El Hijo del Santo se despide de la lucha libre con triunfo en el Palacio de los Deportes
‘El Enmascarado de Plata’ hizo equipo con con Último Dragón y L.A. Park; quienes vencieron a Dr. Wagner Jr., Texano Jr. y el Hijo de Fishman
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El Hijo del Santo cerró una era como luchador profesional ante más de cinco mil personas que presenciaron su retiro en el Palacio de los Deportes. Los gritos de apoyo retumbaron en el recinto y varios aficionados, incluso con lágrimas, se pusieron de pie para despedir a una figura con 43 años de historia sobre los encordados.
El Enmascarado de Plata tuvo su última función después de una gira de más de un año por México y el extranjero. La despedida se dio con una lucha estelar, en la que hizo tercia con Último Dragón y L.A. Park para enfrentar a Dr. Wagner Jr., Texano Jr. y el Hijo de Fishman.
Los invitados a la contienda estelar se fueron a los golpes desde el inicio de la caída sobre el ‘Enmascarado de Plata’, pero el público no lo dejó solo. Con gritos de “¡Santo, Santo!”, lo empujaron a responder y a mostrar también ese registro rudo que marcó parte de su carrera.
El hijo de ‘La Leyenda de Plata’ cerró con el sello de la casa: la llave “de a caballo”, que aplicó a Fishman Jr. para llevarse la victoria, tras un vuelo desde la tercera cuerda.
“Gracias a los papás y a los papás que ahora traen a los niños. Ahora les dejo a este joven: mi hijo. Así como mi papá me dejó su legado, hoy les dejo este bello deporte espectáculo que es la lucha libre. Ustedes son la nueva generación que debe revivir este deporte”, dijo el Enmascarado de Plata, tras abrazar a Santo Jr., mientras sonaban Las Golondrinas de fondo.
La función incluyó siete luchas a una caída. Entre las más aclamadas estuvo el duelo en el que Lady Apache y Julissa se impusieron a Gatúbela y Ludark en el Domo de Cobre.
Otro de los combates esperados fue el de Santo Jr., quien puso en juego por primera vez en su carrera su máscara, ante Ángel Blanco Jr. Su padre le quitó la incógnita hace 13 años en el Gimnasio Juan de la Barrera y, en esta ocasión, el heredero tuvo la oportunidad de ganar la lucha de apuestas. Fue una contienda con sangre, que terminó con el triunfo del heredero de plata, también con la llave inmortalizada por su abuelo, Rodolfo Guzmán Huerta, El Santo.
Ahora es el turno del vástago de Jorge Guzmán. de continuar el legado de su abuelo, demostrar su talento y honrar a dos generaciones que marcaron las arenas; una ruta que su padre le señaló con su ejemplo dentro y fuera del ring.
El Hijo del Santo se retiró con 32 máscaras ganadas, 34 cabelleras y 12 campeonatos. Su legado, sin embargo, seguirá presente como referencia de la lucha libre.
