La final que cambió la historia: Morelia y el día que le negó el bicampeonato al ‘todopoderoso’ Toluca
A pesar del legado que han forjado en la etapa de los torneos cortos, los Diablos Rojos no han conseguido ser bicampeones. Los Monarcas les arrebataron el sueño en el Invierno 2000 en pleno Nemesio Diez

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Los Diablos Rojos del Toluca cargan con una historia de finales seguidas que pocas instituciones sostienen en torneos cortos. En el Apertura 2025 volvió a instalarse en la serie por el título, esta vez frente a Tigres, con la mira puesta en un logro que se le ha negado bajo este formato: el bicampeonato. La oportunidad tiene un fondo claro, porque los escarlatas ya vivieron una secuencia similar hace un cuarto de siglo y se quedaron a un paso.
El antecedente directo está en el año 2000, cuando Toluca cerró una temporada que parecía hecha para marcar época. Venía de ser campeón en el Verano 2000 con un global 7-1 sobre Santos Laguna, una final que resolvió con autoridad en el Nemesio Diez. Con ese envión se metió a otra final en el Invierno 2000 y quedó a un torneo de firmar su primer bicampeonato en la era de liguillas cortas.
Monarcas Morelia, el freno del bicampeonato
Toluca llegó al Invierno 2000 con números que sostuvieron su etiqueta de candidato. En el Grupo 1 cerró segundo con 30 puntos, producto de nueve triunfos, tres empates y cinco derrotas, además de 32 goles a favor y 26 en contra. Ese registro lo colocó directo en la liguilla, solo por detrás de Cruz Azul, líder del sector con 33 unidades. El equipo de José Saturnino Cardozo y compañía mantenía el paso que venía del Verano 2000, cuando había barrido a Santos, y la tabla reforzaba la idea de un Toluca listo para repetir en torneos cortos.
Morelia, en cambio, entró desde un peldaño más bajo, pero con margen suficiente para competir. Fue tercero del mismo Grupo 1 con 27 puntos, siete victorias, seis empates y cuatro caídas, 29 goles anotados, 24 recibidos. Esa posición lo llevó a reclasificación y le permitió colarse a la fase final sin cargar el foco principal del torneo. La liguilla tuvo líderes repartidos —Atlas, Necaxa y Pachuca encabezaron otros grupos—, y en ese escenario Monarcas tomó ritmo en los duelos decisivos hasta frenar a Toluca en la final, romper la ruta del bicampeonato y quedarse con el título.
Los michoacanos, al acceder a la Liguilla vía repechaje entendieron la serie final como una batalla de detalles. Superaron al Irapuato, al Pachuca y a Santos en el marcador global. Ya instalados en la final, tomaron ventaja 3-1 en la ida, resultado que obligaba a Toluca a una vuelta sin margen en casa. La respuesta escarlata (tras haberse impuesto al América y al Atlas en cuartos y semis) logró un 2-0 en el Nemesio Diez, suficiente para igualar el global 3-3 y llevar la definición a penales.
La tanda terminó como un corte duro para Toluca. Morelia se impuso 5-4 desde los once pasos en territorio rojo. En esa serie fallaron Adrián García Arias, Antonio Naelson ‘Zinha’ y sorprendentemente un José Saturnino Cardozo que ya navegaba con estandarte de líder en la escuadra mexiquense. La tanda no fue perfecta tampoco para los ‘Canarios’ tras las fallas de Javier Lozano y Alex Fernández, sin embargo el resto de los elegidos manifestarían mejor puntería.
La final quedó inscrita como una de las noches que cambiaron el rumbo de la historia reciente del club: no por falta de plantel, sino por una mala resolución en el momento límite.

Una dinastía que rozó el doblete en torneos cortos
Toluca ya era un equipo dominante en torneos cortos antes de esa final. Había sido campeón en Verano 1998, Verano 1999 y Verano 2000. El Invierno 2000 representaba la oportunidad de encadenar títulos y establecer el primer bicampeonato del club; y el primero dentro del fútbol mexicano bajo el formato moderno. Monarcas evitó el doblete y dejó a los Diablos con la sensación de proyecto incompleto, pese a un ciclo que se recuerda entre los más productivos de la era.
Curiosamente, el cruce contra Morelia no quedó como un punto final en la rivalidad. Dos años después, Toluca se encontró de nuevo con Monarcas en la final del Apertura 2002 y ahí sí cobró revancha con global 4-2, también en el Nemesio Diez. Ese campeonato confirmó la vigencia del club, pero ya sin la narrativa del bicampeonato que se había escapado en 2000.
Palmarés y peso histórico del Toluca
El club suma once títulos de Liga MX. Los dos primeros fueron en torneos largos: 1966-67 y 1967-68, ambos definidos por posición en tabla. En 1974-75 consiguió otro campeonato bajo un formato de grupos. Con la llegada de los torneos cortos, Toluca armó la base de su leyenda moderna con ocho títulos más: Verano 1998, Verano 1999, Verano 2000, Apertura 2002, Apertura 2005, Apertura 2008, Bicentenario 2010 y Clausura 2025.
El Apertura 2025 y la búsqueda que sigue abierta
El presente vuelve a empujar esa historia hacia el plano actual. Toluca llegó a otra final consecutiva y lo hizo después de levantar el Clausura 2025, título que lo llevó a once campeonatos y lo colocó como tercer club más ganador del país, solo detrás de América y Guadalajara. El Apertura 2025 abre otra vez la puerta a un bicampeonato, pero ahora con la carga de lo que ocurrió en el Invierno 2000.
El recuerdo de Morelia funciona como advertencia: no basta con llegar dos veces seguidas. El tramo final exige precisión en 180 minutos y, si la serie se rompe en penales, exige cabeza fría. Toluca ya vivió esa escena en casa con el premio a la vista y la perdió. Hoy, con otro plantel, otro técnico y otra época, persigue el mismo objetivo que se le escapó entonces: volver a levantar la copa de manera consecutiva en torneos cortos y cerrar un ciclo que todavía tiene una cuenta pendiente.


