Haití, entre la pobreza y la esperanza, regresa a un Mundial después de 52 años
La selección de Haití clasificó al Mundial 2026 después de su victoria ante Nicaragua y el empate sin goles que tuvieron Costa Rica y Honduras
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Haití sorprendió al mundo al clasificarse al Mundial 2026 tras quedar por encima de Costa Rica y Honduras en el Grupo I de las eliminatorias de la Concacaf, un resultado que los regresa a una Copa del Mundo después de 52 años de ausencia. Este histórico logro se convierte en una de las historias más emotivas del verano futbolístico, especialmente porque el combinado haitiano participará como uno de los países con mayor índice de pobreza presentes en la competencia, una situación que hace todavía más especial su gesta deportiva.
De acuerdo con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD), Haití se mantiene como el país más pobre de América Latina y el Caribe, ya que aproximadamente el 60 por ciento de su población vive bajo el umbral de la pobreza. Esta situación se ha visto agravada por factores estructurales y recurrentes, como la inestabilidad política, los desastres naturales y la deficiencia institucional, los cuales han afectado de manera sostenida el desarrollo económico del país a lo largo de su historia.
A pesar de las dificultades estructurales y de seguridad que enfrenta, el desarrollo futbolístico de Haití, conocido como los Granaderos, ha mostrado avances notables. Sorprendentemente, el equipo logró ubicarse por encima de selecciones como Costa Rica y Honduras, un logro que se vuelve aún más impresionante al considerar que ni siquiera puede disputar sus partidos como local en su propio país. Este desempeño refleja un esfuerzo significativo y resiliencia por parte de los jugadores y del cuerpo técnico, quienes supieron sobreponerse a circunstancias adversas para destacar en la región.
La inseguridad en Puerto Príncipe ha obligado al cuerpo técnico de Haití a replantear por completo su logística, realizando todo el trabajo táctico, la supervisión de jugadores y la planificación de partidos desde el extranjero.
Esta situación ha llevado a que el equipo dependa cada vez más de herramientas digitales y viajes estratégicos fuera del país para mantener la competitividad, mientras el entrenador Sébastien Bernard Henri Clément Migné se enfocó en reclutar talento de la comunidad haitiana en Europa. Jugadores como Jean-Ricner Bellegarde, Josué Casimir y Hannes Delcroix reflejan cómo la combinación de experiencia internacional y compromiso con su nación fortalece la cohesión del grupo y eleva la disciplina táctica.
El conjunto supo reinventarse y forjar su propia esencia en la cancha. La mezcla de futbolistas con trayectoria en el viejo continente y talentos emergentes dio como resultado un grupo sólido y competitivo, que consiguió algo histórico: regresar a un Mundial por segunda vez, medio siglo después de su debut en 1974.
Los Grenadiers se han consolidado como un equipo de proyección internacional gracias a su plantilla de jugadores experimentados, que han pasado por la MLS y ligas profesionales de varios continentes. Francia emerge como el principal punto de formación, aportando futbolistas que se entrenaron en sus academias y vistieron camisetas juveniles antes de elegir defender a Haití. Esta combinación de talento forjado en el extranjero y compromiso con la selección permite al país caribeño presentarse con un plantel competitivo, capaz de medirse ante las principales selecciones del mundo y elevar su prestigio en el fútbol internacional.
Haití se enteró que iba al Mundial 2026 desde su celular
El camino al Mundial 2026 regaló a Haití una de las historias más emotivas de la eliminatoria: el país más pobre de América se enteró de su clasificación mientras todos sus jugadores estaban en la cancha, viendo en un celular los minutos finales del partido de Costa Rica y Honduras que definiría su boleto. Tras vencer 2-0 a Nicaragua, los haitianos, que por problemas sociales y de seguridad tuvieron que fungir como locales en Curazao, aguardaban nerviosos el resultado del otro juego. Cuando se pitó el final con un 0-0 en San José, la alegría desbordó a futbolistas, cuerpo técnico y directivos: Haití regresaba al Mundial 52 años después de su única participación en Alemania 1974, superando a selecciones históricas de Centroamérica y escribiendo un capítulo inolvidable en su historia futbolística.


