Halloween: ¿Cuáles son las casas embrujadas en CDMX que no debes visitar?

Descubre las casas más misteriosas de la CDMX que, según leyendas urbanas, están llenas de fenómenos paranormales y espíritus inquietos

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Cada octubre, la Ciudad de México se viste de misterio y suspenso. Calles iluminadas por calabazas, disfraces espeluznantes y relatos de terror cobran vida en cada rincón. Sin embargo, más allá de las festividades, existen lugares en la capital que guardan historias oscuras y fenómenos inexplicables. Estas casas embrujadas han sido escenario de tragedias, rituales y apariciones que han marcado a quienes se han atrevido a acercarse.

Desde la Colonia Roma hasta el Bosque de Chapultepec, la ciudad alberga edificaciones con pasados inquietantes. Estas leyendas urbanas han trascendido generaciones, convirtiéndose en parte del folklore capitalino. Pero cuidado: algunas historias aseguran que los espíritus aún rondan estos lugares, esperando a los más valientes para contarles sus secretos.

A continuación, te presentamos algunas de las casas más famosas de la CDMX, lugares que atraen a los curiosos del terror, así como la fecha en la que se celebra Halloween y las costumbres que acompañan esta tradición.

¿Cuáles son las casas embrujadas más famosas de la CDMX y sus historias?

La Casa de los Lamentos, ubicada en Mixcoac, es uno de los inmuebles más conocidos de la Ciudad de México. Según las leyendas, la casa está vinculada a una serie de muertes misteriosas de personas que fueron enterradas en el lugar. Aseguran que, por la noche, se pueden escuchar lamentos provenientes de las paredes y, en algunos casos, figuras oscuras cruzando las ventanas. La historia de esta casa ha dado pie a varias versiones sobre presencias paranormales que rondan la propiedad.

Otra famosa es la Casa de la Tía Toñita, en la colonia Santa María la Ribera. Este inmueble ha sido testigo de muchos relatos sobre espíritus inquietos. Según cuentan los vecinos, la tía Toñita era una mujer que tuvo una muerte violenta en el lugar, y ahora su alma vaga por la casa. Las visitas a este lugar han dejado testimonios sobre luces que se apagan y se encienden solas, así como la sensación de que algo o alguien los observa.

La Casa de los Muertos, ubicada en Xochimilco, también es famosa por sus leyendas. Este lugar, que antiguamente funcionaba como hospital, tiene historias sobre pacientes que murieron sin ser atendidos y cuyos espíritus permanecen en la casa. Las personas que han visitado el lugar aseguran haber escuchado ruidos inexplicables, como camas moviéndose por sí solas.

Casa Moira, ubicada en San Miguel Chapultepec, tiene una historia que se remonta a los años 70, cuando un niño descubrió el cadáver de un joven ahorcado en su interior. Años después, el mismo joven murió de la misma forma, en el mismo cuarto. La casa fue escenario de sesiones espiritistas y sigue siendo un sitio que genera temor por los ruidos extraños que se escuchan en su interior.

La Posada del Sol, en la colonia Doctores, fue diseñada con grandes ambiciones en su tiempo, pero su construcción se detuvo cuando el arquitecto se suicidó en su interior. Durante su uso como oficinas gubernamentales, se reportaron desapariciones misteriosas, incluyendo la de una niña cuyo espíritu es visto en el lugar. Los sonidos extraños y la aparición de la niña siguen siendo una constante en este edifico.

La Casa de Don Juan Manuel, en el Centro Histórico, tiene una leyenda que involucra un celoso esposo que, tras vender su alma al diablo, asesinó a varios hombres creyendo que eran su rival. Su espíritu todavía ronda el lugar, preguntando la hora a quienes pasan a las 11 de la noche.

En la Casa Negra, situada en la Roma, un hospital temporal durante la epidemia de tifoidea en 1935 se convirtió en un lugar de tragedia. A pesar de su restauración, la familia que la compró falleció misteriosamente, y la casa sigue siendo un lugar temido debido a los ruidos y caídas de temperatura que se experimentan por la noche.

Finalmente, el Palacio de la Escuela de Medicina, conocido también como el Antiguo Palacio de la Inquisición, alberga leyendas de torturas y castigos crueles a personas que cometían “delitos morales”. Hoy en día es un museo, pero las historias de espíritus y presencias extrañas siguen siendo parte de su historia.

Estas casas no solo se han ganado su lugar en la cultura popular, sino que atraen a muchos curiosos cada año, especialmente durante la temporada de Halloween, cuando los relatos paranormales cobran fuerza.

¿Cuándo es Halloween y cómo se celebra en México esta tradición?

Halloween, celebrado el 31 de octubre, es una festividad de origen celta que ha ganado popularidad en México en las últimas décadas. Aunque no es una tradición autóctona, los mexicanos han adoptado y adaptado esta celebración, fusionándola con costumbres locales.La palabra Halloween viene directamente de la expresión “All Hallow Eve” que significa la víspera de Todos los Santos. También está ligado a las creencias paganas celtas y romanas, en las que se festejaba el fin de la cosecha, así como el recuerdo de los familiares difuntos.

En la Ciudad de México, el Día de Muertos, celebrado el 1 y 2 de noviembre, es una festividad profundamente arraigada. Sin embargo, Halloween ha encontrado su espacio, especialmente entre los más jóvenes. Las calles se llenan de niños disfrazados pidiendo “¡dulce o truco!”, mientras que las casas se decoran con calabazas, telarañas y figuras espeluznantes.

Además, diversos eventos y actividades se llevan a cabo durante esta temporada. Desde recorridos por casas embrujadas hasta festivales de terror, la ciudad ofrece múltiples opciones para quienes buscan vivir una experiencia aterradora. Por ejemplo, el “Turibus del Terror” y el “Tour en Bici por Lugares Embrujados” son populares, sin olvidar las tradicionales fiestas de disfraces.

La combinación de Halloween y Día de Muertos ha dado lugar a una celebración única en México, donde el respeto por los muertos se mezcla con la diversión y el misterio. Es una oportunidad para rendir homenaje a los que ya no están, mientras se disfruta de una noche llena de fantasmas, leyendas y, por supuesto, dulces.

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