Toluca, por la misión no cumplida de Cardozo: ganar títulos de forma consecutiva
El Toluca vive un momento de alta expectativa mientras afronta la posibilidad de conquistar títulos consecutivos, un hito que sería inédito.
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El Toluca vive un momento de alta expectativa mientras afronta la posibilidad de conquistar títulos consecutivos, un hito que sería inédito para el club en la era de los torneos cortos. Tras coronarse en el Clausura 2025, los Diablos Rojos se han propuesto romper una barrera histórica que ni siquiera pudieron superar en su periodo más glorioso reciente: la etapa en la que José Saturnino Cardozo brilló como delantero de la institución. La mesa está puesta para que el equipo mexiquense intente escribir un capítulo distinto en sus páginas doradas.
Durante su época como futbolista, Saturnino Cardozo se convirtió en un símbolo absoluto de la institución. El delantero paraguayo fue pieza fundamental en los cuatro títulos que Toluca conquistó entre 1998 y 2002, impulsando con goles y liderazgo un modelo futbolístico que marcó una era. Sin embargo, pese al dominio ejercido en esos años, aquellos campeonatos llegaron en torneos separados; nunca se logró un bicampeonato o tricampeonato bajo el formato de torneos cortos, que desde su implementación han vuelto más compleja la obtención de coronas consecutivas.
Ya en su rol como entrenador, el paraguayo mantuvo su conexión con los colores escarlatas, pero sin alcanzar los éxitos que alguna vez firmó dentro del terreno de juego. Aunque dirigió al club en más de una etapa y logró conformar equipos competitivos, el anhelado título se mantuvo fuera de su alcance. Esta falta de coronas como técnico refuerza la dificultad histórica que Toluca ha tenido para consolidar una hegemonía prolongada en la Liga MX de los últimos años.
No obstante, la institución sí sabe lo que es ganar campeonatos consecutivos, aunque ello ocurrió bajo otro contexto y en tiempos distintos. En la era de torneos largos, el icónico Ignacio Trelles llevó al equipo a un bicampeonato histórico en las temporadas 1966-67 y 1967-68. Esta última campaña quedó grabada como una de las más exitosas en la memoria del futbol mexicano, pues Toluca logró un triplete al conquistar la liga, el Campeón de Campeones y la Copa de Campeones de la Concacaf. Un logro monumental que, sin embargo, dista más de medio siglo del presente.
Ahora, con el Clausura 2025 ya en sus vitrinas, los Diablos Rojos buscan replicar, aunque en un formato mucho más exigente, aquella hazaña que marcó a la institución. La directiva, el cuerpo técnico y el plantel reconocen que un bicampeonato en la era de torneos cortos representaría un hito irrepetible, colocándolos como una de las escuadras más dominantes de la Liga MX contemporánea. El desafío es grande, pero la oportunidad es única.
En este proceso, el rendimiento de Paulinho ha sido determinante. El delantero portugués atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera en México, tras acumular títulos de goleo y convirtiéndose en referente ofensivo del proyecto escarlata. Su efectividad ha provocado comparaciones inevitables con Cardozo, aunque él mismo se encarga de bajarle tono a esos paralelismos, al señalar con respeto que el paraguayo es una leyenda del club y que su propio camino apenas comienza a escribirse.
La comparación, aunque constante, revela un contraste claro. Cardozo construyó una trayectoria extensa, repleta de récords y títulos que aún permanecen vigentes, mientras que Paulinho apenas empieza a trazar su legado. Para expertos, aficionados y la propia historia del club, Cardozo sigue siendo el referente máximo, pero el atacante europeo tiene frente a sí la oportunidad de acercarse a esa grandeza si lidera al Toluca hacia la conquista de un bicampeonato histórico. En ese cruce entre pasado glorioso y presente prometedor, los Diablos Rojos buscan volver a levantar la mano como uno de los equipos más grandes del futbol mexicano.
