Eliud Kipchoge: de Nueva York a la Antártida, el nuevo propósito del campeón

La leyenda keniana debutará en la Gran Manzana, cerrará su ciclo en los majors y planea correr en la Antártida

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El legendario corredor keniano Eliud Kipchoge afrontará un nuevo desafío el próximo Maratón de Nueva York 2025, una cita que podría marcar el cierre de una era. Tras conquistar los seis grandes maratones del mundo, el campeón olímpico llega a la Gran Manzana con la serenidad de quien ha hecho historia, pero con la emoción de un debutante que pisa terreno desconocido.

A sus 40 años, Kipchoge sigue corriendo con la misma disciplina, humildad y mentalidad que lo convirtieron en un referente mundial. Su nombre está asociado a récords, victorias y momentos que redefinieron los límites humanos, como aquel tiempo de 1:59:40 en Viena, una hazaña que inspiró a millones de corredores en todo el planeta. Pero esta vez, el objetivo va más allá de los cronómetros: se trata de cerrar un ciclo y abrir otro. “Noviembre, Nueva York… Es algo que llevaba mucho tiempo en mi cabeza. Es el momento de completar el último de los siete majors del maratón antes de emprender mi nueva aventura de correr por otras cosas, correr por un propósito”, confesó Kipchoge en entrevista con Olympics.com.

La Gran Manzana, el último capítulo de una historia perfecta

El Maratón de Nueva York siempre ha tenido un significado especial para los corredores. Sus cinco distritos, el cruce de puentes y las avenidas llenas de vida convierten la prueba en un espectáculo de resistencia y emoción. Para Kipchoge, será una experiencia completamente nueva. “Es un sube y baja, pero dos millones de personas en las calles deberían ayudarte a apretar. Creo que será un recorrido maravilloso”, dijo el keniano sobre el desafiante trazado neoyorquino.

El reto no solo es físico. Nueva York representa el último de los World Marathon Majors que le faltaba por conquistar. Ya ha vencido en Londres, Berlín, Tokio y Chicago, y aunque en esta ocasión no busca únicamente la victoria, sí desea despedirse de las grandes ciudades con una actuación memorable. “Estoy preparado para correr bien. Trataré de subir al podio. Me la tomo como cualquier otra carrera seria. Lucharé para correr bien en las calles de Nueva York. No será solo participar, sino competir”, añadió Kipchoge.

Tres maratones en un año: una prueba de mentalidad

El keniano llega a Nueva York tras haber corrido el Maratón de Sídney y otras exigentes competencias durante el año. A pesar de la acumulación de kilómetros, asegura sentirse fuerte, sin necesidad de alterar su preparación. “No he tenido que cambiar mis planes de entrenamiento por esto, creo que tengo suficiente kilometraje en mis piernas después del maratón de Sídney. Ha sido sobre todo cambiar la mentalidad, aceptar que puedo correr tres maratones en un año, e ir a por ello. También quiero demostrar a la gente joven de que puedes ampliar tus límites”, explicó.

Pocos atletas han sabido desafiar el paso del tiempo como Eliud Kipchoge. En lugar de resistirse al envejecimiento, lo ha transformado en su motor. Su madurez le ha permitido encontrar equilibrio, serenidad y una nueva forma de disfrutar el atletismo. “Seguir apretando a mi edad es muy bueno, una forma de demostrar a la gente que la edad es tan solo un número. Estoy feliz porque a mi edad sigo tolerando bien el entrenamiento. Aún entreno con los más jóvenes, esa es mi felicidad”, afirmó.

De los récords a los sueños: correr por propósito

A pesar de haberlo ganado casi todo, Kipchoge sigue soñando. Ya no busca récords, sino experiencias que lo llenen de sentido. Su próxima meta va mucho más allá del deporte tradicional. “¡Correré en la Antártida! Quiero hacer ese tipo de cosas extremas que pueden hacer a alguien trabajar duro”, reveló con una sonrisa.

El anuncio sorprendió al mundo. Correr en la Antártida no solo implica resistencia física, sino una preparación logística y mental fuera de lo común. Para Kipchoge, será una forma de conectar con la naturaleza y mostrar que el espíritu humano puede adaptarse a cualquier entorno. Su decisión de llevar el atletismo a lugares extremos responde a su nueva misión: correr por un propósito, inspirar cambios, promover la sostenibilidad y demostrar que el deporte puede ser una herramienta de conciencia global.

Aunque su carrera parece impecable, Kipchoge reconoce que hubo un sueño que no logró cumplir en la pista: el récord de los 5 mil metros. “Siempre he sentido que perdí la oportunidad de batir el récord de los 5 mil metros. Ojalá lo hubiera conseguido, y quizá intentar batir el récord de 10 km en carretera. Pero en el maratón, no me faltó nada”, confesó.

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