El Betis no falla ante Real Murcia y avanza a cuarta ronda de la Copa del Rey
Con un ‘Cucho’ Hernández inspirado, la escuadra de Manuel Pellegrini evita la catástrofe en su visita al Murcia.

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La Copa del Rey suele tener llaves trampa. Es engañoso pensar que un equipo superará con solidez al otro, especialmente si se trata de uno de LaLiga frente a las otras divisiones. Eso le pasó al Real Betis, encomendado a su arquero Adrián para sellar la clasificación fuera de casa ante Real Murcia, en un 0-2 que le dio un suspiro a Manuel Pellegrini.
La escuadra sevillana tuvo dolores de cabeza desde los primeros minutos. Al menos manejó los tiempos en el tramo inicial, hasta que una pena máxima le dio cierto alivio a la visita frente al onceno de Tercera División. El ‘Cucho’ Hernández, quien fabricó la falta, se encargó de dar la primera alegría del compromiso.
El delantero lanzó una pelota que impactó en la mano de Alberto González. El árbitro se percató del detalle y sancionó el penal, no perdonado por el ‘Cucho’. A la media hora del cotejo, disparó contra el palo derecho desde los doce pasos y sellar un tiquete certero al fondo de las redes. Gran tanto de Hernández y muy valioso para el destino de la contienda.
El Betis le rindió tributo a la eficacia
Plantó cara la localía con mucho valor. Hizo ver en aprietos a un Betis aferrado a las magistrales actuaciones de Adrián San Miguel. Se destacó con una doble atajada, además de verse respaldado por un ‘Cucho’ Hernández que, aparte de marcar, salvó una pelota de gol increíble. El Betis soportó el huracán de la escuadra rival, que solo duró unos 15 minutos.
La segunda etapa fue más discreta. El Betis le dio trámite al asunto, apagando a la localía, algo agotada e impotente después de no marcar el gol. En algún momento podría llegar el segundo gol, de manera infortunada para Murcia, sobre los 85 minutos del duelo.
Diego Piñeiro, el golero local, sufrió un accidente en el juego y mandó el balón contra las propias redes. Todo nació después de un contragolpe largo por la izquierda hacia Aitor Rubial. Explotó por esa banda y disparó para la intervención de Piñeiro; sin embargo, el útil rebotó entre un defensor y el propio arquero, quien la invocó y fue villano en la obtención de la diana para el Betis.
No brilló el elenco de Pellegrini. De hecho estuvo lejos de tocar su mejor versión. La misión era ganar, sea como sea, para instalarse en cuarta ronda de la Copa del Rey. Ahora deberá encargarse de volver al triunfo en Liga, pues recibirá a Getafe el próximo 21 de diciembre.


