mediático

La manera en que los aficionados consumen el evento también está cambiando. Las redes sociales y el streaming se posicionan como los canales principales para seguir el torneo. El 91% de los encuestados afirma tener alguna suscripción de video bajo demanda, y más de la mitad planea consumir contenido mundialista por esas plataformas. Este panorama confirma que el Mundial 2026 será una experiencia multiplataforma. Los contenidos digitales, las transmisiones en vivo y las interacciones en redes sociales serán el eje central del seguimiento del torneo. La televisión abierta y de paga siguen siendo relevantes, pero con un enfoque más híbrido que en ediciones anteriores.

El papel de México en la experiencia global

Más allá de los estadios, el impacto del torneo se extenderá a la economía y el turismo. México recibirá más de cinco millones de visitantes, según estimaciones oficiales, impulsando sectores como transporte, hospedaje y servicios. El desafío será logístico. Desde la desaparición de los organismos encargados de la promoción turística, el país enfrenta el reto de proyectarse internacionalmente sin campañas federales. Aun así, el Mundial representa una oportunidad única para reposicionar a México en la escena global del entretenimiento y el turismo deportivo.

Expectativas hacia 2026

El estudio indica que el entusiasmo por el evento es significativamente superior al registrado en los últimos dos torneos. Tres de cada cuatro encuestados consideran que el Mundial 2026 será mejor que el anterior. Este optimismo está impulsado por la cercanía geográfica y por la posibilidad de vivir en persona la experiencia mundialista. Además, la confianza hacia la selección nacional crece después de los resultados recientes. Un número importante de aficionados mantiene la esperanza de ver a México en las etapas finales del torneo, especialmente tras los buenos resultados en competencias regionales previas.

Un antes y un después para la región

El Mundial 2026 será más que un torneo de futbol: será un catalizador de desarrollo, identidad y proyección internacional para América del Norte. México, con su tradición futbolística; Estados Unidos, con su capacidad de organización; y Canadá, con su impulso de innovación, conforman una alianza que podría redefinir el impacto del deporte en la economía global. A menos de un año del inicio, la expectativa está en su punto más alto. La verdadera competencia, más allá de la cancha, será aprovechar el evento como una plataforma de transformación social y cultural para toda la región.

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