Las claves del primer título divisional de los Patriots en la era post Brady
Los Patriots aseguraron la cima del este de la AFC en la semana 17 tras la derrota de Buffalo ante Philadelphia.
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Los Patriots de Nueva Inglaterra están de regreso en la cima del Este de la AFC. El equipo aseguró el título divisional en la recta final de la temporada 2025 con marca de 13-3, beneficiado por su victoria en la semana 17 y la derrota de Buffalo ante Philadelphia. Por primera vez desde 2019, la división no terminó en manos de los Bills, que con marca de 11-5 amarraron el segundo puesto, después de cinco coronas consecutivas.
Para Nueva Inglaterra, el título representa su primer campeonato divisional desde 2019. Desde la salida de Tom Brady en 2020, los Patriots no habían terminado primeros del Este y solo habían clasificado una vez a Playoffs, como comodín. La reconstrucción se basó en elecciones de Draft, cambios de entrenador, ajustes de staff y una reconfiguración del roster orientada a proteger a Drake Maye y recuperar una defensa capaz de ganar series clave.
La era post Brady; cinco años de fracasos
La salida de Tom Brady en 2020 dejó a Nueva Inglaterra sin el eje que había sostenido 11 apariciones consecutivas en Playoffs y seis títulos de Super Bowl. La caída fue inmediata. En 2020 el equipo ganó menos de ocho partidos por primera vez desde el año 2000, con marca de 7-9 y Cam Newton como opción al mando. El equipo no tuvo continuidad ni resultados, y se quedó fuera de Playoffs por primera vez desde 2008 (año en el que Brady se lesionó de la rodilla y apenas pudo jugar un partido).
Esa inestabilidad también definió el punto de partida para el Draft. Con la selección 15, Nueva Inglaterra tomó a Mac Jones, campeón de la NCAA con Alabama, después de que cayera más de lo que muchos anticiparon. Su arranque dejó señales positivas: los Patriots volvieron a las 10 victorias y entraron a la postemporada como comodín, aunque el cierre fue un golpe de realidad con la derrota 47-17 ante Josh Allen y los Bills. Después, la curva se fue hacia abajo: 8-9 y tercer lugar divisional en su siguiente campaña como titular, un año después 4-13, y con eso la segunda selección global que reabrió el tablero en la posición más importante.
La “revolución” de Mike Vrabel
En 2024, los Patriots eligieron a Drake Maye para iniciar una nueva etapa, y el proyecto arrancó con Jerod Mayo como head coach. El equipo intentó proteger al novato al principio, pero un inicio complicado con Jacoby Brissett empujó el cambio y Maye terminó viendo el campo. El año, sin embargo, volvió a cerrarse con 4-13, un registro que reflejó límites de plantilla y ejecución. Con ese resultado, la franquicia tomó una decisión rápida: cortar el proyecto de Mayo tras una sola temporada.
Mike Vrabel llegó tras una pausa de un año y con el antecedente positivo en Tennessee, donde fue Coach of the Year en 2021 y llevó a los Titans al primer sembrado de la AFC, además de su pasado como jugador de los Patriots. Desde su presentación, estableció un estándar operativo claro dentro del vestidor. Todas las posiciones quedaron sujetas a competencia diaria, sin jerarquías garantizadas por contrato o historial previo, retomando la cultura que definió la dinastía del equipo.
El efecto se reflejó en el rendimiento colectivo durante la temporada 2025. En defensa, el aumento de presión y generación de pérdidas permitió a Nueva Inglaterra sostener ventajas y cerrar partidos apretados, mientras que la ofensiva encontró su nueva identidad.
McDaniels y Drake Maye cambian la ofensiva
El otro movimiento central fue el regreso de Josh McDaniels como coordinador ofensivo. McDaniels, que levantó seis Super Bowls en su primera etapa con la franquicia, logró construir un plan semanal que le permitiera a Maye jugar rápido, cometer menos errores y sostener producción, con una mejora destacable en el juego terrestre.
En sus primeros nueve partidos, el quarterback superó los totales acumulados de toda su temporada de novato 2024 en yardas totales y touchdowns combinados. En ese tramo, también redujo el número de entregas de balón respecto al año anterior y aumentó su promedio de pases completos por juego.
El rendimiento de Maye se ha mantenido constante a lo largo del calendario. Hasta la semana 17, se ubica entre los quarterbacks con mayor producción ofensiva por partido en la AFC y ha sido una de las piezas centrales en el récord actual de 13-3 de Nueva Inglaterra. Su volumen estadístico y continuidad semanal lo mantienen dentro de la conversación por los premios de final de temporada.
Renovación de la plantilla
Otro de los factores determinantes del regreso a Playoffs fueron las incorporaciones de temporada. La llegada de Stefon Diggs elevó el volumen de yardas aéreas y el número de jugadas explosivas del equipo en comparación con 2024. En el juego terrestre, el novato TreVeyon Henderson se integró a la rotación ofensiva y ha aportado producción constante desde el backfield.
En protección, la línea ofensiva incorporó al tackle veterano Morgan Moses y al novato de primera ronda Will Campbell, lo que ha reducido la presión permitida respecto a la temporada anterior, dándole tiempo a Maye para escapar de la bolsa y generar jugadas explosivas. Además, defensivamente, el equipo sumó tamaño interior con Milton Williams y experiencia en el frente con Harold Landry, reforzando la rotación del pass rush a lo largo del calendario.
Ayudas del calendario y la caída de los Bills
Nueva Inglaterra llegó a la temporada 2025 con un calendario correspondiente a un equipo que terminó último de su división en 2024. Hasta la semana 17, los Patriots registran 13 victorias, de las cuales dos fueron ante equipos con récord ganador: Bills y Buccaneers. El resto de los triunfos se produjo ante rivales con marca perdedora o balance neutral al momento del enfrentamiento. En los partidos restantes frente a equipos con récord ganador, registraron derrotas. El segundo enfrentamiento ante Buffalo y el duelo frente a los Steelers.
Otro factor fue la caída de los Bills. A lo largo del año, la ofensiva de Buffalo ha permitido 40 capturas, la cifra más alta recibida por Josh Allen desde que es titular. En el juego aéreo, Khalil Shakir concentra el mayor volumen sostenido de producción, mientras que el resto del cuerpo de receptores ha tenido participación irregular. La lesión del ala cerrada Dalton Kincaid a mitad de temporada redujo las opciones disponibles en el centro del campo.
En defensa, el equipo ha tenido problemas para sostener presión constante al quarterback rival, en parte por lesiones en el frente defensivo. En situaciones clave, Buffalo ha permitido conversiones prolongadas en terceros downs y ha tenido dificultades para controlar el juego terrestre, factores que se repitieron en varios partidos divisionales.
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