Barcelona recibirá al Eintracht Frankfurt en el Camp Nou tras una excepción extraordinaria de UEFA
El equipo culé volverá a su estadio en la Champions tras una decisión histórica de la UEFA, que autorizó el cambio de sede pese a la regla de un solo estadio
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El Barcelona volverá a disputar un partido de Champions League en el Camp Nou, una noticia que marca un punto de inflexión en medio de la reconstrucción del estadio. El club confirmó que el duelo ante el Eintracht Frankfurt, correspondiente al sexto partido de la fase de liga, podrá disputarse en su casa tradicional gracias a una decisión extraordinaria de la UEFA.
Este regreso no estaba previsto para esta temporada, ya que el Camp Nou continúa en obras avanzadas del proyecto Espai Barça. Sin embargo, el organismo europeo aprobó una excepción singular al reglamento tras analizar los informes técnicos del club y las nuevas licencias concedidas por las autoridades municipales.
De acuerdo con el reglamento de la competición, todos los partidos de local de la fase de liga deben disputarse en un solo estadio, una medida diseñada para garantizar uniformidad operativa, seguridad constante y control comercial. Por ello, el Barcelona había inscrito el Estadio Olímpico de Montjuïc como su sede oficial durante toda la fase regular.
La UEFA, no obstante, determinó que el avance estructural del Camp Nou, la habilitación de nuevas zonas operativas y la obtención de la licencia de primera ocupación de la Fase 1B justificaban una excepción sin precedentes. Es la primera vez que el organismo aprueba un cambio de estadio dentro de una misma fase bajo el nuevo formato.
El avance de las obras, clave para la decisión
El club detalló que la autorización llega después de que se habilitara la zona de Lateral, que se suma a las áreas ya operativas de Tribuna y Gol Sur. Esto permite abrir un aforo de 45 mil 401 espectadores, cumpliendo con los estándares de evacuación, accesos, iluminación y espacios destinados a la afición visitante, exigidos por la UEFA.
Las obras continúan, pero el estadio alcanzó un nivel de funcionamiento que permite garantizar seguridad y operación para un encuentro de máxima exigencia europea. La reactivación parcial de los servicios comerciales también fue considerada en la evaluación de la UEFA.
El Barça recordó que no buscó esta excepción por motivos competitivos, sino por el avance natural de la obra. En septiembre, la UEFA había bloqueado cualquier partido en el Camp Nou al no cumplirse todavía los requisitos mínimos, por lo que todos los duelos previos se disputaron en Montjuïc.
Ahora, con el estadio parcialmente funcional, el club presentó la documentación necesaria y el organismo aceptó la solicitud con base en el artículo que permite cambios de sede por condiciones extraordinarias y debidamente justificadas.
Impacto deportivo
En el plano deportivo, el duelo ante el Eintracht Frankfurt toma un valor especial. El Barcelona pelea por colocarse en la parte alta de la clasificación, y un triunfo en casa podría marcar la diferencia entre avanzar directamente a octavos o enfrentar el repechaje.
La posibilidad de volver al Camp Nou, incluso con un aforo reducido, promete un ambiente más favorable que el que el equipo había tenido en Montjuïc, donde la asistencia fluctuó y las sensaciones nunca fueron del todo positivas.
El Camp Nou, listo para un ensayo previo en LaLiga
Antes del choque europeo, el Barça disputará un partido de LaLiga ante el Athletic Club, encuentro que servirá como simulación operativa para medir accesos, movilidad, seguridad y logística en el nuevo entorno. Este ensayo será crucial para validar protocolos que UEFA monitorea rigurosamente. El cuerpo técnico valora también el aspecto emocional: volver a casa puede reforzar la confianza del plantel en un tramo exigente de la temporada.
El regreso al Camp Nou representa un alivio financiero. Durante su estancia en Montjuïc, el club sufrió pérdidas importantes por taquilla y explotación de servicios. Con el retorno parcial, se reactivan ingresos de matchday, incluyendo restauración y áreas de hospitality. Para los patrocinadores, además, el regreso al estadio insignia supone una oportunidad de reforzar visibilidad en un encuentro de alto impacto continental.
Aunque el estadio no está terminado, su reapertura parcial envía un mensaje claro: la casa del Barcelona vuelve a ser europea. El proyecto final contempla un aforo superior a los 105 mil espectadores y una experiencia completamente renovada, pero esta primera apertura marca un avance tangible y emotivo.
