Luciano Murchio: El mexicano de 28 años que manda en el Cercle Brugge
Afirmó que para los clubes de élite en Europa, el mercado mexicano no es de los más atractivos
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Con apenas 28 años, Luciano Murchio ocupa un cargo que pocos mexicanos han alcanzado en el fútbol europeo: el de director deportivo. Este cargo lo desempeña en el Cercle Brugge, equipo de la primera división de Bélgica. Su historia comenzó en el América. Donde trabajó junto a Carlos Aviña, quien años más tarde lo llevó a Bélgica en plena pandemia, a finales de 2020.
Después de desempeñarse como head scout, el destino le abrió las puertas. Este año fue elegido como el nuevo director deportivo del Cercle Brugge. Desde Brujas, el directivo mexicano habló con Claro Sports sobre su recorrido, su visión del fútbol europeo y el papel que juegan los mexicanos en el viejo continente.
¿Cómo es que un mexicano, y además tan joven, llega a un puesto así en la primera división de Bélgica?
He tenido la posibilidad de trabajar con gente muy buena que me ha dado muchas oportunidades. Empecé en 2018 en el América. Trabajé dos años y medio ahí con Carlos Aviña, que era mi jefe. Después, tuve la oportunidad de venir para acá a finales de 2020 también con él.
La verdad es que para mí Carlos ha sido la persona más importante en mi camino profesional. Ha sido mi mentor y quien me ha dado todas las oportunidades que he tenido. Ha sido un camino muy entretenido, con muchas altas y bajas, pero al final este trabajo es más que eso: es un estilo de vida.
También he tenido la posibilidad de trabajar en diferentes departamentos dentro del área deportiva tanto en América como en Cercle. Tengo experiencia en análisis, en scouting y, desde el verano, soy el director deportivo del club. Estoy muy contento con el viaje que he tenido y también con los resultados que he podido entregar que al final es lo más importante.
En América, ¿qué fue lo que te hizo destacar?
Fue una oportunidad que cayó del cielo. Yo no conocía a nadie que trabajara en el fútbol. Un amigo me compartió que estaban buscando un becario para el área de inteligencia deportiva. Fui avanzando en el proceso y me fui sintiendo muy bien.
Creo que algo que me ayudó fue mi papá. Él es argentino y desde niño veía con él la liga argentina todos los fines de semana. Ese conocimiento me ayudó un poco. Pero al final del día lo que marca la diferencia en una entrevista de trabajo es la capacidad que tienes para crear relaciones personales y de comunicar tu mensaje.
Cuando te llegó la oportunidad de venir al Cercle Brugge, ¿fue fácil tomar la decisión?
Estaba muy contento en América, había tenido la posibilidad de crecer en los dos años y medio que estuve ahí. Nunca busqué salir, pero cuando llegó la oportunidad la vi como algo único, una en un millón.
Muchos pueden decir que América es una institución gigantesca y que venir a un club chico de Bélgica no tenía sentido, pero yo lo vi como una puerta hacia el fútbol europeo hacia nuevas experiencias. No fue una decisión fácil, pero sí una que analicé y tomé bastante rápido.
Teun Wilke y Dagoberto Espinoza pasaron por el Cercle y hoy están en México. ¿Cómo evalúas sus casos?
Los dos casos fueron muy interesantes. Teun, al ser de familia holandesa, no necesitó adaptación. Hablaba el idioma, también inglés y ya había jugado en Países Bajos. Tuvo impacto en el primer y segundo equipo aunque las lesiones lo frenaron.
Dago, en cambio, no hablaba inglés, pero tuvo la ventaja de que Teun estaba aquí. Se hicieron muy amigos. Dago es un jugador que trabaja muy fuerte. Creo que el año que pasó acá le ayudó muchísimo para lo que hace ahora en América. Creció mucho en personalidad y mentalidad, aunque no la pasó bien en invierno. Fue un año muy valioso para su desarrollo profesional y personal.
Hoy hay varios mexicanos en cargos importantes en Europa: tú en Bélgica, Aviña en Mónaco, Severiano García en el Atlético de Madrid, Marco Garcés en el Celta, Bernardo Cueva en el Chelsea.
¿Eso puede abrir más puertas a los futbolistas mexicanos?
De alguna manera sí, aunque para los clubes de élite en Europa el mercado mexicano no es de los más atractivos. Prefieren jugadores con adaptación previa al entorno europeo porque buscan rendimiento inmediato.
Por eso ligas como Bélgica, Holanda o Portugal son tan importantes. Son trampolines hacia las grandes ligas. Dar el salto directo desde México es cada vez más difícil. Tener mexicanos en puestos de decisión puede ayudar, pero no garantiza nada. Nuestro trabajo es fichar al mejor jugador posible para el club. No necesariamente al mejor mexicano.
¿Qué liga te parece ideal como primer paso para un jugador como Gil Mora?
Para mí, una liga como la portuguesa o la holandesa sería perfecta. Gil tiene calidad para estar en ese 1% de jugadores que pueden compensar la falta de físico con talento. Esas ligas se adaptan mejor a su perfil antes de dar el salto a una top.
El tema es que se habla de precios y hay pocos equipos en el mundo capaces de pagar lo que costaría, pero sí creo que es importante que dé un paso intermedio antes de buscar jugar en el mejor club posible.
¿Dónde te gustaría verte en 10 o 15 años?
Vivo mucho en el presente. Si me hubieras dicho hace diez años que estaría aquí, no lo habría creído. Por ahora estoy contento en Bélgica, pero también soy muy abierto y ambicioso.
No le cierro la puerta a nada. Soy flexible respecto a los lugares donde podría trabajar. Si hago bien las cosas acá sé que siempre tendré puertas abiertas incluso para volver a México si se da. Mi objetivo ahora es hacerlo lo mejor posible en el Cercle.


