A cinco años del triunfo de Sakhir: la victoria que redefinió el futuro de Checo Pérez
Cinco años han pasado desde que Sergio ‘Checo’ Pérez vivió uno de los momentos más memorables del automovilismo mexicano

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Cinco años han pasado desde que Sergio ‘Checo’ Pérez vivió uno de los momentos más memorables del automovilismo mexicano. El 6 de diciembre de 2020, en el Gran Premio de Sakhir, el tapatío consiguió su primera victoria en la Fórmula 1 tras una carrera que parecía perdida desde la primera vuelta. Aquella jornada no solo cambió su trayectoria deportiva: también lo convirtió en un referente inequívoco para toda una generación de aficionados.
En ese entonces, Pérez disputaba su última temporada con Racing Point y tenía el futuro incierto. Llegaba a la cita de Sakhir sin haber ganado una carrera en 189 intentos y con un asiento comprometido para 2021. Para muchos, aquella carrera representaba otro capítulo en la lucha por sumar puntos sin saber si habría un mañana en la categoría. Checo arrancó quinto, pero un contacto con Charles Leclerc lo mandó al fondo del pelotón y parecía sentenciado.
Lejos de rendirse, Pérez inició una remontada que hoy sigue siendo recordada como una de las más impresionantes de la década. Desde el puesto 18, vuelta tras vuelta encontró ritmo, adelantó rivales y se mantuvo en la pelea hasta que la estrategia lo puso nuevamente en posición de podio. En la vuelta 67 tomó el liderato y, a partir de ese momento, la carrera dejó de ser un ejercicio de supervivencia para convertirse en una misión histórica.
Ese día, su principal amenaza era George Russell, quien ocupaba el auto de Lewis Hamilton, ausente por Covid 19. El ritmo del británico presionaba a Pérez, pero un error en el cambio de neumáticos por parte de Mercedes alteró el desenlace. Con Russell relegado por un pinchazo, el mexicano quedó libre para controlar el ritmo y sellar una victoria por la que había luchado durante toda su carrera.
El triunfo significó mucho más que un primer lugar. Representó el final de una sequía de 50 años para México en la máxima categoría y, sobre todo, redefinió la percepción internacional sobre el potencial de Pérez. A partir de ese día, su nombre comenzó a sonar con fuerza en el mercado de pilotos, abriendo la puerta que más tarde lo llevaría a Red Bull Racing.
La etapa con la escudería austriaca consolidó su legado. Checo sumó cinco victorias más, entre ellas el prestigioso Gran Premio de Mónaco, y consiguió el subcampeonato mundial en 2023. Además, fue pieza clave en los títulos de Max Verstappen, aportando estabilidad en un equipo que exigía resultados inmediatos y consistencia absoluta en cada sesión.
Hoy, mientras el mundo de la Fórmula 1 recuerda aquella hazaña en Sakhir, Pérez se encuentra en un punto de transición. Tras cerrar su ciclo con Red Bull y tomarse un año sabático en 2025, el mexicano prepara su regreso a la parrilla como piloto de la nueva escudería Cadillac en 2026. Será un desafío completamente distinto y también una oportunidad para escribir un último capítulo de impacto en su carrera.
La elección de Cadillac representa otro giro importante en su trayectoria. Pérez se unirá a un proyecto que debutará en la categoría con ambiciones altas y que busca combinar experiencia con desarrollo tecnológico propio. Su papel será determinante no solo en la pista, sino también en la construcción del ADN competitivo del equipo.
A cinco años de aquella noche mágica en Sakhir, la victoria no solo sigue vigente en la memoria colectiva: también simboliza el punto de inflexión que definió al piloto mexicano como uno de los más constantes y respetados de su generación. Hoy, Checo mira hacia adelante, hacia el 2026, con una certeza similar a la de aquel 6 de diciembre: todavía tiene mucho que decir en la Fórmula 1.


