El Bayern se lleva un tremendo susto en la Copa de Alemania
Los de Kompany dejan muchas sombras ante el Unión Berlín, pero logran superar la barrera para meterse en los cuartos de final.

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El Bayern ha salido vivo de Berlín con un marcador que poco dice más que lo visto. La clasificación a cuartos de final de la Copa de Alemania dejó un trayecto lleno de vaivenes, con un cuadro local que mordió cuando parecía derrotado y un Bayern que golpeó de inicio, pero terminó refugiado en su propio campo.
Dos córneres bastaron para romper el plan original. Kimmich, dueño de la pelota quieta, envió uno al segundo poste en el 12’, donde Ansah terminó empujando contra su arco; otro en el 24’ cayó en la frente de Harry Kane, que solo tuvo que empujar en el centro del área. La contienda, que el Unión imaginaba larga y cerrada, se abrió sin aviso.
El gol en contra no apagó la propuesta berlinesa, que había comenzado con presión alta, bloque junto y transiciones rápidas. El penal justo antes del descanso, tras mano de Jonathan Tah, devolvió el aliento a los de casa. Leopold Querfeld convirtió con seguridad y la tribuna encontró voz. El descanso parecía camino al 1-2, pero una falta ejecutada por Olise desde la derecha terminó otra vez en error defensivo. Diogo Leite intentó impedir el remate de Kane y desvió contra su propia red. Tres goles de balón parado, dos en contra sin intervención directa del rival, y una jornada que en lo emocional tuvo más curvas que rectas.
Nos vemos en los cuartos de final 🔜
— FC Bayern München Español (@FCBayernES) December 3, 2025
El reporte del partido: https://t.co/f9sQfT4sBU pic.twitter.com/bkeTcR0Gde
Un segundo tiempo de infarto
La parte complementaria iba a llevar el partido hacia otro paisaje. Unión volvió a levantar la cabeza y encontró el 2-3 desde los once pasos, cuando un choque aéreo entre Kane y Leite fue sancionado como penal. Querfeld repitió el lanzamiento y la distancia se redujo. Los de casa ganaron terreno, segundas pelotas y peso cerca del área. Bayern resistió como pudo, obligado a defender metros bajos y obligado también a corregir en cada disputa. El juego directo berlinés creció, las llegadas se multiplicaron y el ambiente se transformó en un ida y vuelta sostenido por nervios.
Cuando el Bayern podía cruzar mitad de campo aparecían situaciones claras, pero fugaces. Un remate de Kane neutralizado por Rönnow, un mano a mano de Luis Díaz que Leite salvó sobre la línea. Unión, sin embargo, remató más, insistió más y condicionó al equipo de Kompany, que terminó moviendo el tablero con una señal defensiva. Los 17 remates del Unión Berlín contra los seis del Bayern explican el relato sin adornos, así como el pitido final que cerró un partido tenso, jugado con filo y decidido por detalles.


