Segundo Castillo advierte que México no es una mala selección por sufrir una goleada

El exjugador habló sobre el presente de la Tri, la evolución de su país con figuras internacionales y el respeto que mantiene por el conjunto mexicano

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El exfutbolista ecuatoriano Segundo Castillo ofreció su lectura del duelo entre México y Ecuador de este martes14 de octubre en Guadalajara. En exclusiva para Claro Sports por W Radio, el exjugador, hoy técnico, habló sobre el momento de ambas selecciones y la exigencia que representa enfrentarse en esta etapa de preparación rumbo al Mundial 2026. Con la autoridad de quien jugó una Copa del Mundo, analizó la evolución del fútbol de su país, la jerarquía del conjunto mexicano y recordó uno de los momentos críticos de su carrera, en un partido amistoso ante la selección azteca.

Castillo, con pasado en Puebla, Pachuca y Dorados, resaltó que los duelos contra México sirven como una medida precisa del nivel competitivo de Ecuador. Explicó que este tipo de encuentros ayudan a poner a prueba el trabajo reciente del equipo, permiten ajustar detalles tácticos y dar ritmo a jugadores que buscan consolidarse. Aseguró que la Tri atraviesa un momento estable y que el cuadro mexicano, pese a su última derrota, sigue siendo un rival de jerarquía capaz de exigir al máximo a cualquier selección.

México, un rival respetado y competitivo

Castillo explicó que el respeto por México se mantiene intacto en Ecuador. A su juicio, más allá de los resultados recientes, el Tricolor conserva jerarquía y nivel competitivo a escala continental. Por eso, dice, jugar contra el conjunto azteca sigue siendo una oportunidad valiosa tanto para los entrenadores como para los jugadores jóvenes que aspiran a emigra al Viejo Continente.

“No, no, siempre para nosotros como ecuatorianos un rival como México siempre ha sido complejo. Han habido grandes partidos entre México y Ecuador, y Ecuador eligió jugar con México porque cree que es una selección fuerte, una selección competitiva. Creo que a ambas selecciones les va a servir el partido y espero que sea un lindo partido, que la gente lo pueda disfrutar y que los entrenadores puedan sacar buenas conclusiones.”

El exmediocampista también recordó que la liga mexicana continúa siendo un destino aspiracional para muchos futbolistas ecuatorianos. Considera que este tipo de partidos pueden servir como escaparate para que nuevos talentos sean vistos por clubes del país.

“México siempre se lo respeta. Es una de las selecciones fuertes, también lo ha demostrado en los Mundiales. Es muy competitiva en su continente y para nosotros los ecuatorianos es un mercado donde aspiramos siempre ir a la liga mexicana. Es una linda posibilidad para muchos chicos que están jugando ahora en Ecuador y una oportunidad para otros que están en la selección, que los vean jugar frente a México”.

El recuerdo de la lesión previa a Brasil 2014

El nombre de Castillo está inevitablemente ligado a una de las imágenes más recordadas entre México y Ecuador: la fractura sufrida junto a Luis Montes en un amistoso previo al Mundial de Brasil 2014. A más de una década, el exjugador reconoce que aquella acción marcó su carrera, pero también reforzó su carácter.

“Fue algo muy duro porque estábamos a dos meses del Mundial y era casi imposible poder recuperarse. Habíamos hecho ambos un buen trabajo para estar ahí y el golpe fue muy fuerte, emocionalmente también”, recordó. Cuando pasó, lo primero que pensé fue que no iba a jugar más. Gracias a Dios pude volver, aunque me perdí el Mundial. Fue una experiencia difícil, pero me dejó agradecido por poder seguir en el fútbol”.

Castillo aseguró que ese episodio regresa a su memoria cada vez que Ecuador enfrenta al equipo azteca, aunque prefiere mantener la mirada en el presente: un nuevo ciclo, una nueva generación y una selección que, según él, debe aprovechar su momento de madurez colectiva.

El salto del fútbol ecuatoriano

El pivote defensivo vivió los años más difíciles del balompié ecuatoriano, y describió cómo el país pasó de ser un actor irregular en la región, a convertirse en un exportador constante de talento. Subrayó el papel de la inversión en infraestructura y la mentalidad profesional que adoptaron las nuevas generaciones: “Antes teníamos menos infraestructura. Hoy Independiente, Liga, Barcelona, Emelec y otros equipos vienen trabajando mejor. El jugador ecuatoriano ha tomado más conciencia de su capacidad y por eso es más requerido en Europa”, explicó.

También destacó el aporte de exjugadores como Álex Aguinaga y Antonio Valencia, quienes abrieron el camino hacia el fútbol europeo. Para Castillo, los resultados actuales son fruto de ese proceso colectivo que ha permitido que figuras como Moisés Caicedo o Piero Hincapié representen al país en clubes de élite: “Nos tocó abrir el camino cuando era más difícil. Ahora los chicos disfrutan ese legado y ojalá sigan llegando a equipos importantes. Todos soñamos con ganar una Copa América o llegar lejos en un Mundial, y creo que hoy Ecuador está en condiciones de lograrlo”, afirmó.

Expectativas ante México: una Tri más ofensiva

Más allá del optimismo mostrado por la solidez defensiva del equipo de Sebastián Beccacece, Castillo advirtió que Ecuador necesita mejorar su producción ofensiva . Reconoció que, aunque la Tri se ha vuelto ordenada y disciplinada, aún carece de peso en ataque: “Todos queremos que la selección gane, pero más allá del resultado, queremos ver un equipo que proponga más. Defendemos muy bien, pero falta volumen ofensivo, más movilidad arriba. Este partido puede servir para encontrar esa funcionalidad”, señaló.

También pidió no subestimar al equipo de casa tras la goleada ante Colombia, insistiendo en que un resultado aislado no refleja la realidad del plantel. Para él, el duelo en Guadalajara será una prueba de carácter para ambas selecciones: “No creo que México sea una mala selección por un mal resultado. Cada partido es diferente. Si los vuelves a poner contra Colombia, no será el mismo marcador. Esto es fútbol y cambia de un juego a otro”, concluyó.

Un mensaje de respeto y ambición compartida

Castillo cerró la entrevista con un deseo: que el amistoso deje aprendizajes más allá del marcador. Para él, tanto Ecuador como México llegan en etapas de ajuste, pero con proyectos sólidos rumbo al Mundial de 2026. Mientras la Tri busca afinar su ataque y consolidar su generación dorada, el combinado azteca intenta reencontrar estabilidad bajo Javier Aguirre. Ambos, dijo, tienen razones para creer en su futuro inmediato. “Ojalá sea un partido bonito y que sirva para crecer”, concluyó.

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