Día de Muertos 2025: ¿Cuándo llegan las almas de los difuntos y qué se pone en el altar?

México se caracteriza en todo el mundo por su cultura y especialmente por celebrar de una manera muy peculiar a sus difuntos

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En México, la celebración del Día de Muertos es un encuentro íntimo y lleno de simbolismo entre los vivos y quienes ya partieron. Cada elemento del altar, cada comida que se coloca y cada fecha representa una historia que espera ser recibida.

A continuación, revisamos cuándo se cree que regresan las almas, qué debe o no incluirse en la ofrenda, cuándo poner y quitar el altar, y qué sucede con los alimentos que se colocan.

¿En qué días llegan los difuntos a visitarnos?

Según la tradición popular, las almas de distintos tipos de difuntos visitan los altares en días específicos antes y durante los festejos de Día de Muertos.

• 27 de octubre: Se considera que llegan las almas de las mascotas fallecidas.
• 28 de octubre: Día dedicado a quienes murieron de forma violenta o en un accidente.
• 29 de octubre: Día en que visitan aquellos que murieron ahogados.
• 30 de octubre: Momento para honrar a las almas solitarias, olvidadas o a los niños no bautizados/no nacidos.
• 31 de octubre y 1 de noviembre: Llegan los “angelitos” o niños difuntos.
• 2 de noviembre: Día principal para honrar a los adultos que han fallecido en vida.
  La norma marca que, tras el 2 de noviembre, las almas regresan al otro plano y muchas familias comienzan a retirar la ofrenda.

¿Qué se pone y qué se quita de la ofrenda de Día de Muertos?

La ofrenda o altar es un puente simbólico hacia quienes ya no están. Lo que se incluye y lo que se retira tienen significado.

Qué se pone:

Algunos de los elementos esenciales son:

• Foto del difunto, para recordarlo visualmente.
• Velas o veladoras, que simbolizan la luz que guía a las almas.
• Agua fresca, para calmar la sed de las almas y purificar.
• Sal, que simboliza purificación.
• Flores de cempasúchil, papel picado, incenso o copal, elementos que guían o limpian el ambiente.
• Alimentos y bebidas que el difunto disfrutaba: pan de muerto, dulces, fruta, tamales, etc.

Qué se quita:

• Las decoraciones y elementos del altar suelen retirarse a partir del 3 de noviembre o tan pronto como se considera que las almas ya han vuelto.
• En ese momento se desechan alimentos que ya pueden estar en mal estado, se guardan objetos que puedan reutilizarse y se limpia el espacio en señal del cierre del periodo de visita.

¿Cuándo se pone y cuándo se quita el altar de Día de Muertos?

El montaje del altar comienza antes de los días centrales para que esté listo cuando se cree que llegan las almas:

• Lo habitual es poner la ofrenda desde la noche del 31 de octubre, o incluso un poco antes, según la tradición local.
• Se deja hasta el 2 o 3 de noviembre, y muchas familias comienzan a retirarlo el día 3 de noviembre.
  De esta manera, el altar está disponible cuando ‘llegan’ las almas, según la creencia, y se da tiempo para que compartan simbólicamente antes de su partida.

¿Se pueden comer el pan y otros alimentos que se ponen en la ofrenda de Día de Muertos?

Según la tradición mexicana los alimentos que se ponen en las ofrendas, sí se pueden consumir luego del tiempo en el que permanecen en ellas, esto condicionado a que aún se encuentren en buen estado para su consumo.

• En general, los alimentos como frutas, dulces, calaveritas de azúcar o chocolate pueden consumirse tras la visita simbólica de las almas.
• Los alimentos más elaborados (guisados, tamales) expuestos al calor, sin refrigeración y al aire libre pueden deteriorarse, por lo que se recomienda no consumirlos.
• Respecto al momento: muchas familias esperan hasta que concluya el periodo de visita de almas (después del 2 de noviembre) para comenzar a compartir y comer lo que quedó de la ofrenda.
  Por lo tanto, consumir lo del altar no es universalmente prohibido, pero sí exige juicio: condiciona la higiene del alimento y el momento en que se hace.

La celebración de Día de Muertos 2025 se vive desde los días previos, con un altar que recibe a cada tipo de alma según tradición, que se monta para que las visitas simbólicas tengan su lugar, que se enriquece con símbolos cargados de significado, y que luego cede espacio al recuerdo compartido. Si estás preparando una ofrenda, conocer estos detalles te ayudará a honrar la tradición con sentido.

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