Larcamón admite errores en el primer tiempo ante Chivas y defiende su historial en Liguilla
Cruz Azul venció a Chivas 3-2 y el estratega destacó la reacción del segundo tiempo, la lección de no desconectarse y convocó a la afición para el duelo ante Tigres
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Cruz Azul firmó una noche de Liguilla con sello propio. En el Estadio Olímpico Universitario, la Máquina venció 3-2 a Chivas en la vuelta de cuartos de final del Apertura 2025 y, tras el 0-0 de la ida, amarró su pase a semifinales en una serie que tuvo cambios de ritmo, presión alta y un segundo tiempo que terminó por inclinar la balanza. Nicolás Larcamón describió la eliminatoria como un pulso de máxima exigencia, con un patrón repetido en ambos encuentros: un primer tiempo adverso y una reacción celeste tras el descanso.
En su análisis, destacó la propuesta rojiblanca y la forma en que Cruz Azul se recompuso cuando parecía atrapado por sus propios errores. “Fue una serie sumamente disputada. Los dos partidos tuvieron una tónica similar: en los primeros tiempos ellos impusieron intensidad y agresividad, y eso les dio eficacia. Pero en los segundos tiempos nosotros crecimos”, explicó.
Luego subrayó lo que considera el punto de quiebre en la vuelta. “Lo que más celebro es la respuesta a un momento emocional muy complejo. En el segundo tiempo no solo hubo carácter, también hubo fútbol para corregir el problema que nos generamos con un primer tiempo muy malo, lleno de desconcentraciones y malas lecturas”. Para cerrar, remarcó la dimensión del logro. “Contra un rival tan exigente, estar abajo al entretiempo y aun así ganar la serie con autoridad habla de la respuesta del equipo”.
Resultado y forma
El técnico no escondió la autocrítica, pero la colocó junto a una defensa clara del estilo que emergió en la parte final. “Me hago cargo del muy mal primer tiempo, colectiva e individualmente. Pero también sostengo que en el segundo tiempo tuvimos forma e intención”, dijo.
Sobre los goles, precisó que no fueron producto del azar. “No fue tirar y meter centros sin sentido. El empate nace de una jugada combinada y una conexión interior con buena asociación; después tuvimos opciones para profundizar y el último gol llega desde gestionar el partido y ser eficaces en transición”. Su conclusión fue directa: “Lo que más destaco es el aprendizaje: ese primer tiempo no nos puede volver a costar tan caro. Estamos en el mes donde el margen de error es ínfimo”.
Aprendizajes y correcciones
La lectura táctica del entrenador fue puntual: la serie se puso en riesgo por desconexiones tempranas, algo que, en su visión, no puede repetirse en semifinales. “Un lapso de desatención te puede costar la eliminatoria. Hoy la pusimos en juego por cómo iniciamos, con muchos errores en los primeros 15 o 20 minutos. A este nivel no nos puede pasar”, advirtió.
Aun así, valoró el contexto del rival eliminado: “Sacamos a uno de los mejores equipos del torneo y nos alcanzó para clasificar, pero no podemos depender solo de reaccionar”. Por eso dejó la idea central hacia lo que viene: “La lección es ser proactivos, intencionar pegar primero y no esperar a corregir sobre la marcha”.
Plantel y calendario
Con Tigres en el horizonte y un cierre de año cargado, Larcamón habló sobre gestionar energías sin perder ambición. “Decir ‘vamos partido a partido’ es fácil; hacerlo es lo complejo. Pero desde la idea tenemos que atacar muy bien un partido a la vez”, comentó. Confía en el trabajo acumulado: “Hemos trabajado cinco meses para que casi todo el plantel esté conectado, preparado y entrenado para afrontar este diciembre con un nivel de exigencia altísimo”. Y puso énfasis en la rotación como fortaleza real, no discurso: “Hoy tenemos la oportunidad de mostrar la calidad de nuestra sinergia colectiva. Necesitamos llegar con piernas frescas y mente descansada para estos diez días que vienen”.
Historial, contexto y mensaje a la afición para la ida ante Tigres
Larcamón también respondió a lecturas sobre su historial en Liguilla, pidiendo contexto sin evadir números. “Dirigí cuatro torneos con Puebla y clasifiqué en los cuatro; en uno llegamos a semifinal. También estuve en Liguilla con León y Necaxa. El dato puede no favorecerme, pero hay que explicar cómo fueron esas series y rendimientos”, señaló.
Finalmente soltó una invitación frontal al cementero para el juego de ida: “El miércoles es fundamental. Necesitamos que el estadio se vista de azul y solo de azul, que explote. Lo construimos todos juntos y este es el momento para empujar una sinergia espectacular”. Y cerró con promesa y objetivo: “Que el Olímpico sea un templo azul; con esa energía les aseguro que este grupo va a retribuir el acompañamiento. Queremos marcar el rumbo hacia la final, pero hay que ganarlo en la cancha”.
