Eduardo Pimentel ataca a periodistas: “Eso es ser muy hijo de puta y acomodado”
El máximo accionista de Boyacá Chicó explotó en insultos contra la transmisión de televisión sin tener la razón.

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Otro episodio para sumar a la larga lista de Eduardo Pimentel. El máximo accionista de Boyacá Chicó vuelve a ser protagonista de un hecho bochornoso en el fútbol colombiano. Esta vez, por un ataque contra los periodistas de la transmisión de televisión del partido entre su equipo y Millonarios en la jornada 20 de la Liga BetPlay Dimayor 2025-II.
Lo que desencadenó el episodio fue que el árbitro del partido, Álvaro Meléndez, había señalado un penalti a favor del Ajedrezado por una mano inexistente del defensor albiazul Álex Moreno Paz. Esto llevó a que el VAR, Leonard Mosquera, llamara al juez central con el fin de que revisara la acción en pantalla y decidiera reversar su decisión al minuto 78.
Pues Pimentel entró en estado de ira y decidió utilizar sus redes sociales para hacerlo saber. Por medio de un mensaje en su cuenta de la red social X, el exfutbolista se regó en vocabulario contra los comunicadores que estaban a cargo de la transmisión, el narrador Jéferson Piña y el comentarista Juan Pablo Coronado, además, con una deficiente redacción.
“Esto no tiene presentación señores de WIN sus periodistas no tienen remedio son tan atrevidos y sinvergüenzas que acaban de decir e insistir para presionar al VAR q llamen al juez para q le hagan ver lo q no fue , todos vimos penal gigante , eso es ser uno muy hijo de puta y muy acomodado, si eso no es penal entonces dígame cuál es malparidos (sic)”, publicó.
Esto no tiene presentación señores de WIN sus periodistas no tienen remedio son tan atrevidos y sinvergüenzas que acaban de decir e insistir para presionar al VAR q llamen al juez para q le hagan ver lo q no fue , todos vimos penal gigante , eso es ser uno muy hijo de puta y muy… pic.twitter.com/NUwAIDKOg5
— Eduardo Pimentel (@Edo_Pimentel) November 13, 2025
Lo más absurdo del asunto de este dueño de equipo es que las imágenes permiten ver que el árbitro sí estaba en toda la razón al no conceder esa pena máxima, pues la pelota, de cualquier modo, da primero en el muslo del jugador y se desvía para un eventual roce en el brazo, que tampoco queda muy claro.
Para completar la desgracia de Pimentel, la última jugada del partido trajo un penalti para Boyacá Chicó con el que podría haber empatado el compromiso. Johan Bocanegra fue el encargado de ejecutarlo y lo envió muy por encima del arco. Fue entonces victoria para Millonarios por 1-2 en la última jornada de la primera fase.
Después de un pésimo 2025, Boyacá Chicó iniciará el siguiente año como el gran candidato para descender, pues su promedio durante las últimas campañas ha sido muy deficiente. Está por verse si este hecho de Pimentel tiene repercusión como para que Dimayor tome medidas en el asunto, pues ya en el pasado, así no aparezca como presidente, se sentó el precedente de que sí es una figura susceptible de sanciones por sus actos y declaraciones.


