Verstappen cree que Red Bull nunca tuvo oportunidad de ganar el título en 2025
El neerlandés admite que el equipo nunca fue contendiente real este año. Llegó a la última carrera por circunstancias externas, errores ajenos y falta de consistencia propia

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La temporada 2025 de Fórmula 1 representó un cambio radical para Max Verstappen y Red Bull, acostumbrados a marcar el ritmo del campeonato en años recientes. Aunque el neerlandés llegó a la última carrera con opciones matemáticas de volver a ser campeón del mundo, el desarrollo del año mostró una realidad distinta: el equipo nunca tuvo el control absoluto del campeonato y dependió más de circunstancias externas que de un dominio sostenido en pista.
Ese contexto explica el tono directo con el que Verstappen analizó el año en declaraciones para Viaplay, donde dejó claro que, más allá del resultado final, Red Bull no fue un contendiente real al título en 2025. Sus palabras reflejan una lectura fría de una campaña llena de altibajos, errores operativos y un crecimiento evidente de sus rivales.
Una temporada cuesta arriba para Red Bull
Desde las primeras carreras, Red Bull mostró debilidades que no eran habituales en la era reciente del equipo. El monoplaza careció de consistencia en distintos circuitos, lo que obligó a Verstappen a maximizar resultados incluso cuando el rendimiento no era el ideal. Victorias aisladas, podios trabajados y fines de semana complicados marcaron el calendario del neerlandés, que rara vez tuvo el coche claramente más rápido.
Ese panorama llevó a Verstappen a una conclusión contundente. “Bueno, lo veo así… En realidad no lo perdimos, porque nunca estuvimos realmente en la pelea. Creo que si miras toda la temporada, nunca tuvimos realmente una oportunidad de competir”. La frase resume el sentir interno del piloto, quien considera que el campeonato nunca estuvo plenamente bajo control de Red Bull.
A pesar de ello, Verstappen se mantuvo cerca en la tabla de puntos gracias a su regularidad y a un calendario marcado por situaciones atípicas. La lucha interna en McLaren, con dos pilotos competitivos, jugó un papel clave en mantener abierta la pelea. “Porque había dos de ellos, claro, (los pilotos de McLaren) se quitaron muchos puntos entre sí”, explicó el neerlandés, subrayando que esa dinámica permitió recortar diferencias en momentos puntuales.
Verstappen fue claro al señalar que no hubo una sensación real de oportunidad perdida, sino una acumulación de circunstancias. “Algunos accidentes o errores estratégicos, descalificaciones, y en algún momento estás ahí. No siento realmente que nos hayamos perdido nada”. Para el piloto, el simple hecho de llegar con opciones al final ya fue consecuencia de factores externos más que de un dominio propio.
Errores, momentos clave y una conclusión tajante
Uno de los debates recurrentes fue identificar en qué punto Red Bull perdió el campeonato, algo que Verstappen rechazó simplificar. “El campeonato ciertamente no se perdió en Barcelona”, afirmó, dejando claro que no existió una carrera concreta como quiebre definitivo. Para él, el análisis debe ser más amplio y autocrítico.
El piloto recordó episodios clave que afectaron su campaña, como el abandono en Austria, pero insistió en que los problemas venían de antes. “Tuvimos tantos problemas en tantas carreras antes de eso. Errores en las paradas en boxes, fines de semana en los que nada salió bien en absoluto”. Esa falta de solidez estructural terminó pasando factura en un campeonato extremadamente cerrado.
Incluso situaciones externas jugaron un papel determinante en mantener viva la pelea hasta el final. Verstappen lo explicó sin rodeos al mencionar la descalificación de McLaren en Las Vegas. “Si eso no ocurre, ni siquiera estás en la pelea”. Para el neerlandés, ese tipo de hechos alteraron artificialmente la narrativa de una lucha que, en condiciones normales, no habría existido.
Su conclusión final fue directa. “Al final no importa si es un punto, medio punto o veinte puntos. No ganar es no ganar. O estás embarazado o no lo estás. No estás medio embarazado, ¿no?”. Con esa metáfora, Verstappen dejó claro que no hace lecturas románticas de los subcampeonatos y que, para él, 2025 fue un año sin título y sin matices.


