Diez años después: así se consolidó el Gran Premio de México como el mejor del mundo

El circuito capitalino y su extraordinario ambiente celebran una década desde el el regreso de la máxima categoría de automovilismo en el mundo

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El Gran Premio de México 2025 marca un hito histórico: una década desde el regreso de la Fórmula 1 al país, tras su reaparición en el calendario mundial en 2015. Diez años después, el evento no solo se ha consolidado como uno de los más esperados del campeonato, sino también como una auténtica fiesta nacional que combina tecnología, cultura y fervor deportivo.

Cuando la máxima categoría volvió al Autódromo Hermanos Rodríguez, pocos imaginaban la magnitud que alcanzaría. El retorno fue recibido con entusiasmo y, desde entonces, el GP de México ha sido nombrado en múltiples ocasiones como el mejor evento del calendario de la F1, gracias a la organización, el ambiente en las gradas y el apoyo inquebrantable de una afición que cada año llena los 340 mil asientos disponibles durante el fin de semana.

La edición 2025 llega en un momento especial: el público mexicano se prepara para celebrar una década de un espectáculo que ha trascendido lo deportivo. Desde la primera bandera verde en 2015, el evento ha simbolizado la capacidad del país para albergar competencias de talla mundial, impulsando además la economía local, el turismo y la proyección internacional de la Ciudad de México.

En el corazón de esta historia está Sergio Pérez, quien debutó en Fórmula 1 en 2011 y ha sido un pilar clave del crecimiento del automovilismo mexicano. Su participación ha inspirado a miles de jóvenes pilotos y ha fortalecido el vínculo entre el público y el deporte. Aunque este año no estará en la parrilla, su legado continúa siendo un eje central del Gran Premio.

A lo largo de esta década, el circuito mexicano ha sido escenario de momentos memorables: victorias de Lewis Hamilton, el dominio de Max Verstappen, y celebraciones que mezclan mariachi, trajes típicos y la inconfundible energía de los fanáticos locales. Ningún otro circuito ofrece una atmósfera tan vibrante, en la que el rugido de los motores se mezcla con el canto de miles de voces entonando el nombre de sus ídolos.

El impacto del Gran Premio de México ha trascendido el asfalto. Según datos oficiales, el evento ha generado más de 90 mil empleos temporales y ha aportado miles de millones de pesos en derrama económica durante sus diez ediciones. Además, ha posicionado al país como un destino clave dentro del calendario mundial, a la altura de sedes icónicas como Mónaco, Silverstone o Monza.

En lo deportivo, el trazado de 4.3 kilómetros se ha ganado el respeto de pilotos y equipos por su exigencia técnica. La altitud de la Ciudad de México obliga a las escuderías a modificar sus estrategias de motor y aerodinámica, creando escenarios impredecibles que suelen alterar la jerarquía habitual del campeonato. Esta particularidad ha sido parte del encanto que distingue al Hermanos Rodríguez del resto de los circuitos.

Con un ambiente garantizado, un público apasionado y una historia que combina logros deportivos y orgullo nacional, el Gran Premio de México celebra su primera década moderna con la mirada puesta en el futuro. Una fiesta que nació del esfuerzo colectivo y que, diez años después, sigue siendo uno de los mayores motivos de orgullo para el deporte mexicano.

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