El fenómeno Jordania: ¿por qué su clasificación al Mundial 2026 no es casualidad?
Jordania debutará en el Mundial 2026 con un estilo táctico conservador y figuras como Ali Olwan y Mousa Tamari tras dos décadas de crecimiento
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La selección de Jordania llega al Mundial de 2026 respaldada por una historia de perseverancia que explica su popular sobrenombre: Al Nashama, “Los Valientes”. Después de dos décadas de crecimiento sostenido, el equipo finalmente logró colarse entre las 48 selecciones clasificadas, un objetivo que hasta hace poco parecía inalcanzable. Su camino tomó fuerza en la segunda ronda asiática, donde dominaron su grupo con autoridad para avanzar a la fase decisiva. En la ronda final de las eliminatorias, el conjunto asiático mantuvo el pulso competitivo hasta el último momento. Con apenas un punto de ventaja sobre Irak, los dirigidos por Hussein Ammouta sellaron su boleto gracias a un triunfo determinante por 3-0 sobre Omán. Esa tarde quedó marcada por el hat-trick de Ali Olwan, actuación que convirtió al delantero en símbolo de una generación que ya forma parte de la historia del futbol jordano.
La clasificación de 2026 tiene un sabor particularmente especial para un país acostumbrado a convivir con la frustración en el camino mundialista. El equipo de los Valientes debutó en una fase preliminar rumbo a México 1986 y, curiosamente, fue Irak, el mismo rival que ahora quedó atrás por un solo punto, quien frenó aquel intento inicial. El contraste entre ambas historias refuerza el peso emocional de la hazaña actual. El recuerdo más doloroso, sin embargo, proviene del repechaje rumbo a Brasil 2014. Tras una campaña sobresaliente, Jordania llegó hasta el cruce intercontinental ante Uruguay, donde un contundente 0-5 en Amán prácticamente definió la serie. Aunque el empate sin goles en Montevideo mostró orgullo y resistencia, también dejó la sensación de una oportunidad perdida. Ese episodio sirvió como impulso para una generación que hoy, finalmente, tiene su premio.
Jordania enfrentará un reto mayúsculo en el Mundial 2026, pues el destino los colocó en el Grupo J junto a potencias como Argelia, Austria y Argentina. Para competir en un grupo tan exigente, el equipo deberá sacar el máximo provecho de todos sus recursos, estrategias y talentos disponibles, para aprovechar cada oportunidad, conscientes de que cada partido será decisivo para mantener viva su aspiración en el torneo.
Jugadores a seguir
El cierre de 2025 ofreció señales de alarma: derrotas ante Bolivia, Albania y Túnez, además de un empate frente a Malí, exhibieron la necesidad de ajustes antes del debut en Norteamérica. El equipo utilizará la próxima Copa Árabe de la FIFA como laboratorio táctico para recuperar ritmo, corregir desajustes y llegar al Mundial con la versión más sólida de su proyecto. En este proceso destacan Ali Olwan (Al Karma), máximo goleador jordano con nueve tantos en la eliminatoria; Mousa Tamari (Stade Rennes), extremo con experiencia en la Ligue 1 y uno de los futbolistas más desequilibrantes de la región; y Yazan Al Naimat (Al Arabi), delantero de impacto inmediato con ocho goles en el proceso clasificatorio.
En lo táctico, Jordania apuesta por un plan conservador que prioriza el orden por encima de la posesión. El equipo suele replegar en un bloque medio-bajo, reducir espacios y renunciar a la elaboración prolongada para golpear en transiciones veloces. La velocidad de Tamari, la contundencia de Olwan y la potencia de Al Naimat convierten al contraataque en su arma principal, mientras que en defensa la prioridad es minimizar riesgos ante rivales técnicamente superiores. Es un conjunto paciente, cómodo resistiendo y letal cuando encuentra metros libres.


