Philip Rivers podría salir del retiro para rescatar la temporada de los Colts
La lesión de Daniel Jones y las dudas sobre el novato Riley Leonard haría a la institución pensar en el QB de 44 años, que acaba de ser abuelo
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Los Indianapolis Colts viven una crisis en la posición de mariscal de campo y, frente a ese escenario, abrieron la puerta a un regreso que parecía cerrado. La franquicia, que perdió a Daniel Jones por una lesión de Aquiles y ahora también tiene dudas con el novato Riley Leonard, llamó a Philip Rivers para evaluar si puede ser una opción inmediata en el cierre de temporada.
Rivers, quien cumplió 44 años este lunes, viajará a Indianápolis para una visita y entrenamiento con el equipo. La intención inicial, según reportes, es sumarlo al equipo de prácticas mientras se define el estado físico de Leonard, pero la reunión también funciona como termómetro para saber si el veterano está listo para una posible activación.
El contexto empujó a los Colts a buscar alternativas fuera del plantel actual. El domingo ante Jaguars, Jones jugó con una fractura de peroné y terminó fuera en el primer cuarto al romperse el tendón de Aquiles. Leonard entró en su lugar, pero arrastra una lesión de rodilla que lo tiene día a día, dejando a Brett Rypien como único mariscal sano en el roster principal.
La semana 15 asoma con presión extra porque Indianapolis visita a Seattle, un rival que ha sostenido ritmo defensivo en la parte alta de la liga. Sin claridad sobre quién puede iniciar, el equipo priorizó una vía conocida: un pasador con experiencia en el sistema de la franquicia y con historial reciente en la NFL, aunque lleve años fuera del campo profesional.
Rivers no juega desde 2020, cuando fue titular en los 16 partidos de temporada regular con Colts. En ese año lanzó para 4,169 yardas con 24 pases de anotación y 11 intercepciones, y condujo al equipo a marca de 11-5 antes de caer ante Bills en playoffs. Su retiro llegó tras esa eliminación, aunque desde entonces su nombre volvió a circular en momentos de emergencia para otras franquicias.
El veterano se quedó en Alabama después de despedirse de la liga, donde se dedicó a entrenar fútbol americano en preparatoria. Hoy, su posible vuelta se explica por necesidad mutua: Colts requieren un mariscal que pueda tomar decisiones sin curva larga de adaptación, y Rivers valora si quiere cerrar su carrera con una última etapa competitiva.
La franquicia llega a este punto en un tramo delicado del calendario. Tras un inicio sólido, cayó en una racha de tres derrotas consecutivas después de su semana de descanso y bajó a la zona de equipos que pelean los últimos boletos de playoffs en la AFC. Con el margen reducido, cualquier ausencia en la posición modifica el pronóstico colectivo.
Si Rivers acepta volver y pasa la evaluación física, Indianapolis tendría una solución de corto plazo para estabilizar el ataque y sostener la carrera de diciembre. Su carrera en la NFL terminó con 63,440 yardas por pase, 421 touchdowns y 244 partidos disputados, además de récord de 5-7 en postemporada. Ahora, el siguiente paso depende de dos cosas: su estado real tras años fuera y la urgencia de unos Colts que no pueden esperar a recuperar a sus titulares.
