Nacimiento navideño tradicional 2025: ¿Qué debe de llevar, dónde ponerlo y cuándo quitarlo?
Un nacimiento navideño tradicional representa la escena del Nacimiento de Jesús en Belén y sus figuras reflejan los personajes y símbolos de esa historia
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Para celebrar las fiestas decembrinas, en muchos hogares es toda una tradición poner el Nacimiento, el cual debe incluir figuras clave como la Sagrada Familia -María, José y el Niño Jesús-, junto a elementos como el pesebre y la estrella de Belén. También es común ver la figura del ángel, los Reyes Magos, pastores con sus ovejas, y animales como el buey y el burro que acompañan a la familia sagrada. Estas figuras representan la escena del nacimiento de Jesús en Belén, y en México, la tradición ha incorporado figuras adicionales como el diablito, simbolizando la lucha entre el bien y el mal. Este pesebre se monta generalmente a partir del 8 de diciembre o la Nochebuena y se ubica en un lugar central del hogar, como la sala o el comedor.
La tradición del nacimiento navideño tiene sus raíces en el siglo XIII con San Francisco de Asís, quien lo popularizó como una representación viviente en Greccio, Italia. Desde entonces, la costumbre de montar un pesebre se ha extendido por todo el mundo, adaptándose a cada cultura. En México, el nacimiento es una tradición que suele permanecer hasta el 6 de enero, cuando se celebra la Epifanía o la llegada de los Reyes Magos. Sin embargo, algunas familias lo mantienen hasta el 2 de febrero, Día de La Candelaria. De esta manera, el nacimiento simboliza no solo la Navidad, sino también la unión familiar y la continuidad de la celebración hasta el final del ciclo navideño.
¿Qué debe de llevar un nacimiento navideño tradicional?
Un nacimiento navideño tradicional representa la escena del Nacimiento de Jesús en Belén, y sus figuras reflejan los personajes y símbolos de esa historia. Las figuras esenciales son la Sagrada Familia (María, José y el Niño Jesús), el pesebre o establo donde se coloca al Niño, el ángel que anuncia la buena nueva y la estrella de Belén que guía a los visitantes. A este conjunto básico se suman figuras de pastores con sus ovejas, los Reyes Magos que llegan después, y animales como buey y burro, que completan la escena. En México, muchas familias también incluyen elementos culturales propios, como el diablito colocado alejado de la escena, que simboliza la lucha entre el bien y el mal.
Además de estas figuras, algunas tradiciones amplían el nacimiento con elementos adicionales como camellos, paisajes, casas o escenas de pueblo alrededor del pesebre. Aunque no son obligatorios, ayudan a recrear el contexto del relato bíblico y a enriquecer la presentación visual de esta tradición.
¿De dónde surgió la tradición de poner el nacimiento navideño?
La costumbre de poner un nacimiento navideño tiene su origen en la Europa del siglo XIII con San Francisco de Asís, quien organizó el primer pesebre viviente en Greccio, Italia, en 1223 para enseñar a la gente el significado del nacimiento de Jesús a través de una representación real con figuras y animales. Desde entonces, la tradición se difundió por todo el mundo cristiano y se adaptó a diversas culturas, incorporando elementos propios de cada región.
En México, los nacimientos se popularizaron desde la época colonial y con el tiempo se convirtieron en un elemento central de la celebración de la Navidad, presentes en casas, plazas públicas y templos. La escena del pesebre simboliza la llegada de Jesús y reúne elementos de fe, memoria y convivencia familiar que perduran en las celebraciones decembrinas hasta la actualidad.
¿Cuándo es prudente quitar el nacimiento de Navidad?
La tradición indica que el nacimiento se coloca durante la temporada de Adviento, que inicia varias semanas antes de la Navidad, y muchas familias comienzan a montarlo a partir del 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, o incluso más cercano a la Nochebuena.
Respecto a cuándo quitar el nacimiento, la costumbre más extendida es hacerlo el 6 de enero, día de la Epifanía o la llegada de los Reyes Magos, pues se considera el cierre de la temporada navideña. Algunas tradiciones también prolongan la exhibición hasta el 2 de febrero, día de La Candelaria, fecha en la que en muchos hogares se bendice la figura del Niño Jesús y se guarda la escena hasta la siguiente Navidad.
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