¿Qué es el sarampión, cómo se contagia y qué precauciones tomar?
Hay dos vacunas que se suministran en México y varía si el paciente es infante o si se encuentra en la adolescencia o etapa adulta

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Entidades como Chiapas, Sinaloa, Ciudad de México, Baja California y Colima han registrado casos de sarampión, una situación que generó un cuidado espacial entre las autoridades sanitarias del país. Según el último reporte de la Secretaría de Salud, publicado el 19 de diciembre, se han acumulado 5 mil 860 casos de esta enfermedad en todo México, y en un solo día se confirmaron 45 nuevos contagios, lo que refleja la rapidez con la que puede propagarse si no se toman medidas preventivas.
Frente a esta situación, las autoridades insisten en la importancia de la vacunación como la herramienta más eficaz para frenar la expansión del sarampión. La campaña de inmunización busca proteger especialmente a niños y grupos vulnerables, recordando que la prevención es clave para evitar complicaciones graves y mantener bajo control los brotes de esta enfermedad altamente contagiosa.
Brote de sarampión en México: ¿Qué es y cuáles son los síntomas?
El sarampión es una infección viral de alta transmisibilidad que se mantiene como un riesgo importante para la salud pública, especialmente en la población infantil. De acuerdo con información de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el virus se propaga con facilidad a través de las gotículas que se expulsan al hablar, toser o estornudar. Tras un periodo de incubación que suele ir de ocho a doce días, comienzan los primeros signos: fiebre elevada, escurrimiento nasal persistente, ojos enrojecidos y sensibles a la luz, así como la aparición de pequeñas manchas blanquecinas en el interior de las mejillas, consideradas una señal característica de la enfermedad.
Con el avance del cuadro clínico, generalmente unos días después, surge una erupción cutánea que inicia en el rostro y el cuello, para luego extenderse de forma progresiva al resto del cuerpo. Aunque la mayoría de los pacientes logra recuperarse en un lapso aproximado de dos a tres semanas y no existe un tratamiento antiviral específico, la OPS advierte que el sarampión puede derivar en complicaciones severas. Entre ellas se encuentran neumonía, infecciones del oído, diarrea intensa, encefalitis e incluso ceguera, con mayor impacto en niños con desnutrición o en personas con sistemas inmunológicos debilitados. Por ello, la vacunación sigue siendo la principal herramienta de prevención frente a esta enfermedad.
- Fiebre alta.
- Escurrimiento nasal persistente (rinorrea).
- Ojos enrojecidos e irritados (conjuntivitis).
- Sensibilidad a la luz.
- Aparición de pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.
- Malestar general.
- Erupción cutánea (exantema) que comienza en la cara y el cuello.
- Propagación gradual del exantema al resto del cuerpo.
¿Cómo se contagia el sarampión?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el virus se transmite con facilidad a través de las gotas respiratorias que se liberan al toser, estornudar o incluso al compartir el mismo aire con una persona infectada. Además, puede permanecer activo en superficies y en el ambiente hasta por dos horas, conservando su capacidad de infectar a otros. Esta facilidad de propagación hace que un solo caso pueda generar hasta 18 contagios secundarios, lo que representa un riesgo importante para la salud pública.
Las consecuencias de un brote de sarampión pueden ser graves, incluso mortales, sobre todo en niños pequeños y en personas con malnutrición. Aunque varios países han logrado reducir significativamente la incidencia de la enfermedad, los casos importados siguen siendo una fuente de contagio.
¿Cuáles son las recomendaciones para evitar el contagio?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la forma más eficaz de prevenir el sarampión es mediante la vacunación comunitaria. Esta vacuna es segura, eficaz y de bajo costo, y en muchos sistemas de salud se administra de manera combinada con otras vacunas, como las de rubéola, paperas y varicela, lo que permite brindar una protección integral a la población infantil. Gracias a este enfoque, se puede reducir significativamente la incidencia de enfermedades prevenibles y proteger a quienes aún no desarrollan inmunidad completa.
De acuerdo con la OMS, para alcanzar una inmunización total se requieren dos dosis: la primera se aplica generalmente a los nueve meses de edad y la segunda entre los 15 y 18 meses. En México, el gobierno ofrece esquemas de vacunación para quienes no han completado este proceso, por lo que es importante acudir al centro de salud más cercano para recibir la atención adecuada y garantizar la protección contra el sarampión.
¿Qué vacuna protege contra el sarampión y dónde la aplican?
El Gobierno de México afirma que la vacunación es la principal herramienta de prevención. La vacunación es segura, efectiva y fundamental para mantener la salud pública y proteger a las comunidades más vulnerables. Sólo necesitas acercarte a tu clínica más cercana y preguntar por ella.
Existen dos tipos de vacuna que protegen contra el sarampión. La vacuna triple viral (SRP) se aplica en la infancia como parte del esquema básico y protege contra sarampión, rubéola y paperas. Por su parte, la vacuna doble viral (SR) está dirigida a adolescentes y adultos que no han recibido la vacuna o no tienen certeza de haberla recibido. Deben vacunarse niñas y niños de 6 meses a 9 años, así como adolescentes y adultos de 10 a 49 años que no cuenten con esquemas completos de vacunación.


