¿Cómo se gana dinero en el tenis? Los premios, bonos y garantías que sostienen el circuito profesional
Grand Slams, bonus pools y programas de ingreso mínimo: así se reparte el dinero que sostiene el calendario ATP y WTA

- Sinner vs Djokovic y Fritz vs Alcaraz, las semifinales del Six Kings Slam
- Djokovic se sincera sobre Federer y Nadal: “Nunca hemos sido amigos”
- Valentin Vacherot vence a su primo y levanta su primer título en el Masters 1000 de Shanghái
El tenis profesional se sostiene sobre una estructura económica compleja, diseñada para recompensar el rendimiento y garantizar la presencia constante de las principales figuras a lo largo del calendario. Cada competencia forma parte de un sistema que distribuye dinero en distintos niveles: los Grand Slams concentran las mayores bolsas, mientras que la ATP y la WTA complementan esos ingresos con programas propios de premios, bonificaciones y fondos anuales.
Más allá de los títulos y del ranking, el tour funciona como una red de incentivos. Los deportistas no solo compiten por trofeos, sino también por acceder a fondos que multiplican sus ganancias o aseguran ingresos mínimos al cierre de la temporada. En conjunto, estos mecanismos explican cómo se reparte el dinero que sostiene las giras profesionales y por qué la rentabilidad anual depende tanto del rendimiento como del cumplimiento de los compromisos establecidos por cada organización.
ATP: premios, bonificaciones y el panorama actual
El circuito masculino combina tres fuentes principales de ingresos: los premios en competencias, los fondos de bonificación por rendimiento y el programa de ingreso garantizado conocido como Baseline. Fuera de los Grand Slams y las ATP Finals, que en 2025 repartirán una bolsa récord de 15.5 millones de dólares, los torneos de categoría Masters 1000 concentran las mayores recompensas.
Este año, Shanghái distribuyó 9.19 millones de dólares, con 1.12 millones para el campeón, cerca de 600 mil para el finalista y 457 mil para la pareja vencedora en dobles. Los ATP 500 entregan entre 300 y 500 mil dólares al ganador, mientras que los ATP 250 completan el calendario con cifras más modestas, pero fundamentales para quienes ocupan los puestos medios del ranking.
Prize money is only half the story. ⬇️
— ATP Tour (@atptour) October 3, 2025
2024 saw a record $18.3 million profit share (distributed to 186 players) plus, a $20.5 million Fixed Bonus Pool. This is all on top of prize money at the ATP Masters 1000s.
12-day events = more money, to more players.
Progress… pic.twitter.com/cr1zcaJ6Kt
Sistema de bonificaciones
Más allá de las bolsas individuales de cada torneo, el ATP Masters 1000 & Finals Bonus Pool es el principal instrumento económico de la gira. Con una bolsa total de 21 millones de dólares para 2025, el sistema distribuye dinero adicional entre los 30 jugadores con más puntos en los nueve Masters 1000 y las Finales de temporada. El 70% se entrega como bonificaciones fijas y el 30% restante, corresponde a la división en las utilidades del tour, en un esquema de profit sharing que reparte una parte de las ganancias netas de la ATP. Este modelo garantiza la presencia regular de los principales nombres en todos los eventos de la categoría.
El líder de la clasificación anual recibe 3.82 millones de dólares, el segundo 1.91 millones, el tercero 1.17 millones, y las cifras descienden progresivamente hasta unos 200 mil dólares para quienes cierran el Top 30. En la porción variable, cada punto acumulado tiene valor monetario, lo que permite que incluso tenistas fuera del Top 10 obtengan pagos extra al final del año. En 2024, este formato alcanzó cifras récord: Jannik Sinner fue el jugador con mayores ingresos dentro del sistema, con 19.74 millones de dólares, resultado de sus premios, además de los bonos recibidos: 2.49 millones del fondo fijo y 1.33 millones del reparto de utilidades. Alexander Zverev ocupó el segundo lugar y Carlos Alcaraz completó el podio.
En 2025, con la temporada todavía en curso, Alcaraz tomó la delantera con 15.63 millones de dólares acumulados hasta octubre, seguido de Sinner (11.54 M) y Novak Djokovic (4.67 M). El español lidera también la clasificación del Masters 1000 & Finals Bonus Pool, lo que le asegura la mayor parte de los 21 millones a repartir. Su consistencia en los torneos de esa categoría y la clasificación anticipada a las Finales de Turín lo perfilan como candidato a cerrar el año con la cifra de ganancias más alta en la historia del circuito.
El ATP 500 Bonus Pool y las reglas de participación

Debajo del sistema principal, la ATP mantiene otro fondo de estímulo: el ATP 500 Bonus Pool, con tres millones de dólares para los seis jugadores con mejores resultados en ese grupo de eventos. El líder recibe un millón, seguido de 500 mil, 250 mil, 200 mil, 100 mil y 50 mil dólares. Para acceder al beneficio, los tenistas deben cumplir con un calendario mínimo de cuatro torneos ATP 500 distribuidos por regiones: dos en el primer trimestre (Rotterdam, Doha, Dubái, Acapulco o Río), uno en la gira de pasto (Queen’s, Halle, Hamburgo o Washington) y otro después del US Open (Beijing, Tokio, Viena o Basilea). El Masters de Montecarlo puede contarse como uno de los cinco.
El cumplimiento es obligatorio. Por cada competencia omitida, el jugador pierde el 25% del bono, y si las ausencias superan la mitad, el beneficio se anula. El mismo principio aplica en los Masters 1000, donde el porcentaje del bono se reduce al no disputar los ocho torneos obligatorios. En 2025, Carlos Alcaraz aseguró el primer puesto tras ganar en Rotterdam, Queen’s y Tokio, y cumplir con todos los compromisos, lo que le garantiza el millón de dólares adicional reservado al líder de la tabla.
Programa Baseline
Desde 2024, la ATP aplica el programa Baseline, diseñado para estabilizar los ingresos de los jugadores fuera del Top 100. En 2025, el sistema asegura 300 mil dólares para los cien primeros del ranking, 200 mil para los puestos 101 al 175 y 100 mil para los lugares 176 al 250. Si el total obtenido en premios no alcanza esas cantidades, la ATP cubre la diferencia, siempre que el tenista haya disputado al menos 15 competencias. En su primer año, 26 participantes recibieron pagos complementarios por un total de 1.3 millones de dólares, incluyendo apoyos por lesión y estímulos para quienes ingresaron por primera vez al Top 125.
El modelo WTA: paridad en la cima, desigualdad en la base

La estructura económica del circuito femenino opera bajo un formato distinto. En 2025, la WTA registró un fondo total de 249 millones de dólares en premios por competencias, un incremento del 13% respecto al año anterior, impulsado por el regreso de torneos en Asia y Medio Oriente. Sin embargo, la gira no cuenta con sistemas de bonificación ni con programas de ingreso garantizado. Las jugadoras dependen exclusivamente de los premios obtenidos durante el calendario, sin mecanismos de compensación en temporadas irregulares o afectadas por lesiones.
Los WTA 1000 son los eventos más rentables después de los Slams. En 2025, el Wuhan Open entregó 596 mil dólares a su campeona, y en los torneos combinados como Indian Wells, Miami, Madrid o Beijing, las bolsas igualaron las de la ATP. Aun así, no existe un fondo de reparto de utilidades ni una bonificación por rendimiento sostenido. Esto hace que las cifras altas dependan casi por completo de los grandes títulos y que la estabilidad financiera de las jugadoras varíe directamente con sus resultados.
Más torneos, más obligaciones
A diferencia de la ATP, la WTA impone un calendario más amplio de participación obligatoria. Las principales figuras deben competir en 20 eventos al año: los cuatro Grand Slams, 10 WTA 1000 y seis WTA 500, además de las Finales si logran la clasificación. No cumplir con estos compromisos implica sanciones automáticas, en lugar de perder una parte del bono. Omitir un WTA 1000 genera un cero de puntuación que permanece en el ranking durante 52 semanas y no puede ser reemplazado, mientras que no completar los seis 500 provoca la deducción de puntos de otros resultados. En 2024, este sistema alteró la parte alta de la clasificación cuando la organización restó 120 puntos a Iga Swiatek y 10 a Aryna Sabalenka, alterando el orden de las líderes.
Además de las penalizaciones deportivas, las ausencias pueden tener impacto económico. En 2023, la organización pagó 350 mil dólares al torneo de Guadalajara como compensación tras la baja de siete integrantes del Top 10. Este formato busca garantizar la presencia de las principales protagonistas, aunque impone una carga de calendario más exigente que la del circuito varonil.
En 2024, la jugadora con mayores ingresos fue Aryna Sabalenka, con 9.72 millones de dólares, seguida por Coco Gauff (9.35 M) e Iga Swiatek (8.55 M). Todas superaron los ocho millones gracias a los títulos de Grand Slam y al peso económico de las WTA Finals, donde la campeona obtuvo 4.805 millones de dólares, el premio individual más alto del año. En 2025, Sabalenka encabeza nuevamente la lista, seguida de Swiatek, Gauff y la gran revelación del año: Amanda Anisimova, doble finalista de Grand Slam.
Momento actual: las Finals y la carrera por los récords

La temporada 2025 se encuentra en su etapa final y los dos torneos de cierre, las ATP Finals y las WTA Finals, definirán los ingresos definitivos del año. Ambos eventos figuran entre los más lucrativos del calendario: un campeón invicto puede ganar más de cinco millones de dólares, una cifra similar a la de los Grand Slams. En Turín, el vencedor de la ATP Finals podrá alcanzar 5.07 millones, mientras que en Riad, sede de la edición femenil, la campeona que gane todos sus partidos obtendrá 5.155 millones.
Estos certámenes suelen decidir quién encabeza la tabla de ganancias. En 2024, el título en las Finals llevó a Sinner hasta casi 20 millones, y en 2025, Alcaraz podría superar ese registro histórico si se impone en Turín y suma los bonos pendientes del tour. Su dominio en los Masters 1000, el liderazgo en el ATP 500 Bonus Pool y los premios del US Open lo consolidan como el jugador más rentable de la temporada.
En la WTA, la disputa se concentra entre Sabalenka, Swiatek y Gauff, que llegan a Riad con los mayores ingresos del año. Su presencia constante en los grandes torneos y la falta de bonificaciones externas hacen que el resultado de las Finals sea decisivo: el título podría modificar la clasificación económica del circuito femenino.
Con las Finals aún por disputarse y bolsas históricas en ambos tours, 2025 se perfila como el año de mayores ingresos en la historia del tenis profesional, un deporte que reparte millones cada semana, aunque bajo modelos de distribución distintos y con estructuras financieras independientes.
TE PUEDE INTERESAR

Tenis
Sinner vs Djokovic y Fritz vs Alcaraz, las semifinales del Six Kings Slam

Tenis
Caroline Dolehide se mantiene con vida en el Abierto de Tampico tras vencer a Diletta Cherubini
