El fenómeno que frenó a los campeones del mundo sub 17 en 2005

Efraín Flores analiza las razones por las que esta generación de futbolistas mexicanos no terminó por explotar

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Han pasado dos décadas desde que la selección mexicana sub 17 conquistó el Mundial de Perú 2005, un logro histórico que marcó un antes y un después en el balompié nacional. Sin embargo, el paso del tiempo dejó una sensación de oportunidad perdida pues varios futbolistas campeones no pudieron consolidarse como se esperaba en el profesionalismo.

Efraín Flores, exentrenador y formador que ha seguido de cerca los procesos juveniles en México, reflexionó en entrevista con Claro Sports sobre este fenómeno. Para él, el problema no es nuevo, sino un mal estructural que lleva años afectando al fútbol mexicano.

“Fíjate que el fenómeno que ha sucedido en México no es de ahorita. Estás hablando hace casi 20 años y si bien de esa selección se rescató desde un Sergio Arias, Carlos Vela, Giovani dos Santos, Efraín Juárez, Omar Esparza, Édgar Andrade, etc, hay otros que no. Se recuperó cerca de la mitad de ese equipo, pero otros no pudieron jugar en Primera División”.

Bajo este contexto, los jugadores que no pudieron desplegar su talento en la máxima categoría fueron: Sergio Arias, Cristian Flores, Alejandro Gallardo, Christian Sánchez, Pedro Valverde, Mario Gallegos y Heriberto Beltrán, héroes desconocidos que integraron el plantel del primer campeonato mundial sub 17 conquistado por la selección mexicana.

Para el técnico mexicano, la raíz del problema está en el propio sistema de la Liga MX, donde los jóvenes tienen cada vez menos espacio para mostrarse en Primera División. “Entonces es el mismo fenómeno donde la oportunidad para el talento joven mexicano es nula o si no es nula es muy escasa porque el fútbol mexicano se ha internacionalizado. Cuando permites que haya tanto extranjero, limitas de una forma muy fuerte y prácticamente guillotinas el trabajo que se hace de una muy buena manera en prácticamente los 18 clubes del fútbol mexicano. Se forma bien en México, pero no se les da oportunidad porque están tapados con gente extranjera”.

El panorama se oscurece aún más cuando Flores recuerda a la generación del 2011: “Hubo otra selección ganadora en el 2011 y es la que más pena me da porque había jugadores de mucho talento. Dirigía al Pachuca en aquel tiempo y recuerdo que debuté a Marco Bueno que venía de esa selección y pude haber debutado a Julio Gómez, La Momia, pero lamentablemente no se pudo por algunas situaciones extra cancha, pero fueron muy pocos los que debutaron de esa generación. Es más preocupante porque la del 2005 por lo menos hubo jugadores que debutaron… pero de la del 2011 prácticamente nadie”.

A veinte años de aquel título mundial sub 17, las palabras de Efraín Flores ponen sobre la mesa un debate constante en el balompié nacional: la falta de continuidad para los talentos surgidos de fuerzas básicas y el impacto de la presencia extranjera en el desarrollo del futbolista mexicano que, desde su punto de vista, es el fenómeno que impidió el desarrollo de dos generaciones de campeones del mundo.

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