Valentina Murrieta hace historia con sus atajadas en el Mundial sub 17 y recibe el Guante de oro

Con cinco penales detenidos, la veracruzana fue clave para que el Tri Femenil obtuviera el tercer lugar mundialista, el segundo mejor en la historia

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La selección mexicana femenil sub 17 volvió a escribir un capítulo memorable en su historia. Bajo el mando de Miguel Gamero, el equipo nacional conquistó el tercer lugar del Mundial de Marruecos 2025 tras vencer a Brasil en penales, con una actuación estelar de Valentina Murrieta, la arquera veracruzana que se convirtió en figura del torneo y fue reconocida con el Guante de Oro como la mejor portera del campeonato.

Apenas con 17 años, Murrieta firmó una de las participaciones más destacadas para una portera mexicana en una Copa del Mundo juvenil. Su actuación ante Brasil no solo aseguró la medalla de bronce, sino que la colocó en los libros de historia al convertirse en la primera mexicana en atajar cinco penales en una misma edición de un Mundial.

La final por el tercer puesto tuvo tintes de drama. México empató en el último minuto gracias a un autogol de la Canarinha y llevó el partido a la definición desde los once pasos. En la tanda decisiva, Valentina volvió a hacerse grande: detuvo dos disparos y dio al Tri su segundo mejor resultado histórico, solo detrás del subcampeonato logrado en Uruguay 2018, cuando México cayó 2-1 ante España.

Pero su actuación ante Brasil no fue una casualidad. En los cuartos de final frente a Italia, Murrieta ya había demostrado su temple al detener dos penales en tiempo regular y uno más en la tanda, sellando el pase a semifinales. Entre ambos duelos, la arquera enfrentó 11 penales en total y detuvo cinco, un registro inédito para cualquier futbolista mexicana en torneos FIFA.

Su liderazgo bajo los tres palos también se reflejó en los números. Murrieta mantuvo su portería en cero en cuatro de siete partidos y solo recibió cuatro goles en todo el torneo, cifras que la colocaron como la segunda arquera menos vencida del certamen. Cada intervención fue determinante para mantener a México entre las potencias juveniles del fútbol femenil.

Originaria de Alvarado, Veracruz, Valentina creció con el fútbol en casa. Su padre, arquero amateur, fue su primer entrenador y el responsable de transmitirle la pasión por defender el arco. Desde pequeña entrenó con divisiones mayores, puliendo reflejos y técnica en la reconocida “fábrica de porteros” de su estado. Más tarde, América Femenil la reclutó para su cantera, donde se coronó campeona sub 19 antes de recibir la convocatoria nacional.

Murrieta expresó en diversas entrevistas que su sueño era “ganar el Guante de Oro” y llegar a la selección mayor, el primero ya lo cumplió y su temple, disciplina y capacidad para responder en momentos decisivos la colocan ya como una de las promesas más firmes del fútbol femenil mexicano.

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