Mateo Chávez: “Mi Mundial empezó el día que debuté con México”
El mediocampista del AZ Alkmaar y de la selección mexicana analizó el sorteo y recordó su primer Mundial como aficionado
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El sorteo del Mundial 2026 encontró a Mateo Chávez en su nueva casa, siguiendo la ceremonia desde Países Bajos y enterándose que México abrirá el torneo ante Sudáfrica, Corea del Sur y un rival europeo por definirse. A sus 21 años, el lateral vivió su primera fase previa a una Copa del Mundo y es uno de los jugadores que Javier Aguirre ha integrado a su convocatoria en los últimos meses. En entrevista exclusiva con Claro Sports, habló de la emoción, la presión y la preparación que atraviesa para ganarse un lugar entre los 26 convocados.
“Grupo lindo, con adversarios exigentes, ya sea por su nivel o porque llevábamos tiempo sin verlos”, señaló tras conocer el sorteo. Mencionó que el cruce más cercano fue el amistoso de septiembre ante Corea del Sur, mientras que el único antecedente con Sudáfrica se remite al 11 de junio de 2010, la primera Copa del Mundo que recuerda. Más de 15 años después, ese mismo encuentro abrirá el torneo en México, ahora con él disputando un lugar en la lista final. “Me lo voy a imaginar todos los días hasta que llegue la inauguración. Ojalá pueda estar convocado y listo para ese momento”.
Intensidad asiática y el desafío inmediato
Cuando se le preguntó por Corea del Sur, el rival más reconocido del grupo, ofreció un análisis directo, basado en su experiencia reciente en cancha. El pasado 9 de septiembre, México y los Tigres empataron 2-2 en un duelo amistoso: “Nos sorprendió la intensidad, la pasión… casi nunca se habla de eso en estos países. Corea era una selección muy organizada, que corría mucho”. Para él, ese rasgo define la dificultad del enfrentamiento: un equipo disciplinado, de ritmo alto, que complica a cualquier rival desde la presión y el orden”.
De los posibles rivales del repechaje europeo, Chávez también admitió que tiene un favorito: Irlanda. El regiomontano comparte vestuario en el AZ Alkmaar con Troy Parrott, el héroe que metió al Ejercito Verde al repechaje continental con cinco goles en las últimas dos fechas de la eliminatoria europea: “Tengo un compañero irlandés y me gustaría enfrentarlo”.
La lucha por un lugar en la lista

A 188 días de la inauguración, Chávez se mantiene enfocado en la competencia interna, por un lugar en la lista definitiva. “Mi Mundial inició desde que debuté contra Suiza antes de la Copa Oro”, comentó. Desde entonces, su carrera dio un giro importante con su llegada al AZ Alkmaar, donde aún busca regularidad, pero confía en que el periodo invernal le permitirá estabilizar su nivel y llegar mejor preparado. “Me agarra en una etapa de muchos cambios, pero sé que me está llevando a una preparación para llegar listo. Siento que estoy preparado para dar ese siguiente paso futbolístico, físico y personal”.
El joven volante entiende la responsabilidad y el contexto. El duelo inaugural será en el Estadio Azteca, en casa. Sin embargo, evita cualquier exceso de confianza, pensando en resultados previos ante las selecciones del grupo. “Eso lo dejamos a un lado. La confianza tiene que venir de nuestro trabajo, no de los antecedentes. El fútbol ha cambiado mucho desde 2010”, apuntó.
Reconectar con la afición y el peso del Azteca
La conversación giró inevitablemente hacia la relación con los aficionados, que vivió momentos tensos tras los abucheos en Torreón: “El resultado habla mucho y entiendo la presión. Pero sé cómo es la gente mexicana: siempre apoya. Ese día en el Azteca va a ser una fiesta y nos va a pesar a favor”. Para él, volver a sentir el apoyo masivo no es una necesidad competitiva para un equipo que vive un proceso de reconstrucción.
Chávez insiste en que el Mundial en casa debe ser un punto de unión. Monterrey y Guadalajara serán otras sedes importantes para el Tri, pero el Azteca tiene un significado que él no oculta: “Ese día en el Azteca es lo único que tengo en mente desde que me puse la camiseta de la selección por primera vez”.
Una historia personal que ahora toca el Mundial
Finalmente, el defensor destacó su amistad con la “Hormiga” González, compañero de infancia en Aguascalientes y hoy también candidato a estar en la lista final de Javier Aguirre. Una historia que empezó en las fuerzas básicas del Necaxa, continuó en Chivas y hoy encuentra un punto culminante en la selección. “Éramos muy amigos, estábamos en todas las categorías juntos, y ahora selección mexicana. Ojalá nos toque vivir esto también”. Con la madurez de quien ya entendió el peso de la camiseta nacional, Chávez cerró con una frase que resume su momento: “Depende de mí. Depende de mi trabajo y mi esfuerzo para estar ahí”.


