Arsenal, ante su mejor oportunidad de romper la sequía de 21 años en la Premier League

El equipo de Mikel Arteta encabeza la tabla tras diez jornadas con una defensa histórica, dominio a balón parado y rivales irregulares

• Haaland encabeza el triunfo del Manchester City ante el Bournemouth
• Mohamed Salah celebra su gol 250 con el Liverpool en la victoria ante el Aston Villa
• Agenda deportiva de hoy: calendario, resultados y estadísticas, al momento

Han pasado 21 años desde la última vez que el Arsenal levantó el trofeo de la Premier League. En la temporada 2003-2004, el equipo de Arsène Wenger completó la única campaña invicta en la historia del campeonato inglés, con Thierry Henry y Patrick Vieira como emblemas. Desde entonces, el club atravesó una larga etapa de transición marcada por la falta de títulos domésticos, un descenso de inversión respecto a sus competidores y apenas destellos de grandeza. 

Entre 2005 y 2020, los londinenses sólo terminaron seis veces entre los tres primeros, muy lejos de los ciclos dominantes del Chelsea de Mourinho, el United de Ferguson y el City de Guardiola. La década de 2020, sin embargo, trajo un cambio estructural. Con la llegada de Mikel Arteta, la consolidación de talentos formados en casa como Bukayo Saka y la construcción de una defensa moderna alrededor de William Saliba y Gabriel Magalhães, los Gunners recuperaron la estabilidad que habían perdido, y el campeonato parece estar cada vez más cerca. 

Tres subcampeonatos consecutivos

Las bases del proyecto de Arteta se consolidaron en las últimas campañas, pero los desenlaces fueron frustrantes. En la campaña 2022-23 lideraron la liga durante 248 días, aunque terminaron cinco puntos detrás del Manchester City, luego de caer 3-1 en el Emirates y 4-1 en el Etihad. 

En 2023-24, el margen se redujo a solo dos unidades, desmoronándose tras una derrota en casa ante Aston Villa en la recta final. Y la temporada pasada, pese al bajón de los de Guardiola, el título no llegó a Londres: Liverpool recuperó su mejor versión y terminó diez puntos por encima. Tres segundos lugares consecutivos demostraron la sensación de progreso sin premio, y dejaron a Arteta frente a un reto que ningún entrenador del club ha resuelto desde Wenger: traducir consistencia en campeonatos.

Una inversión estratégica y el mejor arranque de la era Arteta

El curso actual comenzó con una declaración de intenciones. El Arsenal invirtió alrededor de 250 millones de libras para fortalecer sus tres líneas. En defensa, incorporó a Piero Hincapié y Christian Mosquera; en la medular, sumó a Martín Zubimendi, complemento natural para Declan Rice; y en ataque, apostó por Viktor Gyökeres, un delantero de referencia que aporta presencia física y trabajo sin balón, características que el club no tenía desde la salida de Pierre-Emerick Aubameyang. 

Diez jornadas después, los resultados validan la estrategia: el equipo suma 25 puntos, con ocho victorias, un empate y una derrota, 18 goles a favor y solo tres en contra. Ningún otro conjunto ha recibido menos de seis. Su inicio de temporada, el mejor de la era Arteta, lo ha colocado con una ventaja de seis unidades sobre el Manchester City y siete sobre el Liverpool.

Una defensa de época

La defensa es el pilar sobre el que se sostiene el éxito inicial de los Gunners. David Raya, convertido en titular indiscutible, ha recibido apenas tres goles en diez partidos y suma seis porterías imbatidas. En total, el Arsenal acumula 11 partidos sin recibir gol en 14 encuentros oficiales, una cifra sin precedentes para el club en la era Premier.

La zaga conformada por Jurriën Timber, William Saliba, Gabriel Magalhães y Riccardo Calafiori ha permitido solo 72 tiros y 19 remates al arco en liga, la menor cifra registrada en Inglaterra desde que existen los datos avanzados. Ningún rival ha logrado un solo gol a balón parado ni un error individual de los Gunners ha terminado en anotación. En la mitad del campo, la sociedad Rice-Zubimendi combina lectura táctica y despliegue físico, mientras Eberechi Eze y Ødegaard, cuando está disponible, añaden presión alta y control en la salida rival.

El poder de la táctica fija

El otro gran factor diferencial está en la táctica fija. Desde la llegada del especialista Nicolas Jover, el Arsenal se transformó en una máquina de producción a balón parado. Once de sus primeros dieciocho goles de Premier nacieron de jugadas ensayadas: saques de esquina, tiros libres o segundas jugadas. Ningún otro equipo en Europa presenta una proporción tan alta de goles desde la estrategia.

Los centrales Gabriel y Saliba, junto con Rice, son los principales objetivos en el juego aéreo, y su capacidad para imponerse en el área rival compensa la falta de un goleador dominante. Gyökeres, pese a registrar apenas cuatro tantos en liga, se mantiene como pieza funcional dentro del sistema: presiona, genera espacios y desgasta defensas.

Profundidad y resistencia

Otro aspecto que distingue a este Arsenal respecto a sus versiones pasadas es la profundidad de plantilla. A pesar de que las lesiones siguen castigando al club como en años anteriores, el equipo ha mantenido el rendimiento con relevos de academia como Myles Lewis-Skelly y Ethan Nwaneri, además de sus nuevos fichajes. 

La consistencia no se ha resentido, y Arteta ha encontrado soluciones internas donde antes el plantel se desmoronaba. Esa capacidad de sostener un nivel competitivo con múltiples ausencias es uno de los argumentos que explican por qué el técnico español fue nominado al Entrenador del Mes de octubre, mes en el que el Arsenal se convirtió en el primer club inglés en ganar seis partidos de liga en un solo mes sin recibir goles.

Manchester City: un equipo en transición

El campeón de cuatro de las últimas cinco Premier League atraviesa un proceso de cambio que ha alterado su dominio habitual. Con tres derrotas en las primeras diez jornadas, ante Brighton, Tottenham y Aston Villa, el Manchester City ha dejado escapar puntos importantes. Su promedio ofensivo se mantiene alto, con 20 goles a favor, pero la fluidez y el control que caracterizaban al equipo de Guardiola se han visto comprometidos por las ausencias de Rodri y la irregularidad en la zona de creación. El mediocampista español, que apenas suma unos 300 minutos tras superar una lesión de ligamento, era el eje de la estructura que sostenía al campeón, y su ausencia ha expuesto la falta de equilibrio entre ataque y defensa.

En ofensiva, Erling Haaland sigue siendo la única garantía. Con 13 goles en diez partidos, el noruego lidera la tabla de goleo por amplio margen, pero también encubre las carencias colectivas: ningún otro jugador del plantel ha marcado más de una vez en Premier. Las llegadas de verano no han ofrecido soluciones inmediatas, y las rotaciones constantes en el mediocampo han impedido encontrar continuidad. El City mantiene el segundo puesto por jerarquía y experiencia, pero su dependencia de Haaland y la falta de control en el mediocampo han convertido al campeón en un equipo más vulnerable de lo habitual.

Liverpool: inversión récord, resultados en caída

El Liverpool inició la temporada como campeón defensor y como el gran favorito a repetir, tras una inversión de 415 millones de libras que trajo a figuras de primer nivel: Florian Wirtz, Alexander Isak, Jeremie Frimpong y Hugo Ekitike. Durante septiembre parecía justificar esa etiqueta con cinco victorias consecutivas, pero octubre cambió todo. El equipo de Arne Slot encadenó seis derrotas en sus últimos siete encuentros oficiales, incluyendo cuatro en liga, además de derrotas en Champions ante Galatasaray y en la EFL Cup frente al Crystal Palace. En diez jornadas, los Reds han recibido 14 goles y su estructura defensiva, basada en Van Dijk y Konaté, ha perdido la solidez que la caracterizaba.

El problema no se limita al fondo. Mohamed Salah no ha alcanzado el nivel que sostuvo durante el curso anterior, Isak no ha encontrado continuidad, y Wirtz, la apuesta más costosa del verano, aún no se adapta al ritmo del fútbol inglés. La consecuencia es un equipo desequilibrado, con un ataque intermitente y un mediocampo que no recupera ni genera con la intensidad de la campaña pasada. El triunfo más reciente ante Aston Villa detuvo la racha negativa, pero no disipó las dudas. Con partidos ante Manchester City y Real Madrid en el horizonte, el mes de noviembre puede definir si el Liverpool logra reengancharse a la pelea o confirma su derrumbe temprano.

El resto del Big Six: talento, pero sin consistencia

Más allá del trío principal, el resto del llamado Big Six atraviesa un escenario de altibajos que limita su competitividad. Tottenham alterna grandes actuaciones, como la victoria sobre el City, con empates ante rivales de la zona baja como Wolverhampton. Chelsea, que derrotó al Liverpool y a los Spurs, cayó en casa frente al recién ascendido Sunderland y dejó puntos frente al Brentford. Manchester United, pese a una leve reacción tras su mal inicio, volvió a perder ritmo al empatar con Nottingham Forest, un club que ya suma tres entrenadores distintos esta temporada. Ninguno de los tres ha logrado sostener resultados consecutivos ni mostrar regularidad táctica, y su rendimiento inconsistente los mantiene fuera de la lucha por el título, consolidando el escenario más favorable para que el Arsenal amplíe su ventaja antes del mercado invernal.

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