Día 5 Novena de Navidad y Aguinaldos 2025: oración, cantos y gozos hoy 20 de diciembre
Ya se ha cumplido un tercio del camino en esta antesala de la Navidad, y el quinto día de la novena llega cargado de un profundo mensaje de reflexión y recogimiento espiritual

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Sin lugar a dudas, una de las épocas más especiales y esperadas del año son las novenas navideñas. Durante estos días, miles de hogares en Colombia se reúnen alrededor del árbol de Navidad y el pesebre, creando un ambiente lleno de fe, tradición y recogimiento. Familias enteras se disponen a realizar las oraciones correspondientes, entonar los tradicionales gozos y cantar los villancicos que evocan el espíritu de la Navidad. Además, estos encuentros se convierten en el espacio perfecto para compartir unas deliciosas onces, entre risas y conversaciones, como una muestra de la unión, el amor y la armonía que reinan en cada hogar durante esta época tan especial.
Novena de Aguinaldos 2025: Oraciones y gozos día 4
¿Cómo se reza la Novena de Navidad el Día 5?
El orden adecuado para rezar la novena es el que presentamos a continuación en Claro Sports. La jornada inicia con la oración introductoria de todos los días, seguida del momento en el que se eleva la intención específica correspondiente a la fecha. Posteriormente, se realizan las oraciones dedicadas a los tres grandes protagonistas de la Navidad: la Virgen María, San José y el Niño Jesús. Para cerrar este espacio de recogimiento y fe, se entonan los tradicionales gozos y villancicos. En el caso del día 5, la intención principal está enfocada en fortalecer la conexión espiritual con Dios y en la oración como un camino de sanación y paz para el alma.
Oración de la Novena de Aguinaldos hoy 19 de diciembre de 2025
Benignísimo Dios de infinita caridad que tanto amaste a los hombres, que les diste en tu hijo la prenda de tu amor para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, yo, en nombre de todos los mortales, te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él, te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, suplicando por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente.
Gloria al Padre (tres veces).
Intención del Día 5
Desde el seno de su madre, el Niño Jesús comenzó a vivir en total y plena sumisión a Dios, una actitud que mantuvo sin interrupciones a lo largo de toda su vida. En ese estado, adoraba a su eterno Padre, lo amaba profundamente y se entregaba por completo a su voluntad. Aceptaba con humildad y resignación la condición en la que se encontraba, siendo consciente de su fragilidad, de su humillación y de las múltiples incomodidades propias de la naturaleza humana. ¿Quién de nosotros estaría dispuesto a regresar a un estado semejante, conservando plenamente la razón y la conciencia? ¿Quién podría soportar voluntariamente un martirio tan largo y doloroso en todos los sentidos? Así fue como el Divino Niño inició su camino de entrega y sacrificio, anonadándose ante su Padre, enseñándonos lo que Dios merece de sus criaturas, expiando nuestro orgullo —raíz de todos los pecados— y mostrándonos la gravedad y el desorden que este genera en el alma.
Si deseamos realizar una oración auténtica y sincera, comencemos por comprender su verdadero significado contemplando al Niño Jesús en el seno de María. El Divino Niño ora de la manera más perfecta: no pronuncia palabras, no reflexiona con pensamientos humanos ni expresa afectos visibles. Su oración es su propio estado, aceptado con la intención pura de honrar a Dios. Ese abandono total expresa con profundidad lo que Dios merece y la forma en la que desea ser adorado por nosotros.
Unámonos, entonces, a la oración del Niño Dios en el seno de María. Hagamos nuestro ese profundo abatimiento y permitamos que sea el primer gesto de nuestro sacrificio a Dios. Entreguémonos a Él no para buscar grandeza, como lo pretende constantemente nuestra vanidad, sino para hacernos nada, para quedar completamente consumidos en su amor, renunciando a toda autoexaltación, a cualquier preocupación por nuestra propia grandeza, incluso la espiritual, y a todo impulso de vanagloria. Desaparezcamos ante nuestros propios ojos, para que solo Dios sea todo en nosotros.
Oración a la Santísima Virgen María
Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad mereciste que todo un Dios te escogiese por madre suya, te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo. Oh, dulcísima madre, comunícame algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardaste para que nos hagas menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
Ave María (tres veces)
- Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
- Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Oración a José
Oh, santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan soberanos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al Divino Niño, que me abraces en fervoroso deseo de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.
Padre Nuestro
- Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
- (Se reza un Ave María y un Gloria a Dios).
Oración al Niño Jesús
Acuérdate, oh dulcísimo Niño Jesús, que dijiste a la venerable Margarita del santísimo Sacramento y, en persona suya, a todos tus devotos estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en ti, oh Jesús, que eres la misma verdad, venimos a exponerte toda nuestra miseria.
Ayúdanos a llevar una vida santa para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de tu infancia la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a ti, oh Niño omnipotente, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que, en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.
Cantos Día 5 Novena de Navidad
Hay dos cantos que son los más comunes y se hacen al inicio y entre cada gozo. Se puede cantar cualquiera, pero es recomendable coordinar previamente con los asistentes a la Novena.
- Canto de ‘Ven, ven, ven’: Ven, ven, ven, ven a nuestras almas, Jesús, ven, ven, ven, ven, ven a nuestras almas, Jesús ven, ven a nuestras almas. No tardes tanto, no tardes tanto, Jesús, ven, ven, ven, ven…
- Canto de ‘Dulce Jesús mío’: Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven, no tardes tanto. ¡Ven, no tardes tanto!
Gozos Día 4
Después de leer cada gozo se entona un canto. Cabe recordar que los asistentes pueden variar el canto.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
— Oh, sapiencia suma del Dios soberano, que a nivel de un niño te hayas rebajado. Oh, Divino Infante, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
— Niño del pesebre, nuestro Dios y Hermano, tú sabes y entiendes del dolor humano. Que cuando suframos dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
— Oh, lumbre de oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos. Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
— Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, de Israel anhelo, pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
— Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño, ven Dios humanado, luce hermosa estrella, brota flor del campo.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
— Tú te hiciste Niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados el gran compromiso del amor cristiano.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
— Del débil, auxilio; del doliente, amparo; consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
— Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas, bese ya tus manos. Prosternado en tierra te tiendo los brazos y aun más que mis frases te dice mi llanto.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
— Haz de nuestra patria una gran familia. Siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una más.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
— Ven, salvador nuestro, por quien suspiramos. Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
— 𝄞𝄞𝄞 Canto 𝄞𝄞𝄞.
Posadas y Novenario
Las Posadas se celebran del 16 al 24 de diciembre y consisten en una procesión que recrea la búsqueda de hospedaje de José y María, culminando en una celebración comunitaria. Cada una de las nueve noches simboliza una virtud y forma parte del novenario previo al nacimiento de Jesús, con actividades como cantos, letanías, piñatas y comidas típicas. Este rito es la expresión popular del novenario, una devoción de nueve días que combina la oración y la reflexión con la celebración social y la recreación del relato bíblico.


