Max Verstappen y Red Bull cortan sequía de más de un año sin victorias consecutivas

El tetracampeón mundial conquistó Bakú y ganó dos carreras al hilo por primera vez desde los Grandes Premios de Canadá y España 2024

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Max Verstappen puso fin a una larga sequía en su carrera con la victoria en el Gran Premio de Azerbaiyán 2025. El neerlandés salió desde la pole en Bakú y controló la carrera de principio a fin, sumando así su cuarto triunfo del año. El resultado llega una carrera después de su éxito en Monza, lo que significa que Red Bull volvió a encadenar dos victorias consecutivas, algo que no lograba desde mediados de 2024.

El último antecedente de victorias seguidas para la escudería austriaca había ocurrido en Canadá y España en junio de 2024. Aquella racha fue el reflejo de un Red Bull todavía dominante, antes de que la segunda parte del calendario expusiera las limitaciones del RB20. En esos meses se rompió la continuidad de un equipo que hasta entonces parecía imbatible y se abrió un periodo que se recuerda más por la irregularidad que por la consistencia.

CANADÁ Y ESPAÑA, LA ÚLTIMA SEGUIDILLA DEL NEERLANDÉS

En Canadá, Verstappen sumó su tercer triunfo consecutivo en el circuito de Montreal y lo hizo en condiciones cambiantes de lluvia y pista mojada. La carrera lo enfrentó a Russell, que partió desde la pole y Norris, quienes completaron el podio, pero la ejecución del neerlandés fue limpia y le permitió sellar el triunfo. Una semana más tarde, en Barcelona, volvió a imponerse a la dupla británica desde el segundo puesto en la parrilla, para confirmar su hegemonía sobre el Gran Circo. 

Esa superioridad no duró. A partir de la segunda mitad de 2024, la capacidad de Red Bull para sostener un ritmo ganador se desplomó. Verstappen, que había ganado siete de las primeras diez carreras del año, solo pudo añadir dos victorias más en las últimas 14 rondas: Brasil y Las Vegas. Esos triunfos, aislados, sirvieron para confirmar su cuarto título mundial, pero dejaron claro que la consistencia del RB20 había desaparecido. La pérdida del campeonato de constructores fue la consecuencia directa de esa caída.

INICIO LENTO EN 2025

La nueva campaña tampoco trajo alivio inmediato. El RB21 debutó con los mismos problemas de su predecesor y McLaren tomó la delantera desde las primeras fechas. Verstappen solo pudo ganar en Japón, dentro de las seis primeras carreras del año. Ese resultado lo mantuvo en la pelea, pero sin la regularidad que había definido su era de dominio. Para entonces, Red Bull estaba relegado al cuarto puesto en el campeonato de constructores y el neerlandés apenas sostenía un tercer lugar en la tabla de pilotos.

En medio de la sequía de victorias consecutivas, hubo destellos que mantuvieron viva la expectativa. En Australia consiguió un segundo puesto inesperado cuando se pensaba que su coche apenas tenía ritmo para un quinto lugar. En Japón logró la pole y confirmó la victoria, demostrando que todavía podía maximizar el monoplaza en circuitos favorables. En Arabia Saudita, Miami y Silverstone también se quedó con la pole, pero la falta de ritmo en carrera le impidió transformar esa ventaja en un triunfo, quedándose con las ganas de terminar la racha. 

REPUNTE TRAS LA PAUSA DE VERANO

El corte definitivo llegó con el trabajo técnico. A lo largo del año, la escudería introdujo ajustes aerodinámicos y retoques en las piezas, además de los cambios en la dirección del equipo. Con la llegada de Laurent Mekies y la salida de Christian Horner, Red Bull inició una nueva era, que ha tenido resultados inmediatos. Monza fue la primera prueba de que las mejoras habían funcionado, y los ánimos del equipo se renovaron. Verstappen firmó la vuelta más rápida en la historia de la F1 para asegurar la pole y la selló una victoria con más de 19 segundos sobre Norris.

En Bakú se confirmó que Italia no fue una casualidad. Verstappen superó una qualy histórica con seis banderas rojas y malas condiciones en la pista para repetir la pole, que se convirtió en un triunfo sin complicaciones durante la carrera. La victoria, su número 67 en Fórmula 1, representó la culminación de un trabajo de meses y, sobre todo, el corte a una sequía de más de un año sin victorias consecutivas.

Con este resultado la situación del campeonato le da un margen de ilusión al garaje austriaco. Verstappen suma 255 puntos, contra 324 de Oscar Piastri y 299 de Lando Norris. La diferencia con el líder es de 69 unidades, un déficit considerable pero todavía remontable con siete carreras en el calendario. El neerlandés necesita mantener el ritmo mostrado en Italia y Azerbaiyán y esperar tropiezos de McLaren, como el abandono de Piastri en Bakú. El objetivo no es solo sumar victorias, sino convertir esta racha en un catalizador que mantenga viva la pelea hasta las últimas fechas de 2025.

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