Jesús Ramírez y la mentalidad que cambió la historia para conquistar el Mundial sub 17
El estratega mexicano Campeón del Mundo en Perú 2005 asegura que el título se ganó desde la parte mental
- México sub 20: Ilusión, confianza y ambición rumbo al debut en el Mundial de Chile
- ¿Cómo le ha ido a México en la historia del Mundial sub 20?
- Guillermo Cantú revela cómo México tocó y besó la copa antes del título sub 17 de 2005
- La agenda deportiva de hoy: calendario, resultados y estadísticas, al momento
Han pasado 20 años desde aquel histórico 2 de octubre de 2005, cuando la selección mexicana sub 17 conquistó en Perú el primer título mundial en la historia del fútbol nacional. El recuerdo sigue vivo, y para Jesús Ramírez, técnico de aquel equipo, la hazaña no fue producto de la casualidad, sino de un proceso cuidadosamente planeado.
En entrevista con Claro Sports, Ramírez recordó cómo inició el camino rumbo a la gloria. “Comencé a pensar que México podía ser campeón del mundo. Solo necesitábamos tiempo para hacer una buena preparación y elegir, capacitar y cambiar cosas muy importantes”, explicó. Su proyecto comenzó en 2001, tras volver de una etapa de preparación en el extranjero y con el respaldo de Alejandro Burillo, entonces director de selecciones.
Ramírez detalló que, desde el arranque, el trabajo se centró en la mentalidad y no únicamente en lo futbolístico. “Yo siempre he dicho que este campeonato del mundo fue mental y luego futbolístico. Construimos un equipo con otra filosofía, con otra cultura de trabajo, basada en la confianza. Elegí a los jugadores más por lo mental que por lo futbolístico”, señaló.

El proceso también incluyó un filtro masivo de talento en todo el país, con apoyo del sector aficionado. “Hicimos una selección de cada estado. Cada fin de semana venían cuatro selecciones al CAR, de ahí fuimos eligiendo jugadores que a veces ni equipo tenían, hasta reunir un universo de más de 100 muchachos”, recordó. De ese semillero surgieron nombres como Giovani dos Santos, Carlos Vela, Héctor Moreno, César Villaluz y Omar Esparza.
La influencia personal también jugó un papel importante. Ramírez reveló que su esposa, ya fallecida, fue clave en la preparación mental del grupo. “Ella era maestra en aplicación mental. Me dijo: ‘¿Qué deseas?’ Y yo le respondí: ‘Ser campeón del mundo’. Entonces estructuramos un trabajo mental para que esto sucediera. Cuando cambia tu mente, cambia el juego”, relató.
La convicción, asegura, fue la diferencia. “El primer convencido tienes que ser tú. No había historia previa de México como campeón del mundo, era pensar lo impensado. Cambiar la mentalidad de los chavos no fue fácil, pero se logró. Más allá de ganar una Copa del Mundo, fue un proceso para transformar personas”.
Ramírez también reflexionó sobre el legado que dejó aquel título. “No hay casualidad, hay procesos. Invertimos cuatro años y logramos un éxito. Después volvimos a competir al más alto nivel en la sub 20 contra Argentina de (Sergio) Agüero y (Ángel) Di María. Eso demuestra que los jugadores sí tenían calidad, aunque el sistema no siempre dio continuidad a los procesos”.
A dos décadas de distancia, el entrenador es claro sobre las carencias del fútbol mexicano: “No hay continuidad. Definir qué deseas y cómo lo deseas es vital. Otros países tienen procesos naturales que duran años; en México se cambia la forma de pensar de los directivos y todo se diluye”.
Por último, el recuerdo más emotivo, cuenta, fue el de la convicción del propio grupo. “Antes de viajar al Mundial les pregunté: ‘¿Contra quién quieren jugar la final y ganarla?’ Todos contestaron: ‘contra Brasil’. Y así fue. Ese día entendí que la mentalidad y el trabajo en equipo pueden transformar la historia”, concluyó Jesús Ramírez, 20 años después de un título que aún marca al fútbol mexicano.
Te puede interesar

Selección mexicana
Sergio Arias y las claves del título Mundial sub 17 que cambiaron el fútbol mexicano

Selección mexicana
El fenómeno que frenó a los campeones del mundo sub 17 en 2005
