¿Cuál es el Grupo de la Muerte en el Mundial 2026?
Los candidatos para llevarse este nombre son el ‘L’ y el ‘I’, que contienen a potencias del calibre de Francia, Inglaterra y Croacia
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A lo largo de la historia de los Mundiales, la fase de grupos ha tenido siempre un sector que levanta las expectativas de los aficionados del fútbol de selecciones: El Grupo de la Muerte. Esta clase de grupos, por lo general reúnen a por lo menos dos potencias mundiales, juntos con otro par de equipos sólidos, lo que vuelve muy difícil de predecir los resultados, brindándonos enfrentamientos entre equipos de la élite, o sorpresas que marcan generaciones.
En esta ocasión, pareciera haber dos grupos que cumplen con los requisitos para ser considerados como el sector más fuerte del certamen mundialistas. Por un lado tenemos al Grupo I: Con la subcampeona del mundo Francia, la potencia africana Senegal, el ganador del FFIA PO2 (disputado entre Irak, Bolivia y Surinam), así como la Noruega de Erling Haaland. Sin embargo, no podemos dejar atrás el calibre de las selecciones del Grupo L, conformado por la siempre favorita Inglaterra, la tres veces semifinalista Croacia, otra potencia africana como Ghana y Panamá que parece llegar con el papel de víctima.
El Grupo I: el choque de potencias y el talento emergente
Francia encabeza este sector con la posibilidad de disputar su tercera final consecutiva. Con Didier Deschamps como líder del grupo desde 2012, los galos se han transformado en una potencia futbolística. Bajo su mando, les bleus conquistaron una UEFA Nations League, el Mundial de Rusia 2018 y jugaron las finales de la Eurocopa 2016 y de Qatar 2022, donde cayeron ante Portugal y Argentina respectivamente. Además los franceses cuentan en sus filas con dos de los 10 mejores jugadores del mundo: Ousmane Dembélé (Balón de Oro 2025) y Kylian Mbappé (Bota de Oro 2025), por lo que parece ser la clara candidata para llevarse el liderato del grupo e incluso la Copa.
Sin embargo, no son la única potencia emergente en el grupo, Noruega llegó a este sector como representante del bombo 3, rompiendo una sequía de 28 años sin haber clasificado al Mundial. Ahora, los escandinavos buscan dejar huella en un torneo veraniego de la mano de su máximo goleador histórico Erling Haaland, quien se destapó con 16 goles en las eliminatorias, reafirmando el estado de forma de Noruega como una de las mejores selecciones europeas (la mejor de todas en las eliminatorias).
Junto con los europeos, Senegal llega a su cuarta Copa del Mundo (la tercera consecutiva), convertido en una selección estable y competitiva dentro de África. Desde su histórico debut en 2002, cuando alcanzó los cuartos de final tras eliminar a Francia, ha mantenido una línea ascendente reforzada recientemente por el cambio de ciclo: Aliou Cissé dejó el cargo en 2024 y Pape Thiaw asumió con un arranque brillante que incluyó clasificación a la AFCON, el boleto mundialista y un triunfo ante Inglaterra, con solo una derrota en 14 partidos. Con veteranos como Sadio Mané, Koulibaly y Mendy rumbo a su posible último Mundial, y jóvenes de proyección como Nicolás Jackson, Iliman Ndiaye y Pape Matar Sarr, los Leones de Teranga combinan jerarquía y renovación bajo un estilo ofensivo y dinámico que los coloca como uno de los equipos africanos más sólidos de la actualidad. Cerrando el sector, tenemos a tres candidatos para sorpresa en 2026: Irak buscando regresar al Mundial tras su debut en México 86; Bolivia séptima en una de las eliminatorias más ajustadas de la historia de CONMEBOL; y Surinam la gran sorpresa de la eliminatorias de CONCACAF, por lo que parece que cualquiera de estás selecciones entrará al Grupo I con un rol más importante que el de animador.
El Grupo L: los duelos de poder a poder
En el Grupo L parece haber dos grande favoritas para avanzar: Inglaterra y Croacia. El equipo de los tres leones llega a 2026 como una de las selecciones más sólidas de todo el certamen, sin haber perdido un solo partido de eliminatoria desde 2009. Sin embargo, esta consistencia no se ha visto reflejada en los Mundiales, pese a ser una de las selecciones con más tradición en el mundo del fútbol, este 2026, los ingleses cumplirán 60 años sin levantar un campeonato importante, por lo que en México, Estados Unidos y Canadá la presión está en su punto máximo. Sin embargo, una generación comandada por la experiencia de Harry Kane y la explosividad de los jóvenes Bukayo Saka y Jude Bellingham prometen ser la generación que finalmente regrese a Inglaterra al centro del escenario global.
Pero el liderato del grupo no será tarea fácil para los de Tomas Tuchel, pues tendrán que enfrentarse al último suspiro de la generación dorada croata. El equipo ajedrezado, llega con la misión de exprimir los últimos destellos de su generación dorada, una camada que llevó al país a instalarse entre las selecciones más fiables del planeta desde su independencia en 1991. Tras irrumpir en Francia 98 con un tercer lugar inolvidable gracias a Davor Suker, atravesó años irregulares hasta el resurgimiento de 2018, cuando Luka Modrić lideró un camino épico hasta la final y, cuatro años después, repitieron podio en Qatar tras eliminar a Brasil y terminar terceros. Para este ciclo, el equipo de Zlatko Dalic firmó una eliminatoria europea casi perfecta (siete triunfos en ocho partidos), impulsado por el veterano núcleo de Modric e Ivan Perisic y el empuje de una nueva generación encabezada por Josko Gvardiol. Aunque llegan con la obligación de sacudirse la decepción de la última Eurocopa, su combinación de experiencia, técnica y competitividad sigue ubicándolos como un candidato natural a pelear el liderato del grupo.
A estas dos potencias se le suma Ghana, que pese a clasificar como la peor selección africana del ranking FIFA, busca ser el tercero en discordia de este grupo. A pesar de haber vivido un ciclo mundialista irregular (eliminados en la fase de grupos de la Copa Africana), su plantilla, llena de futbolistas consolidados en la élite del fútbol mundial (Antoine Semenyo, Mohammed Kudus, Iñaki Williams, etc.) les permitieron completar una eliminatoria prácticamente perfecta, ganando ocho de sus 10 partidos. Panamá completa el sector como la selección que llega con el proyecto más sólido de la Concacaf. Con Thomas Christiansen al mando, el equipo pasó del fracaso rumbo a Qatar a encadenar una final de Copa Oro, un histórico pase a cuartos de Copa América y otra final de Nations League ante Estados Unidos, además de clasificar a su segundo Mundial sin perder un solo partido.


