Broncos vs Chiefs: el partido que podría ser la última Navidad de Travis Kelce en Arrowhead
Travis Kelce disputará su juego número 97 de temporada regular en Arrowhead, con un futuro en la NFL incierto.
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La Navidad en Kansas City tendrá un significado distinto este año. El partido entre los Chiefs y los Denver Broncos, programado para el 25 de diciembre en el Arrowhead Stadium, podría marcar la última aparición de Travis Kelce en casa con el uniforme que ha vestido durante toda su carrera profesional.
El ala cerrada, de 36 años, no ha confirmado si se retirará al final de la temporada 2025, pero el contexto ha alimentado esa posibilidad. Kansas City quedó eliminado de los Playoffs por primera vez en una década y cerrará el calendario regular como visitante en Las Vegas. Bajo ese escenario, el duelo navideño ante Denver se perfila como una despedida silenciosa de uno de los jugadores más influyentes en la historia del equipo.
Un juego de Navidad que puede marcar una despedida
El entrenador en jefe Andy Reid, quien ha dirigido a Kelce desde su llegada a la NFL, evitó adelantar cualquier decisión. “No sé si será su último partido o no”, señaló esta semana a los medios. “Sus números, su personalidad y la persona que es hablan por sí solos. Ha sido alguien muy importante para esta organización y para la comunidad”. Por segundo año consecutivo, Kelce fue nominado por el club al premio Walter Payton al Hombre del Año, en reconocimiento a su trabajo social con Operation Breakthrough y su fundación Eighty-Seven & Running.
La misma línea siguió el coordinador ofensivo Matt Nagy, quien reconoció el peso que tendría una despedida en Arrowhead. “Lo que Travis ha hecho por esta organización, por sus compañeros, por sus entrenadores y por esta ciudad es especial. Ojalá que no sea cierto que sea su último juego aquí”, afirmó. “He tenido la fortuna de trabajar con él muchos años y aprender de su forma de ser”.
Dentro del vestidor, el sentimiento es compartido. Chris Jones, compañero de Kelce y tricampeón del Super Bowl, habló sobre la posibilidad de ese adiós. “Es triste pensarlo”, dijo. “Compartir el campo con él ha significado mucho. Ojalá no sea su último juego, pero si lo es, solo queda reconocer su carrera”.
Jugar hasta el final, incluso sin Playoffs
A pesar de la temporada complicada, Kelce decidió mantenerse activo hasta el final. Incluso tras las lesiones de Patrick Mahomes y Gardner Minshew, el ala cerrada descartó cualquier opción de retirarse antes de tiempo. “Es integridad”, explicó recientemente. “Firmé para ser un Kansas City Chief y amo lo que hago. Mi responsabilidad es darlo todo por este equipo, aunque ya no estemos en la pelea”.
Los números respaldan esa postura. Con una recepción de seis yardas en la derrota ante Tennessee, Kelce alcanzó su duodécima temporada consecutiva con al menos 800 yardas por recepción, una marca que solo comparte con Jerry Rice. Además, mantiene una racha activa de 189 partidos seguidos con al menos una recepción y suma 68 atrapadas para 803 yardas en la campaña.
El partido ante Denver será su juego número 97 de temporada regular en Arrowhead Stadium. El recinto donde construyó su legado, ganó tres Super Bowls y se convirtió en el receptor favorito de Mahomes, ahora podría ser escenario de un cierre simbólico. Nagy destacó ese compromiso incluso en la adversidad. “Está todos los días en el campo, entrenando, liderando y ayudando a los demás. Eso debería servir de ejemplo para los jugadores jóvenes”, apuntó.
Kelce ha evitado hablar del futuro más allá del cierre del calendario. “Prefiero mantener el enfoque en este equipo”, dijo la semana pasada. “Sé que cuando termine la temporada, el final estará cerca, y es algo distinto a otros años”. Esa certeza convierte el juego navideño en algo más que un partido sin implicaciones de clasificación.
Mientras las gradas de Arrowhead se llenan en una fecha marcada por la tradición, el duelo ante los Broncos podría quedar en la memoria como el último recorrido de Travis Kelce por su casa. No habrá anuncio oficial ni ceremonia programada, pero el significado del momento estará presente en cada jugada de una noche que mezcla fútbol americano, Navidad y la posibilidad de una despedida histórica.
