¿Quién es Valentina Murrieta, la portera mexicana que dio el pase a semifinales del Mundial sub 17?

La guardameta, originaria del estado de Veracruz y surgida de las fuerzas básicas del América, ve como figuras a seguir a Blanca Félix y a Guillermo Ochoa

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Valentina Murrieta se convirtió en el eje del triunfo de la selección mexicana femenil sub 17 en el Mundial que se disputa en Marruecos. Su actuación bajo los tres palos fue decisiva para que el equipo avanzara a las semifinales del torneo, al detener tres penales frente a Italia en cuartos de final y mantener el arco en cero ante Paraguay en octavos. En un torneo donde cada error puede costar la eliminación, la arquera surgida del América respondió con temple y eficacia en los momentos más determinantes.

El desempeño de Murrieta no solo representó la diferencia entre la clasificación y la eliminación, sino también la consolidación de una nueva figura para el fútbol femenil mexicano. Su liderazgo, capacidad de reacción y lectura del juego fueron factores que sostuvieron al equipo en los tramos más complicados. Con apenas 17 años, la guardameta veracruzana se ha convertido en una pieza clave para que el conjunto dirigido por Miguel Gamero regrese a una semifinal mundialista (primera desde el 2018), reafirmando el crecimiento del proyecto formativo del fútbol femenil en México.

¿Quién es Valentina Murrieta portera de la selección femenil sub 17?

El camino de Valentina Murrieta hacia el arco del Tri sub 17 comenzó en su natal Veracruz. Su padre, también portero, fue quien la inspiró a seguir este camino. Una noche, después de verlo defender la meta, le pidió que la llevara a entrenar, convencida de que quería seguir sus pasos. Desde entonces, el fútbol se convirtió en el eje de su vida. “De mi papá tengo muchas cosas que aprenderle, es como mi mayor maestro”, recuerda Murrieta desde Marruecos en palabras para ESPN, donde se disputa el Mundial sub 17.

Para alguien tan defensora de una posición tan ‘injusta’ como es el ser portero, tener figuras a seguir es algo normal; y Murrieta tienen en esos ídolos a la cancerbera de las Chivas, Blanca Félix, y a uno de los últimos referentes del americanismo; Guillermo Ochoa: “De más joven admiraba a Guillermo Ochoa y a Blanca Félix, opuestos los dos, de los equipos rivales, pero los seguía mucho”.

Su formación se dio entre niños, en la reconocida academia veracruzana de Adolfo Misarte, la misma que formó a Sebastián Jurado. Su madre, quien la ha acompañado en cada paso, siempre le preguntaba si estaba segura de continuar, a lo que Valentina respondía con firmeza. “Había chicos bastante grandes, que ya están en Primera División. Era exigente y me estresaba, porque no me salía. El profe siempre estuvo encima mío y ahora estoy aquí”, relata la arquera, que en el vestidor es conocida simplemente como “Vale”.

El siguiente paso fue su llegada al América Femenil, donde fue observada en una visoria y trasladada a la Ciudad de México. Su madre no la dejó sola en la decisión y la acompañó en la mudanza. En apenas seis meses, Murrieta levantó el campeonato con la categoría sub 19 del club. Entrenar con varones le permitió adaptarse rápido a los ritmos del profesionalismo. “A mí nunca me dio miedo el balón. Cuando llegué al América todo era más fácil. Luego, con el primer equipo, me costó un poco más, pero me fui acoplando”, comenta.

Seguimos en este camino, 🧤⚽️@Miseleccionfem pic.twitter.com/VCs7kUGyF4

— Club América Fuerzas Básicas (@America_FB) November 2, 2025

El técnico Miguel Gamero la convocó a la selección nacional sub 17 por su presencia bajo los tres palos y su seguridad en el área. Su papel fue determinante desde la fase de grupos, con arcos en cero ante Países Bajos y Camerún. En octavos de final frente a Paraguay entregó idéntica actuación al dejar su meta imbatida y llenar de confianza a sus compañeras con liderazgo y serenidad,

“Mis compañeras me dijeron que era bien buena, y les contesté que gracias a ellas. Sin su trabajo, no se logra el resultado. Yo pude defender, pero las que metieron el gol fueron ustedes. Todas tienen que ver, las 21 jugadoras, cuerpo técnico y staff”, explicó tras la clasificación a semifinales, reflejando la unión dentro del grupo.

Murrieta volvió a ser decisiva contra Italia en los cuartos de final. En la primera mitad, detuvo dos penales, ante Valentina Giudici y ante Giulia Galli, y sostuvo al equipo cuando el rival presionaba. El primer tiro lo adivinó con anticipación, y el segundo lo rechazó con los pies. Más adelante, en la segunda parte, intervino de nuevo con una atajada clave tras un remate de cabeza de Galli. Su actuación fue fundamental para mantener con vida al equipo en un encuentro que México terminaría ganando en tanda de penales. Valentina también brilló con una atajada en la serie desde los once pasos ante Rachele Giudici.

La historia de Murrieta también representa el crecimiento del fútbol femenil en México. Su trayectoria combina el esfuerzo de las academias regionales, el seguimiento de los clubes profesionales y el apoyo familiar. Desde su debut en torneos juveniles hasta este Mundial, su proceso muestra la evolución del trabajo formativo en las nuevas generaciones de jugadoras mexicanas.

En Marruecos, Murrieta no solo defiende la portería, sino también una historia de perseverancia. A los 17 años, busca llevar a México a una nueva final mundialista y, como ella misma dice, “por qué no, ganar el guante de oro”. Su figura se ha convertido en símbolo del avance del fútbol femenil mexicano, con una generación que combina talento, trabajo y compromiso bajo la meta tricolor.

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