Alcaraz y Sinner, el eje del tenis mundial en 2025
El español y el italiano se repartieron los Grand Slams, protagonizaron las finales clave y definieron la cima del ranking ATP.
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El tenis profesional de 2025 quedó definido por un pulso constante entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, quienes monopolizaron los escenarios mayores y se repartieron los cuatro títulos de Grand Slam. Dos para cada uno, finales directas, remontadas memorables y un cierre de temporada que confirmó una rivalidad ya central para la era contemporánea del circuito.
La temporada arrancó con Sinner consolidando su estatus de número uno del mundo en el Australian Open. En Melbourne, el italiano defendió el título con autoridad al vencer en la final al alemán Alexander Zverev en sets corridos, para alcanzar su tercer Major. Alcaraz, en cambio, quedó eliminado en cuartos de final, aún lejos de su mejor versión de inicio de año.
El punto de inflexión llegó en Roland Garros, donde Alcaraz firmó una de las finales más recordadas del torneo. El español remontó dos sets en contra ante Sinner y, cuando estuvo al borde de la derrota, encontró respuestas físicas y mentales para imponerse en cinco mangas y conquistar París. Aquella final redefinió la narrativa del año y elevó la rivalidad a una dimensión histórica.
La revancha no tardó. En Wimbledon, Sinner cedió el primer set de la final, pero ajustó desde el fondo de la cancha y dominó los tres siguientes para quedarse con el título en el All England Club. El intercambio de golpes mayores continuó en el US Open, donde Alcaraz se impuso para sumar el sexto Grand Slam de su carrera y recuperar el número uno del ranking ATP.
El desempate simbólico llegó en las ATP Finals de Turín. Allí, Sinner volvió a derrotar a Alcaraz en la final, confirmando su dominio en pista dura bajo techo. Sin embargo, la regularidad del español a lo largo del calendario le permitió cerrar la temporada en la cima del ranking y terminar 2025 como el mejor jugador del mundo.
Paridad absoluta en el circuito femenil
En la rama femenil, el panorama fue más abierto y sin una dominadora clara en los Majors. En el Australian Open, la sorpresa del año la dio Madison Keys. La estadounidense conquistó el título en Melbourne al derrotar a Aryna Sabalenka, que buscaba el tricampeonato. Fue un resultado inesperado que rompió el dominio reciente en pista dura y marcó el tono impredecible de la temporada femenil.
El Abierto de Francia tuvo como protagonista a Coco Gauff, quien se consagró campeona en Roland Garros tras remontar en la final frente a Sabalenka. La victoria significó el segundo Grand Slam de la carrera de Gauff y confirmó su consolidación en arcilla, además de volver a frustrar el primer título parisino de la bielorrusa.
En Wimbledon, Iga Swiatek firmó una de las finales más dominantes del año. La polaca arrolló a Amanda Anisimova con un doble 6-0 para conquistar el sexto Grand Slam de su carrera, en una demostración de autoridad absoluta sobre césped.
El cierre de la temporada en torneos grandes llegó en el US Open, donde Sabalenka finalmente pudo celebrar en 2025 al imponerse en la final a Anisimova. Ese título le permitió asegurar el número uno del ranking femenil y ser nombrada jugadora del año, pese a caer posteriormente en las WTA Finals ante Elena Rybakina.
