El balance de los fichajes internacionales de la Liga MX: ¿Quién cumplió y quién quedó a deber?
Los equipos mexicanos se reforzaron con elementos de gran cartel, pero no todos brillaron durante el Apertura 2025

- La Liguilla toma forma: resta un boleto e inicia la pelea por el Play In
- La Hormiga González guía la victoria de Chivas, que tiene un pie en la Liguilla
- La agenda deportiva de hoy: calendario, resultados y estadísticas, al momento
La fase regular del Apertura 2025 está a una jornada de cerrarse y el debate se concentra en los nombres que llegaron con etiqueta de ‘bomba’. Más allá del ruido mediático, hoy existen datos y contexto suficiente para valorar impacto real: minutos, producción directa en goles, influencia en el juego y, sobre todo, puntos aportados. Con ese marco, este balance separa perfiles, no para sentenciar carreras, sino para ubicar con precisión qué funcionó y qué no en un torneo que ya exige respuestas de cara a la Liguilla.
Entre los reprobados aparece Aaron Ramsey, el ’10’ de Universidad Nacional, cuya apuesta pretendía liderazgo técnico, experiencia europea y gol desde la segunda línea. La realidad fue mucho más modesta: apenas seis partidos, 235 minutos acumulados y una sola anotación. Los pasajes de juego evidenciaron falta de continuidad y ritmo; su desvinculación incluso antes de concluir el calendario regular confirma que la relación nunca terminó de cuajar. El dorsal y la expectativa pesaron más que su aporte tangible, dejando a Pumas sin la pieza que buscaba para ordenar el último tercio.

Antony Martial, en Rayados, transita una curva similar. Debutó hasta la jornada 9 y, desde entonces, sumó ocho apariciones con apenas dos titularidades y ningún gol. En secuencias abiertas aportó circulación y descargas, pero no logró traducir intervenciones en remates de calidad ni en acciones que movieran el marcador. Su lectura de espacios no terminó de sincronizar con el volumen de centros y rupturas del equipo. El veredicto, a esta altura, no es definitivo, pero sí claro: si la misión era añadir cuota goleadora y jerarquía para partidos cerrados, la deuda sigue vigente.

Del lado de los aprobados, Allan Saint-Maximin ha sido un acelerador competitivo desde su debut en la fecha 6. Sus once partidos, con tres goles y dos asistencias, no cuentan toda la historia: su capacidad para conducir a máxima velocidad, fijar y eliminar marcas en el uno contra uno y estirar defensas le ha dado aire y metros a su equipo. Cuando recibe al pie o al espacio, el ritmo cambia y la jugada crece; esa amenaza constante obligó a rivales a ajustar coberturas y liberó a compañeros en zonas de remate. Llega a la Liguilla con una curva ascendente que invita a pensar en mejores cifras en escenarios de ida y vuelta.

Keylor Navas también se lleva nota aprobatoria. Sus 42 atajadas y tres porterías en cero se traducen de forma directa en puntos para los universitarios. Más allá de las manos, su impacto se nota en la gestión del área, la dirección de la zaga y los tiempos de salida: ordenó la última línea, corrigió en noches de margen mínimo y sostuvo al equipo competitivo incluso cuando el plan fue ceder metros. En una liga donde la transición castiga errores, un guardameta que los reduce es una ventaja competitiva. Pumas peleó la fase final, en buena medida, porque su arco tuvo dueño.

El mejor refuerzo es Ángel Correa con Tigres. Desde la jornada 2 acumuló siete goles y cuatro asistencias, pero su valor real vive entre líneas: se perfila para recibir, pausa o acelera según convenga, fija centrales cuando actúa como segundo punta y activa a los extremos con pases a la espalda. En partidos que pedían liderazgo competitivo, apareció. Esa mezcla de productividad y dirección de juego en zonas calientes explica el porqué su incorporación modificó la fisonomía ofensiva del equipo. No solo suma, hace mejores a los de alrededor, que es el rasgo que separa a un buen fichaje de uno decisivo.

El balance, a una fecha del cierre, queda así: Ramsey y Martial por debajo de la expectativa; Saint-Maximin y Navas con rendimiento verificable y efecto en el plan de juego y en la tabla; y Correa, claramente, como la contratación más influyente del torneo. No es una fotografía estática, pero sí un retrato fiel de lo que se ha visto en 16 jornadas: impacto, consistencia y oportunidad para modificar resultados.
Lo que viene lo definirá la Liguilla. Para los aprobados, el reto es sostener forma y convertirla en eliminatorias ganadas, donde cada acción pesa más. Para los reprobados, si alcanzan a participar, existe una última ventana para reescribir su historia; si no, el siguiente torneo exigirá una adaptación real a la Liga MX, con pretemporada completa y roles bien definidos. Y para Correa, el listón ya está alto: su temporada se medirá por su capacidad de resolver partidos grandes cuando el margen sea mínimo y cada detalle pueda significar avanzar o quedarse en el camino.
En síntesis, el Apertura 2025 confirmó que los nombres pesan, pero los contextos mandan. Las incorporaciones que entendieron el entorno (ritmos, duelos, alturas de presión y necesidades del plantel) encontraron su lugar con rapidez. Las que no, quedaron a medio camino. La última palabra, como siempre en México, se escribe en Liguilla: ahí se validan etiquetas y se pagan fichajes con goles, atajadas y decisiones en los minutos donde la temporada respira o se apaga.
Te puede interesar

Liga MX
¡Última llamada para cumplir con la regla de menores en la Liga MX!

Liga MX
Carlos Hurtado, figura clave de la representación futbolística en México
