El Rangers no levanta cabeza en la Europa League
A pesar de haber disputado casi todo el segundo tiempo con uno más, el cuadro de Ibrox se estrella ante el Braga.

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El Rangers continúa sin encontrar la cura a la enfermedad. Porque nuevamente el cuadro escocés le ha dado la espalda a la victoria (1-1). Cuando todo parecía un camino lleno de rosas, tras el tanto de Tavernier y la expulsión de Zalazar, un mal despeje de Djiga fue la asistencia perfecta para que Gabri Martínez silenciara el Ibrox Stadium, que continúa siendo un campo de terror para los de Danny Röhl.
Pensaría uno que la Europa League es un terreno mimado para el Rangers. Y es que si bien la corona aún sigue siendo esquiva, también es cierto que enfrentar a un doble subcampeón es de respeto. Pero tal parece que nadie come cuento de ello. Y lo demostró de principio a fin el Braga, que a pesar de disponer las más claras, una mano dentro del área a falta de segundos para irse al descanso lo iba condenar un buen rato.
De esos penales de VAR. Porque ni el Rangers reclamó ni el árbitro vio. Pero nada se le escapa en la actualidad a la tecnología, e iba a quedar comprobado en territorio escocés. Un desvío con el brazo por parte de Fran Navarro le iba a permitir a Tavernier acomodar el balón en el punto blanco. Como ya es costumbre, un salto previo a ejecutar el penal. Balón para un lado, arquero para el otro y explosión en las tribunas. Y se venía lo peor.
Y a los 60’ se iba a escuchar otro ‘trueno’ en el Ibrox Stadium. Y nuevamente por parte de la afición local. Porque una infracción de Rodrigo Zalazar sobre Raskin iba a acabar en la expulsión del ariete charrúa. Todo era un cuento de hadas. Sin embargo, el fútbol no requiere de un guion perfecto. Y el Braga sólo necesitaba un regalo del cielo. Tal y como se dio al minuto 69, porque lo que parecía un balón sin veneno, Djiga lo transformó al dejársela servida a Gabri Martínez, que no dudó en chutar y silenciar el escenario azul.


