Tres pilotos, un título y cero margen: la F1 tendrá su final más tenso en 15 años
Una temporada cerrada culmina en la definición más abierta de la era moderna en la máxima categoría del automovilismo mundial

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La Fórmula 1 vivirá un cierre histórico en Abu Dhabi. Por primera vez desde 2010, el campeonato del mundo llegará a su última fecha con más de dos pilotos aún en contienda matemática por el título. Lando Norris, Max Verstappen y Oscar Piastri se mantienen dentro del margen de puntos necesario para resolver el Mundial en la carrera final, un escenario que la categoría no veía desde la célebre definición de cuatro vías entre Sebastian Vettel, Fernando Alonso, Mark Webber y Lewis Hamilton.
El desenlace de la temporada ha estado marcado por resultados irregulares, estrategias decisivas y un calendario que mantuvo la paridad en la cima durante más de diez meses. El triunfo de Max Verstappen en Qatar y los puntos rescatados por Norris y Piastri modificaron el orden, pero no la tensión: los tres llegan en un margen de apenas 16 unidades, el cual garantiza que el título se definirá directamente en la pista de Yas Marina.
El último antecedente de una lucha multitudinaria
En 2010, el campeonato llegó al circuito de Yas Marina con una combinación poco habitual: cuatro aspirantes (Fernando Alonso, Mark Webber, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton) aún tenían opciones reales. Alonso, con Ferrari, encabezaba la clasificación; Webber era el principal rival desde Red Bull; Vettel, más atrás, necesitaba una combinación exacta de resultados; y Hamilton se mantenía con vida en un escenario menos probable. Ninguno de ellos tenía asegurado el control total del destino del campeonato.
Aquel cierre estuvo marcado por una carrera tensa, dominada tácticamente por la gestión del tráfico y el desgaste de neumáticos. Red Bull apostó a una estrategia dividida entre Webber y Vettel, mientras Ferrari centró sus esfuerzos en contener cualquier amenaza desde atrás. La clave ocurrió cuando Alonso quedó atrapado detrás del Renault de Vitaly Petrov después de una parada temprana. Esa situación bloqueó casi todas sus opciones, ya que el piloto ruso defendió su posición sin errores durante más de 40 vueltas.
Mientras Alonso y Webber perdían tiempo valioso sin poder adelantar, Vettel construyó una carrera limpia en aire libre. El alemán aprovechó la estrategia perfecta para alejarse en punta y completar un triunfo que, acompañado de los resultados detrás de él, le dio su primer campeonato del mundo. Hamilton, por su parte, nunca encontró ritmo suficiente para entrar en la disputa directa, sellando así un final que cambió el curso de la Fórmula 1 moderna.
Norris vs el mundo
Lando Norris parte como líder del campeonato y dependerá de sí mismo para asegurar la primera corona de su carrera. El piloto de McLaren ha construido su temporada sobre regularidad, consistencia y una curva ascendente en la segunda mitad del año. Sin embargo, la presión de Verstappen y la amenaza constante de Piastri lo obligarán a ejecutar una carrera sin margen de error en la última cita del calendario.
Max Verstappen llega con una situación distinta a la de años anteriores. Sin el dominio que caracterizó sus campañas recientes, el neerlandés se mantiene en la pelea gracias a un cierre fuerte y a una gestión estratégica precisa en los circuitos decisivos. Su victoria en Lusail revitalizó sus opciones y lo dejó a una distancia alcanzable, con la posibilidad de asegurar su quinto título en condiciones muy distintas a las de su racha previa.
Oscar Piastri completa la terna en disputa con un año que lo consolidó como contendiente real al campeonato. El australiano llega con una diferencia más amplia respecto a Norris, pero con la capacidad matemática de dar la sorpresa si combina un resultado perfecto con un mal día de sus rivales. Su velocidad en clasificación y su rendimiento en carreras clave lo convierten en un factor decisivo en la ecuación final.
El retorno de un desenlace con más de dos pilotos peleando por el título también refleja el estado actual de la parrilla. McLaren, Red Bull y otros equipos han desarrollado monoplazas competitivos en distintos tipos de circuito, lo que ha evitado un dominio prolongado y ha permitido que los resultados se distribuyan de manera más equilibrada a lo largo de la temporada. La consecuencia es un campeonato abierto como no se veía desde hace más de una década.
Con la última bandera a cuadros a la vista, la Fórmula 1 se prepara para un cierre de temporada con tintes históricos. Tres pilotos, dos escuderías y un margen mínimo separan al nuevo campeón del mundo. Quince años después, la categoría vuelve a un escenario donde la definición no se limita a un duelo, sino a un enfrentamiento múltiple que promete resolver uno de los campeonatos más competidos de la era moderna.


