Isaac del Toro y el año que cambió su vida: “Aprendí a creer un poco más en mí”
En su cumpleaños 22, Del Toro repasa un 2025 histórico, agradece al equipo, acepta ser referente; sueña con Mundial y Strade en 2026
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Isaac del Toro celebra su cumpleaños 22 con una entrevista exclusiva en Claro Sports en W Radio, un espacio que sirvió para repasar un 2025 que ya se queda en la memoria del ciclismo mexicano. Con la serenidad de quien entiende la dimensión del momento, el joven ciclista habló de su año histórico, de cómo lo vive a nivel personal y de lo que sueña para el futuro inmediato, sin perder la perspectiva sobre lo que representa para nuevas generaciones.
Balance personal de un año que marcó época
Del Toro arrancó la charla con gratitud y una emoción contenida. “Primero que nada, muchas gracias. La verdad sí es bastante especial todo esto, todo lo que se está viviendo. Ha sido muy bonito a lo largo de estos últimos años y sin duda sí me siento muy feliz. También privilegiado de estar listo para cuando llegan las oportunidades y creo que sí es cosa de valorarlo y de estar muy atento siempre”, compartió, dejando claro que el 2025 no solo se resume en resultados, sino en la madurez con la que ha aprendido a recibirlos.
El ciclismo mexicano y la mirada desde Europa
Sobre la percepción del ciclismo en el país, Isaac evitó reproches y eligió explicar el contexto. “No, más que nada creo que no sea para mexicanos; simplemente es un deporte que no es tan consumido por nosotros, pero se entiende. Al final el deporte es un poco más europeo y nosotros estamos tratando de encontrar nuestro espacio allá. La verdad ha sido muy bonito salir un poco de mi burbuja de trabajo y volver al país, entender cómo se ve ahora mi deporte. Ha sido muy bonito que se le da un poquito de espacio y un poco más de foco, ya que es un deporte muy bonito en el cual todos deberíamos darle una oportunidad”, afirmó.
Impacto en los jóvenes
Del Toro reconoció el eco que ha tenido su temporada en los más jóvenes, aunque todavía no se asume como ídolo. “La verdad es que sí ha sido muy bonito todo esto. Creo que cuando yo crecí nací en una época un poco extraña, pero es muy padre todo esto. Yo no me siento como esa figura todavía, pero sí me he dado cuenta del efecto que he tenido en los jóvenes y simplemente quiero no equivocarme, que realmente ellos se vean reflejados en sí mismos para que puedan crear una mejor versión de lo que les gustaría hacer en el futuro”, dijo con honestidad.
Las carreras que sueña para 2026
Cuando la conversación giró hacia el calendario que desea el próximo año, Isaac no escondió ambición, pero la colocó dentro de la lógica del equipo. “La verdad es que hay muchas. Obviamente me gustaría estar en el Campeonato del Mundo. Me gustaría tal vez repetir en Strade (Bianche), lo he hecho las dos temporadas como profesional; es una competencia que disfruto. Pero fuera de ahí, soy bastante abierto con el equipo, nunca pido nada. Son eventos que uno como ciclista, cuando se le dan bien o cuando tiene la ilusión, le gustaría estar”, explicó.
El valor del equipo y los ‘gregarios’ de la vida
Entre las respuestas más personales, Del Toro habló de quienes lo han acompañado fuera de la carretera. “En ese aspecto siempre he tenido a gente muy buena a mi lado. Siempre he tenido a personas que han estado para mí en las malas más que en las buenas, y es algo de agradecerse. Ha sido muy especial todo lo que he estado viviendo con ellos y me quedo con todos. Todos me han enseñado cosas muy importantes, tanto para mi vida personal como en la profesional, y es algo que me tiene muy contento siempre”, expresó.
Elogios del pelotón y presión competitiva
También abordó los comentarios de figuras internacionales como su compañero de equipo, Tadej Pogačar. “La verdad trato de no escuchar mucho ese tipo de cosas, pero obviamente es un buen halago. Son personas que respeto muchísimo y admiro; he trabajado con ellos y sé por qué están donde están. Es algo que siempre me fortalece para intentar ser mejor o llegar a un punto donde a mí también me gustaría estar. Me siento muy privilegiado por convivir con ellos, verlos como compañeros de trabajo y también como una amistad”, señaló.
Al hablar de la presión, mostró claridad sobre su proceso.“Yo diría que siempre existe una nueva presión. Mi versión de hace tres años con la de ahora ha cambiado un poco la forma en la que he trabajado, pero más bien en mi propia escala. Siempre he tratado de ser un poco mejor; no siempre eso viene acompañado de resultados, entonces no me fuerza a tener que lograr algo inmediato. Simplemente me gustaría ser mejor en diciembre y en enero que lo que fui el año pasado, y así sucesivamente”.
Sueños guardados, lecciones y la ruta emocional
Mirando atrás, Del toro se habló a sí mismo con paciencia. “Gracias por ser paciente cuando lo tenía que hacer, gracias por ser ambicioso. Que lo disfrute más, que entienda que los malos momentos no son para siempre, que lo bueno llegará en su debido momento. Me han pasado tantas cosas tan rápido que a veces no me percato de lo bueno que ha sido esta última época”.
Finalmente, sobre la vida como una subida interminable, eligió una imagen más humana que heroica: “No podría contestar eso. Como todos, tenemos momentos altos y bajos. No lo vería tanto así, sino como un sube y baja: no siempre voy a estar arriba, pero tampoco no siempre voy a estar abajo, y donde estoy aprendiendo a subir y bajar con un mejor humor”. Esa misma visión se conectó con su accidente pasado. “El que me haya pasado eso fue algo muy especial, porque aprendí a dejar lo que me lastraba en mi vida personal. A partir de ahí pude crecer y saber qué era lo que quería”. Su mayor aprendizaje lo resumió sin rodeos. “A darme una oportunidad y a ser resiliente, a tenerme paciencia y a creer un poquito más en mí”.
Superación y relación con ciclistas latinoamericanos
En la recta final de la entrevista, Isaac habló de los corredores latinoamericanos con los que ha coincidido en el pelotón y de la forma en que esas relaciones también lo han ayudado a crecer. Para él, el compañerismo y el respeto están por encima de los resultados, porque entiende que el ciclismo es un camino de altibajos donde hoy se está arriba y mañana toca remar desde abajo.
“La verdad son personas que respeto muchísimo, que siempre han estado para mí. Cada que hablo con ellos son grandes personas y un punto de referencia para mí, gente que admiro y de la que tengo muchísimos ejemplos buenos, de resiliencia y admiración. Yo creo que también son momentos: a todos nos gustaría estar arriba siempre, pero unas veces vamos a estar arriba y otras vamos a estar abajo. Estoy agradecido por la posición en la que estoy hoy y de verdad la estoy valorando muchísimo, siempre con su debido respeto. Al final somos casi hermanos, y así como me da gusto ganar en algunas ocasiones, también me da gusto cuando a ellos les va bien y pueden demostrar su calidad humana. Entonces es algo bonito, pero también hay que aprender a valorarlo porque tal vez no va a ser para siempre”.


