Junior sigue siendo el ‘papá’ de Nacional: claves de la remontada rojiblanca
En un encuentro no apto para cardíacos, el ‘Tiburón’ lo da vuelta en los minutos finales y se consolida en la cima del cuadrangular A.
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A Junior tienes que matarlo. Pero tal parece que dicha premisa no estaba en el guion de Atlético Nacional. Porque opciones tuvo el conjunto paisa de noquear a su rival antes del descanso, sin embargo, la aparición de Joel Canchimbo terminó siendo un tesoro para Alfredo Arias. Porque de su bota nació la igualdad, y su asistencia al 93’, al ‘Titi’ Rodríguez, ratifica una remontada con sabor a título para Junior.
90’⌚▶️ |2-1| ¡GANAMOS! @JuniorClubSA 🆚 Nacional
— Junior FC (@JuniorClubSA) December 1, 2025
#VamosJunior🔴⚪🔵 pic.twitter.com/9lBYhCbIUX
Nacional pecó y le salió caro
Matar el tigre y correrle al cuero. Así se puede describir lo hecho por Atlético Nacional este domingo en el ‘Metro’. Porque si bien salió haciendo la siesta, con el paso de los minutos el equipo de Diego Arias fue imponiendo el ritmo en Barranquilla, al punto de hacer figura a Mauro Silveira. Lo intentó Román. Luego, Cándido. Y la tercera fue la vencida con Dairon Asprilla. Sin embargo, a partir de entonces se desconectó el cuadro paisa y lo acabó pagando caro.
Mauro Silveira, el ‘ángel’ charrúa
Es difícil que no se venga a la cabeza nombres como Sebastián Viera o Santiago Mele. Y nuevamente un arquero uruguayo sostiene a Junior en unos cuadrangulares semifinales. En esta ocasión, Mauro Silveira. El ex de Montevideo Wanderers ratifica su excelente momento en el arco, y de no ser por su guante la historia del ‘Tiburón’ fuese otra a esta altura del campeonato. Figurón indiscutible esta noche en el ‘Metro’.
Joel Canchimbo, el cambio de oro
Parece estar tocado por una varita mágica. O al menos cuando enfrente tiene a Atlético Nacional. Porque no es casualidad que Joel Canchimbo haya castigado en menos de un mes al cuadro antioqueño en Barranquilla… y en el mismo arco. Su viveza para el centro de Enamorado que terminó en el tanto del empate ya avisaba que algo ‘gordo’ estaba por venir. Y justamente se dio en la última del encuentro, cuando un centro suyo rasante le permitió al ‘Titi’ desatar la locura y prender el Carnaval en la ‘Arenosa’.
