Chelsea hace valer la nómina y rescata una victoria sobre el Lincoln City en la EFL Cup

Chelsea estuvo abajo, pero gracias a sus estrellas pudieron darle la vuelta al Lincoln City con un marcador de 1-2

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El Sincil Bank se vistió de fiesta para recibir un duelo que, en el papel, parecía desigual: el Chelsea se impuso por 1-2 al modesto Lincoln City de la League One, en un choque correspondiente a la tercera ronda de la Copa de la Liga de Inglaterra, conocida como EFL Cup. Sin embargo, el partido se tornó en una batalla más cerrada de lo esperado. Desde el inicio, los locales impusieron intensidad con presión alta, para poner a los blues incómodos en su propio campo. La grada lo vivía como una cita histórica y los primeros minutos se cargaron de entusiasmo, con los jugadores locales lanzados al ataque sin complejos.

La sorpresa llegó en el minuto 41, cuando un error en la zaga londinense abrió la puerta al sueño local. Una mala salida entre Enzo Fernández y Trevoh Chalobah fue aprovechada por Ivan Varfolomeev, que asistió a Robert Street para desatar la euforia en Lincoln City. El gol premió la valentía del conjunto dirigido por Michael Skubala, que al descanso se fue con ventaja y con la ilusión de poder protagonizar una de las campanadas de la EFL Cup.

El Chelsea, herido en su orgullo, necesitaba reaccionar de inmediato y así lo hizo en el arranque de la segunda mitad. Apenas pasaron dos minutos cuando Tyrique George cazó un rebote en el borde del área y con un derechazo fulminante empató el partido. El golpe anímico fue tan fuerte que el equipo blue dio la vuelta al marcador casi de inmediato: una combinación entre George y Facundo Buonanotte terminó con el balón al fondo de la red para el 1-2. Dos zarpazos en menos de tres minutos cambiaron la historia del encuentro de la tercera ronda de la EFL Cup.

Con la ventaja, el Chelsea buscó controlar los tiempos, aunque no estuvo exento de sufrimiento. Lincoln City adelantó sus líneas y, con la entrada de hombres frescos como James Collins y Reeco Hackett, intentó volver a sorprender a la defensa blue. El conjunto local tuvo arrestos y energía, pero careció de precisión en los metros finales, en un choque constante contra la defensa y el portero Jörgensen, que corrigió las dudas de la primera parte.

El tramo final fue un ida y vuelta constante. Chelsea apostó por las transiciones rápidas con sus juveniles y refuerzos desde el banquillo, mientras que Lincoln City quemó todas sus naves con cambios ofensivos. La tensión se reflejaba en cada balón dividido, en las tarjetas amarillas que se acumulaban y en los suspiros de la afición local, que soñaba con un empate que nunca llegó. La diferencia de calidad terminó imponiéndose pese al esfuerzo admirable.

Al silbatazo final, el conjunto de Stamford Bridge celebró un triunfo trabajado y sufrido, que lo coloca en la siguiente ronda de la EFL Cup. Para Lincoln City quedó el orgullo de haberle jugado de igual a igual a un gigante europeo y de haber rozado la hazaña. El marcador de 1-2 reflejó la jerarquía blue, pero también dejó la sensación de que la Copa de la Liga de Inglaterra todavía es el escenario donde los pequeños pueden desafiar a los grandes y ponerlos contra las cuerdas.

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