La misión de Jonathan Taylor: pelear el MVP en un terreno dominado por quarterbacks
De O.J. Simpson hasta Adrian Peterson, un repaso a los ganadores del MVP que no fueron mariscales de campo. ¿Taylor entrará al selecto grupo?

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El espectacular inicio de los Indianapolis Colts (8-2, líderes de la AFC Sur y el número 1 de la Conferencia Americana) no podría entenderse sin el rendimiento de Jonathan Taylor. El corredor egresado de Wisconsin suma 1,139 yardas y 15 touchdowns en 10 juegos, consolidándose como el eje del ataque y reviviendo una vieja pregunta en la NFL: ¿Puede un jugador que no sea quarterback ganar el MVP?
Aunque los criterios del premio no consideran la posición, los últimos 12 ganadores fueron quarterbacks. Ni actuaciones como las de Cooper Kupp en 2021 y Ja’Marr Chase en 2024, cuando ambos ganaron la Triple Corona de los receptores (ser los líderes en yardas, recepciones y touchdowns), o la de Saquon Barkley en 2024 (superó las 2,000 yardas terrestres) fueron suficientes para romper la tendencia. Hoy, el dominio de Taylor desde el backfield podría desafiar esa lógica, y poner de nuevo a un corredor en la carrera por el premio más codiciado del fútbol americano profesional.
Los ganadores del MVP que no fueron QB: corredores, defensivos, pateadores…
El último no quarterback en ganar el MVP fue Adrian Peterson en 2012.
Para entender la magnitud del reto que enfrenta Jonathan Taylor, haremos un repaso por aquellos jugadores que, sin ser pasadores, fueron premiados como el mejor de la NFL.
Alan Page (DT, 1971)
En la temporada de 1971, Alan Page, tackle defensivo de los Minnesota Vikings, protagonizó una campaña histórica que lo convirtió en el primer jugador defensivo nominado y ganador del MVP de la NFL. Con 109 tacleadas, 10 capturas y tres safeties, su dominio en la línea fue determinante para que Minnesota permitiera apenas 139 puntos en 14 partidos, la cifra más baja de toda la NFL. Ese mismo año también fue reconocido como el Defensivo del Año, consolidando una temporada legendaria que redefinió el impacto que un jugador defensivo podía tener en el éxito de su equipo.
O. J. Simpson (RB, 1973)
O. J. Simpson estableció el primer hito estadístico para un corredor al convertirse en el primer jugador en la historia de la NFL en superar la barrera de las 2,000 yardas terrestres, logrando 2,003 yardas en 1973, una campaña que era todavía de 14 juegos. La temporada 1973 de Simpson significó una marca que tardó 11 años en ser vencida y 52 años después se sigue ubicando entre las 10 mejores temporadas para un corredor en la historia. Su logro fue tan grande que ganó el MVP a pesar de que sus Buffalo Bills (9-5) no clasificaron a Playoffs.
#OTD in 1973, O.J. Simpson, with 22 carries for 219 yards, comes to within 62 of Jim Brown's single season mark of 1863 yards as the Buffalo Bills defeat the Patriots 37-13. pic.twitter.com/d9m6ttpVh2
— ThisDateInBuffaloSportsHistory (@BuffSportsHstry) December 9, 2023
Walter Payton (RB, 1977)
En 1977, Walter Payton lideró por completo la ofensiva de los Chicago Bears y se llevó el MVP de la NFL. Terminó la temporada con 1,852 yardas por tierra, 14 touchdowns, además de 269 yardas por recepción, para un total de 2,121 yardas desde la línea de golpeo. El 20 de noviembre estableció un récord de yardas en un solo partido de NFL con 275 yardas terrestres ante los Minnesota Vikings, superando la marca de O.J. Simpson. Su rendimiento fue clave para que los Bears terminaran con marca de 9-5.
What did Walter Payton do when he had the flu and a 101-degree temperature? He ran for 275 yards because he was Walter Payton is what he did.
— Super 70s Sports (@Super70sSports) November 12, 2025
pic.twitter.com/pLzgp3E0J2
Mark Moseley (K, 1982)
En la temporada acortada por huelga de 1982, Mark Moseley, pateador de Washington protagonizó una campaña única en la historia de la NFL. Fue reconocido como MVP de la liga, el primero y único pateador en conseguirlo. Ese año convirtió 20 de 21 goles de campo, alcanzando un 95.2% de efectividad, récord en su momento, y sumó 76 puntos en solo nueve partidos de temporada regular. Su consistencia fue clave en el éxito de Washington, que terminó coronándose en el Super Bowl XVII, donde Moseley aportó dos goles de campo y tres puntos extra.
Marcus Allen (RB, 1985)
En 1985, Marcus Allen firmó una de las temporadas más completas de la década con los Raiders, entonces en Los Angeles, acumulando más de 2,300 yardas totales y 14 touchdowns en 16 partidos. Lideró la NFL con 1,759 yardas por tierra. Su desempeño le valió el MVP de la NFL y el premio al Jugador Ofensivo del Año, convirtiéndose en el primer corredor en conseguir ambos reconocimientos. Aunque no rompió el récord de yardas establecido por Eric Dickerson un año antes, su impacto fue clave para que los Raiders terminaran 12-4 y ganaran el título del Oeste de la AFC.
Lawrence Taylor (LB, 1986)
En 1986, Lawrence Taylor protagonizó una de las temporadas más imponentes para un defensivo en la historia de la NFL. El apoyador de los Nueva York Giants lideró la liga con 20.5 capturas, impulsó al equipo a un récord de 14-2 y se convirtió en uno de los dos jugadores defensivos que han ganado el MVP de la NFL, además de ser nombrado Defensivo del Año por tercera vez. Su impacto se extendió a los playoffs, donde fue clave en la conquista del Super Bowl XXI ante los Denver Broncos, consolidando una campaña que aún se considera un estándar de excelencia defensiva.
Still crazy to think Lawrence Taylor won Defensive Player of the Year as a rookie 😳 pic.twitter.com/vDNUeFsnii
— FanDuel (@FanDuel) October 9, 2025
Emmitt Smith (RB, 1993)
En 1993, Emmitt Smith protagonizó una temporada excepcional con los Dallas Cowboys, pese a ausentarse en los dos primeros partidos por una disputa contractual. En solo 14 encuentros acumuló más de 1,900 yardas totales y 10 touchdowns, liderando la liga en producción terrestre. Su rendimiento lo hizo acreedor al MVP de la NFL, siendo el primer jugador en la historia en ganar el título de corredor líder y el Super Bowl en la misma temporada.
En el Super Bowl XXVIII, Smith sumó 132 yardas y dos anotaciones, actuación que también le valió el MVP del partido.
Barry Sanders (RB, 1997)
En 1997, Barry Sanders protagonizó una de las temporadas más impresionantes en la historia de la NFL con los Detroit Lions, al sumar 2,053 yardas terrestres, 11 touchdowns y más de 2,300 yardas totales. Se convirtió en el tercer jugador en superar las 2,000 yardas por tierra en una sola campaña y estableció un récord al registrar 14 juegos consecutivos con 100 yardas o más. Su dominio le valió el MVP de la NFL, compartido con Brett Favre, además de los premios al Jugador Ofensivo del Año y su inclusión en el primer equipo All-Pro.
In 1997, Barry Sanders needed 131 rushing yards to break 2000 rush yards on the season…So he went OFF for 184 yards against the NY Jets defense 🔥 pic.twitter.com/YOAEQEl70S
— Football’s Greatest Moments (@FBGreatMoments) November 12, 2025
Terrell Davis (RB, 1998)
Apenas un año después de Sanders, Terrell Davis tuvo una temporada histórica con los Denver Broncos, al acumular más de 2,200 yardas totales y 23 touchdowns, incluyendo 2,008 por tierra, con lo que se convirtió en el cuarto jugador en la historia de la NFL en superar las 2,000 yardas terrestres en una campaña. Fue el primero en lograrlo junto con más de 20 anotaciones por carrera. Su dominio le valió el MVP de la NFL y el Jugador Ofensivo del Año, siendo pieza fundamental en el récord de 14-2 de los Broncos y en la consolidación de su dinastía a finales de los noventa.
Marshall Faulk (RB, 2000)
En 2000, Marshall Faulk protagonizó una de las temporadas más completas en la historia de la NFL con los St. Louis Rams, al registrar 2,189 yardas totales y 26 touchdowns en solo 14 juegos. Acumuló 1,359 yardas terrestres, convirtiéndose en el eje del explosivo ataque conocido como The Greatest Show on Turf. Sus 26 anotaciones impusieron un nuevo récord de la liga, superando la marca de Emmitt Smith (25 en 1995). Su rendimiento le valió el MVP de la NFL y su segundo premio consecutivo como Jugador Ofensivo del Año.
2000 St. Louis Rams
— Coach Dan Casey (@CoachDanCasey) August 13, 2025
Motioning Marshall Faulk out of the I-Formation, faking Toss and running Tunnel Screen back to Faulk! pic.twitter.com/yTe26tTKIA
LaDainian Tomlinson (RB, 2006)
En 2006, LaDainian Tomlinson firmó una de las temporadas más dominantes que se recuerden con los San Diego Chargers, acumulando 2,323 yardas totales y un récord histórico de 31 touchdowns en 16 partidos, marca que sigue siendo el récord de la liga. Corrió para 1,815 yardas y sumó 508 por recepción, consolidándose como una amenaza constante en cada jugada. Su desempeño rompió la marca de anotaciones en una sola campaña, superando las 28 de Shaun Alexander un año antes y le valió el MVP de la NFL, el premio al Jugador Ofensivo del Año y su inclusión en el primer equipo All-Pro.
Adrian Peterson (RB, 2012)
En 2012, Peterson protagonizó una de las temporadas más impresionantes en la historia reciente de la NFL con los Minnesota Vikings, acumulando 2,314 yardas totales y 13 touchdowns en 16 juegos. Corrió para 2,097 yardas, quedando a solo nueve del récord histórico de Eric Dickerson, y se convirtió en el séptimo jugador en superar las 2,000 yardas terrestres en una campaña. Su dominio absoluto le valió el MVP de la NFL y el premio al Jugador Ofensivo del Año, convirtiéndose en el último no mariscal en recibir el galardón, antes de que una racha de 13 quarterbacks.
Lions at Vikings Memories – 2012. Adrian Peterson salts-away the 2012 game with this 4th quarter run for 61 yards and a TD. pic.twitter.com/hw6WDbcdlK
— VikeFans (@VikeFans) December 23, 2023
¿Está Jonathan Taylor realmente en la conversación del MVP 2025?
La respuesta práctica es sí, pero necesita mantener o elevar su nivel en la recta final de la temporada si quiere que su candidatura tenga un peso real.
Sus números proyectados lo colocan en terreno de leyenda, aunque aún un paso detrás de los dos últimos corredores que lograron el galardón. En comparación con LaDainian Tomlinson, MVP en 2006, Taylor proyecta un ritmo para alcanzar los 29 touchdowns totales al fin del año, dos menos que los 31 con los que el histórico corredor de los Chargers estableció el récord. De mantener este ritmo superaría sus 1,815 yardas terrestres por 121 y también sus 2,323 yardas combinadas por un margen de 55. Frente a Adrian Peterson, ganador del MVP en 2012, Taylor quedaría 161 yardas por debajo de sus 2,097 por tierra y a solo 169 del récord absoluto de Eric Dickerson (2,105).
Only three players have rushed for 240+ yards in multiple games in their careers (regular and postseason):
— Dianna Russini (@DMRussini) November 9, 2025
– O.J. Simpson
– Corey Dillon
– Jonathan Taylor pic.twitter.com/ibitTpLk4p
Aunque no está en ritmo de romper marcas icónicas, su proyección de 29 touchdowns totales sería la tercera cifra más alta en la historia de la NFL, y sus 1,936 yardas terrestres lo colocarían entre las temporadas más dominantes jamás registradas. Taylor está en una conversación reservada para los mejores, pero si quiere que su nombre figure junto al de Tomlinson y Peterson como un corredor MVP en una era dominada por los mariscales de campo, deberá firmar un cierre de campaña tan explosivo como consistente.

¿Cómo se elige al MVP de la NFL?
El MVP de la NFL es elegido por un panel de 50 periodistas especializados que cubren la liga de manera regular. Estos votantes emiten su elección antes del Super Bowl, considerando únicamente el desempeño de los jugadores durante la temporada regular, sin tomar en cuenta los playoffs. Cada uno selecciona a un solo candidato y el jugador que acumula más votos se lleva el premio.
Aunque no suele mencionarse, la NFL no tiene un reconocimiento oficial al Jugador Más Valioso dentro de su reglamento; el galardón conocido como MVP corresponde en realidad al Premio AP al Jugador Más Valioso, otorgado por The Associated Press.
El ganador se anuncia en la ceremonia de los NFL Honors, organizada por la propia liga, lo que le da un carácter “oficial” a efectos prácticos. No existe una definición concreta de lo que significa ser el más valioso, pero generalmente se interpreta como el jugador más determinante para el éxito de su equipo durante la temporada regular. El criterio varía entre votantes: algunos priorizan las estadísticas individuales, otros el número de victorias, el liderazgo o el impacto dentro del vestidor. Esa naturaleza subjetiva explica por qué el premio suele terminar en manos de un quarterback de un equipo contendiente, aunque no siempre es así.


