¡Goleadores a la baja! La Liga MX cumple 16 Años sin un campeón de goleo con más de 15 goles
En la época reciente, la cantidad de goles con la que un futbolista se corona campeón de goleo en México ha ido a la baja

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En el fútbol mexicano, el campeonato de goleo ha sido históricamente uno de los logros individuales más codiciados. A lo largo de los años, el número de goles necesario para conseguir este título ha variado entre registros muy altos y otros más modestos. Sin embargo, en los últimos tiempos la tendencia apunta a una realidad innegable: cada vez se necesitan menos anotaciones para ser monarca de goleo en la Liga MX.
Desde hace 16 años, ningún jugador ha alcanzado la cifra de 15 goles o más para llevarse el título. La última vez que esto ocurrió fue en el Apertura 2009, cuando Emanuel ‘Tito’ Villa marcó 17 tantos con Cruz Azul, liderando a su equipo hasta la final del torneo.
De 1996 a 2005: la era de los 15 goles
Con la instauración de los torneos cortos en 1996, los campeones de goleo solían superar la barrera de los 15 tantos. Entre 1996 y 2005, esa cifra fue una constante, con seis campeonatos definidos por goleadores que, al menos, alcanzaron esa marca.
En ese periodo se vivieron hazañas memorables, como los 29 y 21 goles de José Saturnino Cardozo en los torneos Apertura 2002 y Clausura 2003, los dos mejores registros individuales en la historia de los torneos cortos.

Las cifras más bajas en esa etapa fueron excepciones: 11 goles (Martín Rodríguez, Invierno 2001) y 12 tantos (Gabriel Caballero y Lorenzo Sáez en el Verano 97, así como Luis García en el Invierno de ese mismo año). Aún así, la media goleadora se mantenía alta, con delanteros que lograban cifras de dos dígitos con regularidad.
No obstante estas números tuvieron una modificación radical tras el Clausura 2005, cuando los goles comenzaron a escasear.
La nueva cifra mágica: 11 goles
A partir del Apertura 2005, la productividad ofensiva comenzó a disminuir. De dicho certamen al Clausura 2007, los campeones de goleo (Matías Vuoso, Kléber Boas, Walter Gaitán y Sebastián Abreu; Salvador Cabañas y Sebastián Abreu, Bruno Marioni y Omar Bravo) alcanzaron la cifra de 11 tantos.
De esta manera, la cifra mágica para convertirse en campeón de goleo en México bajó de 15 a 11 goles cantidad que, de solo haberse presentado una ocasión en 18 torneos (1996-2005), se repitió en cinco ocasiones en ocho torneos (2005-2009).
Solo Alfredo Moreno, en el Apertura 2007, rompió momentáneamente la tendencia con 18 goles, aunque la caída ya estaba más que concretada.
17 goles, una marca que luce inalcanzable

El Apertura 2009 marcó el último gran registro con Emanuel ‘Tito’ Villa con 17 goles anotados. Desde entonces, la Liga MX no ha tenido un campeón de goleo con más de 14 anotaciones.
Delanteros como Christian Benítez, Iván Alonso, Enner Valencia, Djaniny Tavares, André-Pierre Gignac, Ángel Mena y Henry Martín estuvieron cerca de igualar aquella marca, pero todos se quedaron en 14 tantos.
‘El número mágico’ de 11 goles volvió a ser protagonista: desde 2009 se ha repetido siete veces. Por otra parte, en estos 16 años también se presentaron marcas mínimas como los ocho goles con los que Uriel Antuna, Salomón Rondón, Diber Cambindo y Federico Viñas compartieron el cetro goleador en el Clausura 2024.
Hormiga, Paulinho y Joao Pedro, lejos del récord

Los últimos monarcas de goleo, Armando González, Paulinho y Joao Pedro, se quedaron lejos de la marca de 15 goles. Los tres registraron 12 tantos, una cifra respetable pero aún distante de los tiempos en que los goleadores superaban con facilidad los 15 goles por torneo. Incluso Joao Pedro, tricampeón de goleo, mantuvo sus números de entre 12 y 13 goles por certamen, lo que evidencia una tendencia estable pero sin explosiones ofensivas.
La Liga MX atraviesa una etapa de equilibrio y defensas más sólidas, donde los goles se reparten entre varios jugadores y los sistemas priorizan el orden táctico sobre la potencia ofensiva. La sequía de campeones de goleo con más de 15 tantos no solo muestra un cambio estadístico, sino también una transformación en el estilo de juego del fútbol mexicano, donde los grandes artilleros escasean y la regularidad pesa más que las cifras abultadas.
Si Tito Villa marcó el último gran registro en 2009, el desafío para las nuevas generaciones será recuperar esa explosividad y devolverle al campeonato de goleo el brillo de antaño.
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