Fermín López señala el momento que lo cambió todo en la temporada del Barça
El español repasa su 2025 con títulos, aprendizaje y momentos inolvidables, asume el golpe en Champions y apunta a un 2026 con ambición: Champions y Mundial
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Fermín López cerró 2025 como un año inolvidable, ya que significó su confirmación definitiva de su lugar en el Barcelona. El canterano azulgrana habló con Sport sobre lo vivido, los momentos que lo marcaron, los golpes que dolieron y la ambición intacta con la que encara una temporada que se perfila exigente y decisiva. Con un discurso maduro, cercano y autocrítico, Fermín deja claro que el crecimiento no se detiene y que el hambre de títulos sigue intacta, tanto en el club como con la selección.
Un año de aprendizaje, títulos y sueños cumplidos
Para Fermín, el balance de su 2025 va más allá de los números. Es un año que resume crecimiento, disfrute y recompensas largamente esperadas. “He aprendido muchas cosas, he disfrutado mucho, hemos ganado muchos títulos, los primeros que ganaba con el Barça. Y con la selección también”, explicó el mediocampista, consciente de la dimensión de lo conseguido.
El futbolista destacó que este año le permitió cumplir objetivos que había imaginado desde niño. “He cumplido muchos sueños este año y he aprendido mucho también. Espero que 2026 sea igual o mejor”, afirmó, dejando claro que el listón ya está alto.
La rúa, el momento más emocional del año
Entre tantos recuerdos, Fermín no duda al señalar el instante que más lo marcó a nivel personal. La celebración con la afición fue una experiencia que lo desbordó por completo. “Un día que disfruté mucho fue en la rúa. Eso para mí… Es que no puedo ni describirlo”, confesó.
El jugador recordó cada detalle de aquella jornada. “Me volví loco, no paraba de cantar, de saltar…”, dijo, antes de subrayar la conexión con la gente: “Veía a la gente que lloraba, con esa ilusión de haber ganado tres títulos después de años sin ganar tantos”. Para Fermín, “la verdad que fue uno de los mejores momentos de 2025 sin duda”.
El golpe europeo ante el Inter
No todo fue celebración. La eliminación en Champions League frente al Inter dejó una herida profunda. Fermín habló sin filtros del dolor que supuso quedarse tan cerca de la final. “Sí, ese día en Milan fue muy jodido, los días después también”, reconoció.
El contexto hizo aún más difícil digerirlo. “Había mucha ilusión de todo el mundo: de nosotros, del club, de la afición… Y ver cómo se fue todo en poco tiempo… Y la oportunidad de estar en una final de Champions”, relató. El golpe fue duro, pero también dejó una certeza: “Nos dolió mucho, sí… Al final estuvimos a segundos de estar en la final y podríamos haberla ganado”. Esa sensación, explicó, les dio fuerzas para saber que el equipo está capacitado y puede volver a intentarlo.
La mano de Flick y el mensaje del vestuario
Uno de los pilares del actual Barcelona es el mensaje del entrenador. Fermín destacó la influencia directa de Hansi Flick en la estabilidad del grupo. “El mensaje del míster es muy positivo y eso es fundamental”, aseguró.
La clave, según el jugador, es la coherencia. “Tanto cuando las cosas van bien o cuando van mal, su mensaje es siempre de calma, de seguir nuestro camino y de hacer lo que nos pide, lo que sabemos hacer”, explicó. A eso se suma un punto clave: “Sobre todo de estar unidos. El mensaje en el vestuario es claro y todos lo sentimos así, vamos todos a una”.
La posición donde mejor se siente
La versatilidad ha sido una constante en su temporada, algo que Fermín valora sin perder de vista sus preferencias. “Bueno, yo con jugar ya…”, comentó con naturalidad antes de enumerar las opciones: “Extremo derecho, delantero como el otro día, en la izquierda, de mediapunta…”. Aun así, lo tiene claro. “Pero sí, donde más cómodo me siento es de mediapunta, es donde puedo explotar mejor mis cualidades”, explicó, señalando la zona donde se siente más influyente.
Los partidos que cambiaron la dinámica del equipo
El cierre de año del Barça fue sólido, y Fermín identifica dos partidos clave en ese proceso de reacción. “La derrota del Clásico y en Londres fueron puntos de inflexión del equipo”, señaló. Sin dramatizar, explicó el aprendizaje que dejaron esos encuentros. “Al final son partidos que puedes perder y es cierto que no estuvimos tan bien como normalmente jugamos”, admitió. Desde entonces, el equipo reaccionó: “Pero desde esos días el equipo ha dado un paso adelante, a ser lo que éramos el año pasado”. El objetivo es claro: “Estamos en muy buena dinámica y esperamos que se alargue hasta el final”.
Favoritismo y la pelea por la Liga
Fermín evita etiquetas y comparaciones. El enfoque es interno y colectivo. “A mí eso del favoritismo no me gusta, ni compararme con otros equipos”, afirmó. Reconoció la magnitud del rival, pero insistió en el camino propio. “No miramos a los de más y nos centramos en hacer las cosas bien”, explicó. “Obviamente, el Madrid es nuestro gran rival, pero si nosotros seguimos a nuestro nivel y hacemos las cosas bien, al final de año los resultados llegarán”.
Lo que le pide a 2026
La ambición de Fermín no se esconde. El objetivo es repetir, o incluso superar, lo vivido, con sueños claros en el horizonte. “Que sea igual o mejor que 2025, ganar muchos títulos y la Champions”, afirmó con determinación. Y cerró con un deseo mayor: “Y por supuesto también el Mundial”. Un mensaje directo, sin adornos, de un futbolista que ya no habla solo de promesas, sino de realidades.
