México y la ‘maldición celeste’: ¡Lleva casi 10 años sin ganarle a Uruguay!
La selección mexicana se enfrenta a los charrúas a quien no ha podido vencer desde la Copa América Centenario 2016
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Durante casi una década, la selección mexicana ha vivido una pesadilla cada vez que enfrenta a Uruguay. Desde 2016, el combinado nacional no ha podido imponerse ante la Celeste, acumulando goleadas, decepciones y partidos que evidencian sus carencias en distintos procesos mundialistas.
La mencionada última victoria azteca ante el cuadro charrúa fue durante la primera jornada del Grupo C de la Copa América Centenario 2016. Álvaro Pereira, en propia puerta, Rafael Márquez y Héctor Herrera marcaron para el Tri, mientras que Diego Godín hizo el tanto del empate momentáneo para los uruguayos.
Tras ese duelo, la historia muestra tres episodios que resumen una tendencia preocupante: Uruguay se ha convertido en un espejo incómodo que exhibe las limitaciones estructurales del fútbol mexicano.
México 1-4 Uruguay | 8 de septiembre de 2018
El primer golpe de la nueva era llegó en Houston. Con Ricardo Ferretti como técnico interino y un plantel joven que apenas comenzaba un proceso de renovación tras Rusia 2018, México fue superado con autoridad por Uruguay.
El Tri mostró sus viejos fantasmas: debilidad en la pelota parada, desconcentraciones defensivas y falta de contundencia. José María Giménez abrió el marcador con un cabezazo a balón parado, Raúl Jiménez empató de penalti, pero Luis Suárez y Gastón Pereiro sentenciaron el partido.
Aquel encuentro marcó el debut de una ‘generación prometedora’ (Diego Lainez, Roberto Alvarado, Víctor Guzmán y Jesús Angulo), que se esperaba brillara en el Mundial de Qatar 2022, una ilusión que se desvaneció con el tiempo.
México 0-3 Uruguay | 3 de junio de 2022
Cuatro años después, el Tri volvió a medirse ante la Celeste, esta vez bajo el mando de Gerardo ‘Tata’ Martino y a meses de la mencionada cita del 2022. El resultado fue una nueva goleada y un baño de realidad.
Martino experimentó con una línea de cinco defensas que desordenó por completo al equipo. Uruguay, sin necesidad de acelerar, aprovechó cada desconexión mexicana. Matías Vecino abrió el marcador y Edinson Cavani firmó un doblete que reflejó la distancia futbolística entre ambos combinados.
El público en Estados Unidos abandonó el estadio antes del silbatazo final, un gesto que retrató el desánimo general. México, a 172 días de esa Copa del Mundo, no encontraba rumbo ni identidad, mientras Uruguay demostraba solidez, jerarquía y oficio.
México 0-4 Uruguay | 6 de junio de 2024
El último capítulo de esta racha fue todavía más doloroso. En plena preparación para la Copa América 2024, la selección mexicana, dirigida por Jaime Lozano, fue arrollada en Denver por un equipo uruguayo comandado por Marcelo Bielsa.
Darwin Núñez firmó un hat-trick y Facundo Pellistri completó la goleada. Uruguay fue precisión y velocidad; México, desorden y desconcierto. Los experimentos tácticos no funcionaron y la defensa tricolor se desmoronó ante la presión celeste.
El público mexicano, una vez más, respondió con abucheos y frustración. El marcador 0-4 fue una cachetada con guante blanco: una lección de intensidad, preparación y claridad en el proyecto deportivo que México aún no encuentra.
Desde su último triunfo en 2016, México suma tres derrotas consecutivas ante Uruguay con un marcador acumulado de 1-11. En cada enfrentamiento, los errores se repiten: fragilidad defensiva, poca capacidad de reacción y una evidente inferioridad táctica.
Lo que para México son ‘procesos’, para la Celeste son etapas bien planificadas, con una cultura futbolística arraigada que mantiene su nivel competitivo sin importar el técnico de turno. Cada cita con Uruguay es un recordatorio del camino que México todavía no ha recorrido: la consolidación de una idea de juego, la formación de futbolistas con mentalidad internacional y la estabilidad que permita competir con los mejores.
